Los efectos negativos sobre la Tierra de las tormentas solates extremas son bien conocidos por los científicos desde hace décadas. En la mayoría de los casos, el viento solar, que baña constantemente a la Tierra, no nos afecta gracias a nuestro escudo magnético que impide que este viento eléctrico cause un daño real a nuestro planeta o a sus habitantes, enviando esas partículas hacia los polos y dejando pintorescas auroras a su paso.

No obstante, cada siglo más o menos, debido al ciclo de vida natural del Sol, ese viento se convierte en una tormenta solar, o supertormentas solares, que podría afectar de forma catastrófica a diversas tecnologías humanas en la Tierra y, en este caso, sumir al mundo en un "apocalipsis de Internet". 

Según un nuevo estudio presentado en SIGCOMM 2021, la conferencia anual del Grupo de Interés Especial en Comunicación de Datos de la ACM, una tormenta solar severa podría sumir a gran parte de la sociedad a estar fuera de línea durante semanas o meses, escribió Sangeetha Abdu Jyothi, profesora asistente de la Universidad de California, Irvine, en el nuevo documento de investigación.

Dos supertormentas en la historia reciente 

Citando un ejemplo de lo desastrosa que podría ser una supertormenta solar para los sistemas de comunicaciones en la Tierra, Jyothi dijo que las últimas grandes tormentas solares ocurrieron en 1859 (evento Carrington) y 1921. El primer incidente creó una perturbación geomagnética tan grave en la Tierra que los cables de telégrafo estallaron en llamas, y las auroras –que normalmente solo son visibles cerca de los polos del planeta– se vieron cerca de la Colombia ecuatorial, según reportó LiveScience.

Incluso las tormentas más pequeñas pueden causar estragos, según el medio científico. Una de ellas, en marzo de 1989, dejó sin luz a toda la provincia canadiense de Quebec durante nueve horas.

Un mundo poco preparado 

"Lo que realmente me hizo pensar en esto es que con la pandemia vimos lo poco preparado que estaba el mundo. No había ningún protocolo para afrontarla con eficacia, y lo mismo ocurre con la capacidad de recuperación de Internet", dijo Abdu Jyothi a WIRED. "Nuestra infraestructura no está preparada para un evento solar a gran escala", agregó.

Parte del problema es que las tormentas solares extremas (también llamadas eyecciones de masa coronal, o CME) son relativamente raras; los científicos calculan que la probabilidad de que un fenómeno meteorológico espacial extremo afecte directamente a la Tierra es de entre el 1,6 % y el 12 % por década, según reportó LiveScience, citando el artículo de Abdu Jyothi.

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Tweet de Sangeetha Abdu Jyothi

Vulnerabilidad de líneas de fibra óptica de larga distancia y los cables submarinos 

Específicamente, Jyothi descubrió que las líneas de fibra óptica de larga distancia y los cables submarinos, que son una parte vital de la infraestructura mundial de Internet, son vulnerables a las corrientes producidas en la corteza terrestre por las supertormentas solares.

"Una eyección de masa coronal (CME) implica la emisión de materia cargada eléctricamente y el campo magnético que la acompaña hacia el espacio. Cuando golpea la tierra, interactúa con el campo magnético terrestre y produce corrientes inducidas geomagnéticamente (GIC) en la corteza", explicó Jyothi en un tuit.

Así, la corriente de estas tormentas solares puede entrar y dañar los conductores largos, como las líneas eléctricas, señaló el estudio. "En los actuales cables de Internet de larga distancia, la fibra óptica es inmune al GIC. Pero estos cables también tienen repetidores alimentados eléctricamente a intervalos de ~100 km que son susceptibles de sufrir daños", dijo Jyothi, quien añadió que si falla un número suficiente de cables submarinos en una región concreta, continentes enteros podrían quedar incomunicados.

"El documento no hace más que arañar la superficie de un problema importante. Hay que hacer mucho para entender el riesgo y reforzar nuestra infraestructura", señaló Jyothi.

Por otra parte, los países de altas latitudes –como Estados Unidos y el Reino Unido– son mucho más susceptibles a la meteorología solar que los países de latitudes más bajas. En caso de una tormenta geomagnética catastrófica, son esos países de latitudes altas los que tienen más probabilidades de quedar aislados de la red.

"Consideremos, por ejemplo, los cables submarinos de larga distancia más vulnerables. Se concentran en las latitudes más altas, sobre todo entre Estados Unidos y Europa", explicó Jyothi.

Según la científica, el impacto económico de una interrupción de Internet durante un día en Estados Unidos superaría los 7.000 millones de dólares. "¿Y si la red no funciona durante días o incluso meses?", sentenció Jyothi.

Con información de DW

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