El gobierno de Neuquén está dando pasos firmes hacia la implementación de peajes en las rutas petroleras, con la posibilidad de extender este sistema a otras rutas nacionales que atraviesan la provincia. Este miércoles, la provincia recibirá a representantes de la empresa ATSA, especializada en sistemas de peaje "free flow", para evaluar su posible operación en Neuquén.

El gobernador Rolando Figueroa cuenta con el respaldo de una ley que autoriza la implementación de peajes en las rutas provinciales 5, 6, 7, 8, 17, 51 y 67. Además, se ha solicitado, junto con Río Negro, la transferencia de rutas nacionales como la 22, 151, 231 y 242, al ámbito provincial para facilitar su gestión.

ATSA evaluará las rutas 7, 8 y 51, donde la provincia ya inició mediciones del flujo de tránsito para determinar los puntos más adecuados para instalar los peajes. Tras un período de pruebas, se procederá con la implementación del sistema.

El ministro de Infraestructura, Rubén Etcheverry, explicó que en aproximadamente dos meses podrían comenzar las pruebas piloto, dependiendo de los procesos de contratación y montos involucrados. "Ya estamos midiendo el flujo de tránsito, lo que nos permitirá determinar los mejores puntos para instalar los peajes. Hace cinco años que no se realizaban mediciones, por lo que era difícil tomar decisiones sin estudios actualizados", comentó Etcheverry.

ATSA ajustará los detalles necesarios tras su visita y presentará una propuesta final. La empresa realizará una evaluación in situ de las rutas mencionadas para afinar los aspectos técnicos y operativos del proyecto.

La solicitud de transferencia de tramos de rutas nacionales sigue siendo una prioridad para Neuquén y Río Negro. Los gobernadores de ambas provincias reiteraron este pedido recientemente, así como la culminación de obras en rutas provinciales actualmente a cargo de Vialidad Nacional.

"No hemos recibido respuesta, y hace una semana asumió el nuevo administrador de Vialidad Nacional. Nos reunimos en Buenos Aires para tratar varios temas, ya que hace casi nueve meses no se ha avanzado en absoluto", advirtió Etcheverry.

El objetivo de la provincia es que se completen las obras paralizadas o que se transfieran estas responsabilidades a la administración provincial para acelerar su ejecución. "En la ruta 51, por ejemplo, existe un contrato con Vialidad Nacional, pero no se ha avanzado nada; está todo detenido. Si no van a hacer nada, que nos transfieran la obra, pero que tomen alguna acción", agregó.

La provincia espera que con la implementación de los peajes y la transferencia de rutas, se mejore significativamente la infraestructura vial, contribuyendo al desarrollo regional y a una mayor seguridad en las rutas.

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