Abuelas de un hogar de ancianos de Comodoro tejen y venden gorritos de lana para poder celebrar sus cumpleaños
Las manos hábiles de este grupo de mujeres -de entre 80 y 88 años- elaboran con amor estas prendas de abrigo que no tienen precio fijo, pero que la gente paga generosamente y así pueden reunir el dinero para sus fiestas de cumpleaños.
Las edades de las ocho mujeres que viven en este hogar de ancianos de Comodoro - My Hogar- va entre los 80 y los 88 años. En la residencia viven también dos hombres. La idea de tejer gorritos de lana y venderlos para juntar dinero para sus fiestas de cumpleaños surgió durante la pandemia y se materializó principios de este año. En abril, ADNSUR publicó el pedido que realizaron desde el hogar para que les donen ovillitos de lana, y así poder avanzar en este proyecto.
“Ellas me contaron lo que querían hacer y a través de las redes sociales le pedí a la gente que nos ayude. Se acercaron muchas personas para colaborar. La mayoría de la lana con la tejieron fue donada”, detalló Alejandro, propietario del lugar.
Gracias a lo que recaudaron por las ventas, el mes pasado festejaron el cumpleaños de Lita, una abuela oriunda de Salto, Buenos Aires, que hace dos años y medio dejó el pueblo donde vivió toda su vida para estar cerca de su familia.
“Una de mis hijas vive con su familia en Comodoro Rivadavia, y yo en Salto estaba sola, por eso me vine para acá, para estar cerca de ellos. Están a pocas cuadras del hogar, así que me visitan muy seguido. No me acuerdo de quién fue la idea de empezar a tejer, y cuando me lo propusieron contesté que ‘yo ya había tejido mucho’. Pero por suerte cambié de idea y ahora estoy todo el día con las agujas en las manos”.
El tejido, compartir la mesa de trabajo y las charlas ocupan casi la mayor parte de su día. Los gorros no tiene un precio fijo y la gente que los compra les deja plata a voluntad. La mayoría les da $500 y se lleva una prenda hecha con el cariño de una abuela. Vendieron los suficientes para comprar la comida y el cotillón para celebrar los 80 años de Lita. El 3 de mayo durante el festejo hubo pizzas, empanadas, guirnaldas, una torta y velitas. Se les sumaron los aplausos y los buenos deseos.
Durante la pandemia, Lita vio a su familia a través de una ventana. Extrañó los besos y los abrazos. Ahora, que desaparecieron esos dos metros de distancia que los separaban, se reunieron para cantar juntos el feliz cumpleaños.
Las abuelas siguen tejiendo y se preparan para el próximo cumpleaños. Quienes quieran colaborar con las abuelas de "My hogar" pueden acercarse a la casa, ubicada en Líneas Aéreas del Estado (LADE) al 2377 del barrio Próspero Palazzo.
Con información de TN