¿Es sostenible la deuda de Chubut?
En línea con la reestructuración de los bonos provinciales, a principios del 2021, el Gobierno de Chubut encargó a una consultora privada un informe de sostenibilidad de la deuda. Dicho análisis concluye que las reservas disponibles en los yacimientos petroleros generarán durante los próximos diez años un cobro de regalías 3,3 veces superior al monto total de la deuda con intereses incluidos.
Si bien en relación con las regalías futuras la deuda provincial no aparenta ser problemática, el informe realizado tiene el limitante de enfocarse únicamente en los stocks (cantidad de reservas y tamaño de la deuda en una fecha determinada) y no en flujos (tendencia del endeudamiento). Para aclarar lo mencionado, es oportuno entender cómo Chubut se convirtió en la provincia más endeudada de Argentina en relación con sus ingresos, con un monto de deuda superior al total de los ingresos anuales de la provincia.
A partir del primer gráfico se observa que la evolución del monto de deuda dividido por el Producto Bruto Geográfico (PBG es la parte del PBI producto de las actividades económicas desarrolladas en Chubut) tiene un crecimiento importante en los últimos 5 años. Terminada la crisis de la post convertibilidad, la provincia comenzó con un periodo de desendeudamiento constante, reduciendo el ratio deuda/PBG de un 9% en 2004 a un mínimo de 2% en 2012. Durante el 2013 se quiebra dicha inercia y entre el 2015 y 2016 crece de forma exponencial, alcanzando a representar el stock de deuda un 18% del PBG.
Más allá de que puede resultar una obviedad, es importante señalar que los motivos por los cuales una deuda aumenta suelen ser similares tanto para países, provincias, municipios u hogares. Siempre que una economía comienza a gastar más de lo que recauda, necesita consumir ahorros o encontrar un prestamista que financie el dinero faltante.
En el caso de Chubut, como se puede observar en el segundo gráfico, si bien la provincia sostuvo un superávit fiscal promedio del 1% en relación con el PBG durante los años 2004-2010 (periodo donde se produce gran parte del desendeudamiento inicial), a partir del 2011 comienza a gastar más que sus ingresos, aumentando dicho déficit en el 2015 debido a un evento externo (caída del precio internacional del petróleo) que erosiona la recaudación en concepto de regalías.
Una recuperación del precio internacional del petróleo, combinado con una devaluación del tipo de cambio oficial, generó un fuerte aumento de la recaudación en concepto de regalías, pudiendo alcanzar (pero no sostener) un superávit fiscal durante el 2018. Durante el 2020, la inhabilitación de múltiples actividades comerciales (menores ingresos) y el incremento en gastos excepcionales producto de la pandemia (mayores erogaciones), agravaron el déficit primario y por lo tanto el nivel de deuda a un máximo histórico del 18% del PBG.
Hasta este punto sabemos que Chubut dispone de reservas que probablemente generarán regalías por un monto tres veces superior al de la deuda, pero que aun percibiendo regalías (incluso por montos superiores a los que se estiman para el futuro) la provincia no consiguió generar ingresos suficientes en relación con sus gastos habituales durante los años previos. Si las regalías no fueron suficientes para generar un superávit fiscal primario en los últimos diez años ¿Qué garantiza que lo serán para los próximos diez?
Tal vez el stock de reservas petroleras sirva de garantía para los acreedores de los bonos emitidos, pero las condiciones de sostenibilidad no implica únicamente cumplir con los compromisos actuales, sino también garantizar que los niveles de deuda en relación al tamaño de la economía no crecerán en el futuro.
Dicha sostenibilidad se determina por los siguientes cuatro factores (los mismo que mencionó el ministro de economía Martín Guzmán durante las exposiciones en el congreso para la renegociación de la deuda argentina): el crecimiento de la economía, el tamaño de la deuda, los intereses y el superávit o déficit que tendrá la provincia en un futuro. Es importante comprender que si bien las regalías no son una condición de sostenibilidad, al representar en promedio el 21% de los ingresos provinciales, son un factor importante del superávit o déficit provincial.
De las variables mencionadas, podemos aproximar los niveles de deuda a fines del 2020 en niveles cercanos al 18% del PBG y los intereses por valores del 8,75% anual. Anclando estas dos variables, es posible determinar la combinación entre el crecimiento de la economía y superávit que necesitaría la provincia de Chubut para alcanzar una sostenibilidad de la deuda, o en otras palabras, para mantener al menos constante el nivel de endeudamiento actual.
Como se puede observar en el tercer gráfico, aún alcanzando un equilibrio fiscal, Chubut debería crecer en valores cercanos al 9% para no aumentar su nivel de endeudamiento. Si la economía provincial no crece ni decrece, se necesitaría un superávit fiscal del 1,6%. Entre ambos extremos existen infinitas combinaciones que mantendrían constante la deuda, pero todas implican necesariamente revertir la tasa de decrecimiento de la economía provincial (que decrece a una tasa anual compuesta del 0,25% desde 2005 hasta 2019) y alcanzar un superávit fiscal (el cual promedia un -1,25% el PBG durante la última década).
Del último párrafo se puede concluir que la situación de la deuda es bastante más problemática en comparación con la informada por la consultora contratada por el gobierno provincial. De no poder aumentar o renegociar la deuda, para evitar un default, las posibilidades para los gobernantes parecieran encontrarse entre un fuerte ajuste fiscal o la autorización de nuevas actividades económicas como la minería, medidas antipopulares que cualquier político preferiría evitar.