“Las promesas hay que cumplirlas": viajó 400 km en caballo y llevó flores a la tumba de su mamá
Hernán Díaz viajó desde una provincia patagónica hacia Mendoza. "La había hecho en el 2017 y por diferentes motivos no había podido cumplirla", declaró.
El pasado 17 de febrero, Hernán Díaz cumplió una promesa y viajó desde la localidad de Catriel, Neuquén hacia Real del Padre en Mendoza. El joven preparó dos caballos para su viaje de 400 kilómetros.
Su objetivo era ir hasta ese lugar, para visitar el cementerio y llevarle flores a la tumba de su mamá.
“Las promesas hay que cumplirlas. Esta la había hecho en el 2017 y por diferentes motivos no había podido cumplirla”, sostuvo Díaz a La Mañana Neuquén.
Respecto a su viaje, explicó que lo acompañó un amigo en camioneta, para llevar provisiones y un carro para sus animales.
“Mi mamá siempre me acompañó en mi amor por los caballos, iba conmigo a las fiestas cuando hacía destrezas criollas. Siempre me apoyó”, reveló el joven.
Por otra parte, contó que recorrían entre 45 y 50 kilómetros hasta agarrarlos la noche, donde descansaban.
“Teníamos todo para armar campamento y que los animales se repusieran. Para mí lo principal era no agotarlos, así que llevábamos agua y las comodidades para que descansaran”, reveló el joven que viajó desde Catriel.
Si bien, vive en Neuquén, aún conserva muchos amigos y familiares en Mendoza. Por este motivo, al enterarse de su viaje, muchos lo esperaban en el camino.
“Unos conocidos me estaban esperando a caballo en Santa Isabel, unos 170 kilómetros antes de llegar, otros me esperaron en Cochicó y otros en Punta de Agua. Así nos fuimos todos cabalgando", recordó.
Su llegada a Mendoza
Hernán Díaz, acompañado de sus seres queridos, llegó a destino el domingo a las 10:30 horas. Lo primero que hizo fue cumplir su promesa. Compró un ramo de flores silvestres y se dirigió hacia el cementerio. Allí, visitó la tumba de su mamá, se arrodilló y dejó las flores que había comprado. Luego se quedó un momento a solas.
Al salir, vio a más amigos y familiares que lo esperaban, contentos por volver a verlo.
“Catriel hoy es mi casa, llegué hace años en busca de trabajo y me quedé allí, pero hoy estoy disfrutando de pasar tiempo con afectos que no puedo hacerlo seguido”, señalo Díaz.
El joven aseguró que debe regresar a tierras patagónicas para incorporarse a su trabajo. En tanto los caballos serán llevados en el carro, que había preparado para sus animales.
Por último sostuvo: “Pude cumplir mi promesa que era lo más importante”.
