Café "Gregorio": la historia de una casa tradicional de Rawson que se convirtió en un exitoso local gastronómico
El pasado puede ser un "ancla" o un arco que se tensa y que te impulsa. Sus descendientes se comprometieron con la mística de Gregorio Mayo y Gregorio Laurini, se organizaron y reconvirtieron una casa de 100 años en un local gastronómico moderno, atractivo y pujante. Hoy, 9 familias viven del emprendimiento.
Hace más de 100 años, Rawson se empezó a desarrollar en cercanías del Río Chubut.
Allí se empezaron a gestar las primeras casas y los edificios tradicionales que le otorgaron el sello de identidad que mantiene hasta el día de hoy.
Hubo una familia que entendió que la historia no era la nostalgia de un tiempo pasado sino el motor para impulsar emprendimientos que tuvieran sentido en el S. XXI. La mística de un gran pionero de la ciudad como Gregorio Mayo que llegó a ser Intendente de la ciudad y cuyo nombre bautiza a un barrio importante y a calles céntricas junto con Gregorio Laurini pavimentaron los desafíos presentes. Sus familiares se comprometieron con el espíritu proactivo de sus antepasados, apostaron a su intuición, se unieron, se organizaron y le dieron forma al 'Café Gregorio' en la misma casa donde creció todo su árbol genealógico.
En diálogo con ADNSUR, Ignacio Prusso (propietario del Café ‘Gregorio’) recordó “Gregorio Mayo tuvo varios hijos. La primogénita fue Francisca Mayo que se casó con Domingo Laurini. Ambos hicieron los planos de la casa que tienen fecha de 1930 cuando Rawson no estaba desarrollado como actualmente. Pero la ciudad empezó a crecer desde esta zona cercana al río Chubut”.
“A pocas cuadras, está la capilla Berwyn y otras construcciones tradicionales. Luego Rawson le dio la espalda al río y comenzó a crecer en otros sectores”, agregó.
“Francisca Mayo y Domingo Laurini tuvieron 5 hijos que fueron Ítalo, Diego, Gregorio, Zaida y Leonor. Mis primos son los dueños de esta casa. Toda mi familia vivió acá. Desde mi bisabuela Leonor, mis padres, mis hermanos y fue una casa familiar a lo largo de varias generaciones”, valoró.
“Gregorio Mayo fue una gran protagonista en su tiempo. Tenía tierras en cercanías del club Germinal. Hay un barrio que lleva su nombre y calles importantes de la ciudad también lo recuerdan porque fue el primer Intendente”, subrayó.
“El Café toma el nombre como un homenaje a Gregorio Mayo y también a Gregorio Laurini quien fue uno de sus nietos. Ambos fueron pioneros y pujantes en su tiempo”, precisó.
¿Cómo surgió la idea de convertir una ‘casa histórica’ en un local comercial temático?
“La idea de concebir esta casa como un local comercial comenzó a definirse durante la pandemia. Yo tengo el autoservicio ‘La Ola’ en Playa Unión. Lo empezamos a pensar con mi hermana porque observábamos que Rawson no tenía un restaurant de comidas. Este lugar estaba en desuso, lo hablamos con mis primos y la idea del local cerraba por todos lados. Pero había que hacer números para asegurarnos que la inversión valga la pena”, reveló.
“La casa se conserva muy bien teniendo en cuenta que tiene 100 años. Todavía tiene los espacios originales en las puertas, ventanas y hasta en los pisos. Se tuvo que hacer el sistema de la energía completo para mantener los aspectos tradicionales pero adaptarlos a los nuevos requerimientos”, explicó.
“La gente responde bien en cuanto a la asistencia al local más allá que se trata de un momento económico complejo. Pero los vecinos acompañan y hay clientes que vienen con cierta regularidad”, valoró.
¿Cuántas familias viven del movimiento del local?
“Hay 9 personas que trabajan ‘en blanco’. Luego están los trabajadores que se vinculan –indirectamente- como el contador, el encargado de las redes sociales, el electricista, el gasista, jardinero y quienes supervisan el estado de las instalaciones. Hay toda una economía paralela por las actividades tercerizadas”, completó Ignacio Prusso, propietario del Café Gregorio de Rawson.