Alfredo Ayul, el coleccionista de Comodoro que tiene un museo de Elvis en Km3
Tenía 13 años cuando escuchó y vio a Elvis por primera vez en la pantalla del cine. Su estampa y su forma de ser lo atraparon, y al otro día sin dudarlo fue al centro y compró un disco del cantante estadounidense. “Los 40 mejores éxitos de Elvis” es la primera de más de 800 piezas que Alfredo Ayul tiene del artista, una colección que presentó en cuatro oportunidades y que pocos tienen en la Patagonia. Este domingo, te contamos la historia de este comodorense y su vínculo con el rey del rock.
Con casi 60 años, Alfredo Ayul aún recuerda esa noche en que su padre, luego de volver de trabajar le contó que había muerto su ídolo. El gringo que él escuchaba, como le decía su papá, tenía sólo 42 años y Alfredo no podía creer que una persona se pueda morir tan joven.
Por entonces, él todavía no era fanático de Elvis Presley, pero admiraba mucho a aquel hombre de campera de cuero, guitarra eléctrica y look rebelde. Por eso, fue un shock su muerte. Es que como dijo Roberto Maidana, el conductor de Telenoche que le dedicó todo el programa al cantante, esa noche murió “una parte de la música”.
Lo cierto es que la historia de Alfredo y Elvis había comenzado mucho tiempo atrás. Una tarde de domingo, cuando solo tenía 13 años, su padre lo llevó al Cine Coliseo. La proyección de cartelera invitaba a ver dos capítulos de Argentinísima. Sin embargo algo pasó, y luego que terminó la primera función pusieron una película del rey del rock.
“Me acuerdo que mi viejo dijo ‘vamos’, pero yo le dije ‘dejame, yo me quedó’. Imaginate si hoy tiene poco movimiento Comodoro, como era en el 75. Somos de la generación que iba a tomar mate a la San Martín, así que me quedé a ver la película y me gustó. Me gustó la pinta, la facha, la forma de ser, la música. Y el lunes me fui a Roselló o Villeco, no me acuerdo cual de las dos disqueras, y le dije al vendedor ‘ando buscando un disco de Elvis’ y apareció con un disco doble: “Los 40 mejores éxitos de Elvis”. Así empezó todo”.
Alfredo recuerda con lujo de detalle esos días. Cuenta que cuando llegó a su casa y puso el disco escuchó una voz distinta a la que había oído en el cine, que pensó que incluso se habían equivocado en la recopilación de temas, y que luego le preguntó a un amigo de su papá y le confirmó que era la voz de Elvis.
Así pasó cada uno de los temas y sobre el final escuchó aquella voz que tanto lo había impactado en la pantalla grande. A fin de cuentas, era una recopilación con los mejores éxitos del rey del rock.
Cuarenta y cinco años después “Los 40 mejores éxitos de Elvis” es la primera pieza de una gran colección que Alfredo tiene en Kilómetro 3, allí donde montó un pequeño museo personal donde exhibe sus más de 600 discos de Elvis, posters originales de las películas que el cantante filmó, muñecos, entradas, una vitrola de 1956 con la firma del cantante que venía con un disco original, un sobrero y el “The Final Curtain”; un libro repleto de 400 páginas, con 6 CD y 6 DVD con horas de metraje inédito y nuevas cajas de resonancia completa.
Con casi 60 años, el coleccionista afirma que a esta edad consiguió “lo que más quería”. “Hay dos o tres cosas puntuales que quiero conseguir porque son de Argentina. Pero el resto tengo lo que quiero”, admite. Y confiesa que “esto de coleccionar también tiene algo de frustración”.
“Cuando querés algo te frustra no tenerlo, entonces tuve que trabajar sobre eso, porque llega un momento que querés todo, pero todo es imposible”, explica.
Alfredo admite que “mucha gente se debe preguntar qué más podés comprar si Elvis murió hace 40 años”, y su respuesta lo explica todo.
“Todos los años sacan cosas, box set, tomas alternativas de la década del 60, porque hay canciones que por ahí llevaban 17 tomas alternativas. Pero no se puede todo, es imposible. Hay muchos países que han tenido covers de portadas distintas, después ediciones especiales, entonces en un momento dije ‘voy a coleccionar la colección completa de sus discos que son 70 LP y listo’, pero acá tenes más de 600 discos; el resto son ediciones limitadas que incluye las colecciones en mono y en estéreo”.
LA SATISFACCIÓN DEL COLECCIONISTA
Alfredo cuenta que cuando falleció Elvis solo tenía 3 discos. Luego aumentó su fanatismo y se convirtió en coleccionista. La década del 90, en tiempos de 1 a 1 (un peso = un dólar) fue la mejor época para volar. “Teníamos un dólar estable, una posibilidad de interactuar con el mundo, las cosas te llegaban de verdad y tus gastos eran un gasto de lujo sin prohibirte de muchas cosas”, admite.
Hoy todo es distinto, casi imposible y comprar significa resignar, algo que a los 60 años no está dispuesto, ya que se siente feliz con lo que tiene.
“Entendí tarde que todo no se puede y que coleccionar te tiene que dar satisfacción, felicidad y no frustración. Entonces para mi hoy esto es algo lindo, es parte de mi vida, un cable a tierra, estar enfocado en algo que te da felicidad. A esta edad tengo la fortuna de decir que estoy mucho más tranquilo y satisfecho con el material que he conseguido. Sé que me faltan cosas, miles, pero que deseo…casi nada”, sentencia, este coleccionista comodorense que tiene su propio museo de Elvis, el rey del rock que conoció alguna vez, a los 13 años, en una sala de cine.