ADEPA advirtió que la libertad de prensa es la base para la convivencia democrática
La entidad dio a conocer su informe semestral luego de la 60° Asamblea General Ordinaria realizada en El Calafate, donde alertó sobre iniciativas legislativas que pretenden interferir en la libertad editorial.
La entidad dio a conocer su informe semestral, donde alertó sobre iniciativas legislativas que pretenden interferir en la libertad editorial. ADEPA, La Asociación de Entidades Periodísticas de Argentina, emitió informe titulado “La libertad de prensa, base de la convivencia democrática”. En el mismo advierten que ninguna ley debe condicionar la investigación periodística.
El informe semestral presentado en la 60° Asamblea General Ordinaria realizada en Calafate ante directivos y representantes de medios. También expresa que ninguna ley debe afectar el debate público ni interferir con la labor judicial y la independencia de los tres poderes del Estado.
“La tarea informativa de medios y periodistas puede ser cuestionada, pero la crítica -aún la más vehemente- está lejos de constituir un delito”, aclara la entidad en el documento de seis páginas titulado “La libertad de prensa, base de la convivencia democrática”, y que destaca el contexto enrarecido que vive el país para el ejercicio de la libertad de expresión se vio tensionado en el últimas semanas por el atentando contra la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner y el juicio de la causa Vialidad.
Según publicó La Nación, el documento, elaborado por la Comisión de Libertad de Prensa e Información de la entidad expresa: “Nuestra Constitución Nacional es muy clara: la ciudadanía debe gozar de la posibilidad de expresar sus opiniones sin censura previa. Lo mismo sostiene la Convención Americana de Derechos Humanos, a la que nuestro país adhiere. De hecho, la legislación argentina se desprendió en las últimas décadas de aspectos autoritarios y anacrónicos, como los delitos de desacato y calumnias e injurias, algo que entonces fue celebrado por Adepa y por el conjunto de la sociedad”, señaló Martín Etchevers, presidente de la Comisión de Libertad de Prensa de Adepa, durante la lectura del informe semestral sobre la situación del sector.
En el informe se recordó que el ataque sufrido por Cristina Kirchner y repudiado de inmediato por ADEPA “desató una lamentable campaña por parte de ciertos sectores del oficialismo, que buscó vincular de modo temerario la actividad periodística con este episodio delictivo”. En ese contexto la entidad reiteró: “Con el pretexto de combatir discursos de odio, no se debe promoverlos ni pretender silenciar las críticas” porque consideró que de hacerlo se estaría afectando la libertad de expresión.
El informe hace referencia a las iniciativas del poder legislativo que se dieron a conocer en los últimos días, que consideró que intentan interferir en la libertad editorial. “Obviamente, el periodismo no está exento de cometer errores y aun de afectar derechos de terceros. Pero siempre estará abierta la instancia judicial para eventuales reparaciones” en tanto que recordó que desde la última Asamblea la entidad se expresó en reiteradas oportunidades ante “expresiones peyorativas y de intolerancia de altos funcionarios y políticos contra medios y periodistas”.
Desde Adepa recordaron que la estigmatización a la prensa y el intento de responsabilizarla por problemas de gestión o por hechos de corrupción son nocivos para el debate público, “ya que desvían la atención de los problemas efectivos y de las soluciones que estos demandan. Insistir en tales teorías desde la política conduce inexorablemente a exacerbar la intolerancia que predomina en las posiciones radicalizadas e incluso puede servir de antesala a otro tipo de agresiones contra periodistas como algunas de las que sucedieron en los últimos meses y que ADEPA condenó”.
Para la organización que reúne a los principales medios gráficos y digitales del país desde la restauración democrática de 1983, la Argentina ha erradicado la violencia sistemática del Estado contra la vida de los periodistas.
Desde Adepa hablaron sobre el crimen del fotoperiodista José Luis Cabezas, diciendo que “fue el más grave atentado contra la prensa desde entonces”. El mismo generó un repudio y un reclamo de justicia tan generalizados que se convirtió en bisagra y en barrera social para la repetición de este tipo de hechos.