“Estudiantes de Chubut perderán un 18 por ciento de su productividad futura”
¿Cómo impacta la pérdida de clases, acumulada en el tiempo de cursada escolar primaria y secundaria? ¿Qué efectos hay sobre la formación de chicos en etapa de formación? Durante una entrevista exclusiva con ADNSUR TV, Gustavo Zorzoli, referente de “Argentinos por la Educación”, se refirió a estudios que demuestran que un ciclo escolar perdido equivale, para un niño o adolescente afectado, a una pérdida de entre 8 y 9 por ciento de su productividad futura en el mercado laboral, lo que significa una merma en su capacidad de generar recursos. En la provincia, se estima que un gran número de la población estudiantil ha perdido al menos dos ciclos completos entre los años 2013 y 2020.
COMODORO RIVADAVIA (ADNSUR) - “La situación educativa de Chubut se puede definir como una catástrofe”, reseñó el especialista, ex rector del Colegio Nacional de Buenos Aires y actual director de la Escuela de Formación en Ciencias. Hizo referencia a la situación educativa del país y los efectos desastrosos de la pandemia, en los que enumeró los múltiples inconvenientes de las clases virtuales, generando una discontinuidad muy grave para la mayor parte de los estudiantes del país. Pero además, focalizó en la crisis que ha atravesado esta provincia en los últimos años.
“Hay estudios que demuestran que un ciclo lectivo perdido tiene un impacto en el futuro productivo de los niños y jóvenes de entre un 8 y 9 por ciento, es decir que los niños y jóvenes chubutenses van a ver disminuida su capacidad de generar riqueza entre un 15 y 18 por ciento menos –lamentó-. Ese impacto no lo vemos en cada persona, como sí ocurre con las personas enfermas de COVID o mucho más en el caso de las personas que lamentablemente fallecen por esta enfermedad. Los efectos en la educación no los vemos hoy, sino en el largo plazo y va a tener un impacto en los miembros de la sociedad, no sólo en lo económico, sino en muchos otros aspectos”.
Responsabilidad de gobiernos y docentes
Zorzoli apeló a la responsabilidad de los gobiernos provincial y nacional, pero también de los docentes, para evitar que en 2021 se repita la pérdida sistemática de días de clases, más allá de los cuidados sanitarios que impondrá la continuidad de la pandemia.
“¿Cuánto aprendieron los chicos y chicas que antes de la mitad de año apagaron el audio y la video cámara de las clases? Ni siquiera hemos tomado evaluaciones, hay fallas enormes en el sistema educativo –señaló en referencia al contexto general de las clases a distancia-. Los docentes no saben con qué se van a encontrar cuando, ojalá que así sea, se reabran las escuelas. Las aulas van a ser más desiguales que nunca. Van a arrancar desde un punto ciego, tras 15 meses sin actividad, porque no se pueden contar los 5 días de clases que hubo en marzo de 2020. El año pasado es un año perdido desde el punto de vista del aprendizaje”.
“Si además de los problemas de 2020 uno piensa en lo que pasó en Chubut, pensamos en un grupo de estudiantes que empezó la escuela en 2008 y egresó en 2020 del secundario, perdió 3 años de su formación, es decir una cuarta parte de su aprendizaje. La verdad que es una catástrofe –resumió el analista-. (…) Es importante que la provincia haga todos los esfuerzos necesarios para acordar con los docentes y éstos tienen que entender que su función es un servicio esencial, por lo que más allá de las pujas entre gobiernos y gremios hay algo para resolver desde la política grande y es que los chicos y chicas no pueden pasar intervalos sin clases tan prolongados, más allá de lo ocurrido con la pandemia. Hay mucha responsabilidad por parte de los gobiernos y en este caso el gobierno nacional tiene que intervenir para resolver este grave problema. Es una responsabilidad de la Nación, de la provincia y también de los docentes, que deben pensarse como elementos fundamentales de una sociedad. Estamos afectando el futuro de miles de chubutenses en los próximos años”, advirtió.