Cañadón Seco: Trabajadores de Lufkin iniciaron huelga de hambre
Al no ser contemplados, por ahora, en la posibilidad de ser reinsertados laboralmente.
CAÑADÓN SECO (ADNSUR) - Unos 30 trabajadores petroleros, de los casi 40 que a principios de este año fueron despedidos por la empresa de servicios Lufkin por finalización de contrato con Sinopec, se declararon este lunes en huelga de hambre frente a la base que esa operadora posee en Cañadón Seco, al no ser contemplados, por ahora, en la posibilidad de ser reinsertados laboralmente.
Ayer se supo que la totalidad de los despedidos cobrará el 100% de las indemnizaciones, pero sólo una veintena, en su mayoría residentes en Pico Truncado, cuenta con la promesa de ser absorbidos en la empresa de servicios que reemplace a Lufkin.
Ello en razón de que los mismos canalizaron su reclamo a través del sindicato, cuya dirigencia hizo saber a través de un informe de prensa que llevó el planteamiento ante la Delegación truncadense de la Secretaría Provincial de Trabajo. A consecuencia de ello, se adjudicó no sólo haber logrado que Lufkin reconozca el 100% de las indemnizaciones, sino también que Sinopec se comprometiera a establecer una cláusula de reincorporaciones en el contrato que establezca con la futura subsidiaria que se ocupará de continuar con el montaje de equipos de bombeo en sus yacimientos.
En ese contexto, un miembro de comisión directiva, Sebastián Santillán, dijo el viernes: “hemos ratificado un fuerte compromiso con los compañeros que confiaron en la comisión directiva del gremio”, pero al mismo tiempo calificó de “irresponsable” la actitud de Carbajal, ya que puso en estado de vulnerabilidad laboral y judicial al grupo de trabajadores que lo acompañó en el bloqueo a Sinopec.
LE PROHIBIERON SALIR DE LA PROVINCIA
Vale también recordar que por el bloqueo que encabezó en los portones de la base de Sinopec, el Juzgado Federal de Caleta Olivia procesó a “Toja” y además le prohibió salir de la provincia, pudiendo hacerlo sólo en caso de extrema necesidad, pero para ello deberá pedir autorización en ese mismo estrado.
El no está en el listado de los despedidos, ya que por su condición de delgado cuenta con fueros gremiales, pero ello no lo exime de la causa que le inició la Justicia por interrupción de una actividad comercial y además le impuso una seria advertencia de no reincidir.
Por si acaso, poco antes del mediodía de ayer, una comisión de Gendarmería Nacional se acercó a la base de Sinopec para reiterarle a él y a todo el grupo de trabajadores que lo acompañaban, algunos de los cuales, además de llevar adelante la huelga de hambre y estar acompañados por sus esposas e hijos, permanecían encadenados al cerco perimetral, pero sin bloquear el portón principal de acceso.
La última comunicación que tuvo La Opinión Austral con Carbajal, esta vez vía telefónica, fue a media tarde, y el dirigente dijo que si bien todo el grupo se sentía “marginado” por el gremio, se mantenía unido y esperaba que directivos de Sinopec les dieran una respuesta favorable en cuanto a su reclamo de reinserción laboral.