Alejandro Fantino contó el día que Maradona le regaló un juguete sexual como "la del negro de WhatsApp"
En su programa de América, el conductor confesó su reacción cuando el futbolista le obsequió un regalo que había comprado en un sex shop y por el que se escandalizó su empleada doméstica al descubrirlo en un cajón. "Era una matraca, me quedé helado", contó Fantino en este video de su programa, con la insólita anécdota completa.
CAPITAL FEDERAL (ADNSUR) - El conductor Alejandro Fantino sorprendió a todos al contar al aire en su programa "Fantino a la tarde" el regalo sexual que le hizo su amigo Diego Maradona al regresar de un viaje por Cuba y que lo dejó impactado.
"Tengo 353 cosas de él y les voy a contar una cosa que nunca pensé contar, pero es de las anécdotas divertidas". Y comenzó: “Cuando llega (de Cuba) me trae a Mar de Fondo un cuadro rojo y grande con la imagen del Che Guevara que dice: ‘Para el gaucho Fantino, con todo mi afecto, Diego10′".
"Era la foto del Che enmarcada en vidrio. ¡Me volví loco! Me largué a llorar, creo que estaba Tevez y esa noche se lo presento… Y (Diego) me dice ‘pará boludo, tengo uno mejor para vos, un regalo que me acordé de vos, esto te va a encantar'", continuó Fantino.
Después, Fantino aclaró la advertencia de Maradona: “Y bueno… es fuerte, ¿se la bancan? Me hizo un chiste y me trajo de regalo, tenía eso de joderte con esas cosas maravillosas".
En ese instante fue cuando Diego le dio el regalo.
"Se ve que pasó por un sex shop y me compró un… la del negro de WhatsApp era chiquita al lado… Era una matraca de este tamaño con una ventosa para pegar en un vidrio. Aparte, negra… Imaginate un adorno así en San Vicente. Me quedé helado", confió.
"Me lo dio envuelto en un nylon y lo empiezo a abrir y él se reía. Le dije ‘qué hacés boludo’. Llegué a mi casa y no lo quería tirar porque me lo había regalado Maradona. Lo envolví en unas remeras viejas que tenía y lo metí en el fondo del placard", dijo Fantino, quien admitió que el tema le generó un problema con la empleada doméstica de su casa.
“A los 8 meses veía que la chica que limpia en casa y es familia no me hablaba, estaba cabizbaja, y le pregunto ‘Marianita ¿te pasa algo?’ y me dice ‘no, no… le cambié las medias de lugar del cajón’ y le digo ‘no, mirá que es un regalo de Maradona’ y nunca me creyó”, explicó y agregó con mucho orgullo: “Diego tenía esas cosas que era muy divertido, tenía mucho humor”.