COMODORO RIVADAVIA (Exclusivo ADNSUR) - El municipio de Comodoro Rivadavia continúa las gestiones del crédito BID (Banco Interamericano de Desarrollo) para construir los emisarios marinos, una iniciativa que, tal como anticipó ADNSUR desde fines del año pasado, podría significar un importante paso para empezar a resolver la descarga de más de 50 millones de litros de cloacas crudas que hoy se vuelcan diariamente al mar.

Tras un encuentro mantenido la semana pasada por el intendente Carlos Linares y sus colaboradores en el Ministerio del Interior de la Nación, se continúan ultimando detalles para cumplimentar los requisitos exigidos para acceder al crédito, a partir del acompañamiento del gobierno nacional.

El tema es trabajado en conjunto por las Secretarías de Hacienda y de Obras Públicas, mientras que además de la gestión vinculada al préstamo, se debe remitir en breve el proyecto de ordenanza para obtener la aprobación del Concejo Deliberante.

Las condiciones del préstamo son de tipo promocional para este tipo de proyectos, ya que se contaría con 3 años de gracia para iniciar la devolución del préstamo, con 15 años de plazo y una tasa que no excedería el 5%. “Son condiciones que si no fuera un crédito BID, son imposibles de conseguir por más buena calificación que tengamos”, contó uno de los hombres que trabajan sobre el tema, para reflejar las ventajas de tomar deuda para concretar este proyecto específico.

Según lo que se informó en su momento, el préstamo podría ubicarse en torno a los 40 millones de dólares, dependiendo de la valuación final del proyecto de emisarios marinos, que había sido realizado años atrás, con acompañamiento del Consejo Federal de Inversiones.

Se trata de un tipo de tratamiento primario, que apunta a la separación entre sólidos y líquidos, disminuyendo la carga bacteriológica de los efluentes que finalmente son enviados al mar, a través de dos emisarios que recibirán los efluentes que hoy se desparraman a lo largo de 26 puntos en el área costera.

Debido a este tipo de afectación ambiental, este año sólo pudieron habilitarse dos sectores de playa en toda la ciudad, ya que en el resto de las costas el nivel de carga bacteriológica las transforma en potencialmente riesgosas para la salud de las personas.

Según al informe realizado por el Laboratorio de Aguas, las playas de los barrios Restinga Alí, Km8, Km.5, Km4, Km3 y Stella Maris no son aptas para el baño o recreación debido a los “resultados deficientes” que arroyan los análisis. Por esto, indica que “el contacto del agua de mar de estos sectores con la piel, mucosas, o una accidental ingesta es perjudicial”, con lo que no recomienda que quienes utilicen estas playas en verano se metan al agua, ni siquiera parcialmente

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