En la sala de espera de un consultorio ginecológico, Nora espera a ser atendida. Tiene 80 años y la panza de su embarazo avanzado es imposible de disimular. Al lado está Silvia, otra paciente un poco más joven que se interesa por su estado de salud.   Aparentemente ella tiene complicaciones para quedar embarazada. La escena se pone tensa, ambas discuten porque ninguna está conforme con el estado que transitan.

Mabel y Oscar están casados hace muchos años. Deciden irse a esquiar un fin de semana largo y mientras tratan de mantenerse en pie sobre la nieve, ella descubre en el celular de su compañero que la engaña, y así, entre tablas, frío y bastones, comienzan a decirse verdades que hace años ocultan.

De izquiera a derecha. Gutavo Pardini, Oscar Blanco y las alumnas que reciben indicaciones. Foto Mariela Garolini

Estas escenas son parte de las actividades de improvisación teatral que realizan las mujeres y hombres que concurren al “Taller de teatro para adultos” en el Centro de Jubilados de Rada Tilly todos los sábados de 14 hs a 16 hs. Cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia.  ¿Será que la ficción supera la realidad?

Sus coordinadores son Gustavo y Oscar, actores de la región que decidieron poner en práctica todo lo aprendido hace años en su grupo de teatro Salida de Emergencia. Ellos elevaron la propuesta en el centro de jubilados y en el 2023 comenzaron con el taller con 10 personas y hoy ya suman unas 25.

Nora tiene 80 años y está embarazada. A su lado Silvia. Ambas esperan el turno con el doctor. Foto Mariela Garolini

Antes de las 14 horas comienzan a llegar las participantes, casi todas son mujeres. Los saludos comienzan apenas se ven a través de las ventanas. Se ríen y hacen morisquetas hasta que atraviesan la puerta y se abrazan. La risa es un código en común, aunque en apariencia el único motivo parece ser el encuentro.

Ejercicios iniciales de la clase para darle calor al cuerpo y afljar tensiones diarias. Foto Mariela Garolini

“Nuestro objetivo principal es que se encuentren con sus pares, compartan experiencias y puedan establecer vínculos. A veces los adultos mayores se sienten invisibles y acá ellos son los protagonistas”, comentó Gustavo, en entrevista con ADNsur.

El murmullo del encuentro va en aumento hasta que Oscar comienza a aplaudir, y así todos comienzan a hacer lo mismo. Se colocan en una ronda muy grande preparados para recibir las indicaciones, lo principal en ese momento es dejar afuera la vida cotidiana y mover el cuerpo para que entre en calor. Respiran, mueven rodillas y brazos hasta que todo está en movimiento constante.

La ronda se rompe y caminan. La consigna es establecer contacto visual con algún compañero y avanzar. Luego hay que saludar y agregar una palabra y de a poco el contacto físico, hasta que al final, la ronda se convierte en una maraña de abrazos, palabras y carcajadas. Para quien observa desde afuera es notable el disfrute que se transmite a través de abrazos.

UN POCO DE TÉCNICA Y MUCHA PASIÓN

Gustavo y Oscar preparan sus clases durante la semana y los participantes saben que cada sábado tienen una sorpresa y la motivación les dura hasta la próxima clase.

“Nosotros adaptamos todo, tenemos que tener cuidado con las cuestiones de movilidad, pero la realidad es que cuando llegan a taller vienen con mucha energía, acá se respira juventud y ganas”, comentó Gustavo.

Ana Stingl es una feriglesa que recurre a una mujer cura, Eva Ojeda, para confesar todos sus pecados. Foto Mariela Garolini

Las técnicas actorales las transmiten en actividades lúdicas. Ellos no quieren presionar bajo ninguna circunstancia. Este espacio es dedicado al placer y a recuperar el juego que se pierde con la vida cotidiana.  

La memoria se activa ya que tienen que aprender textos para las presentaciones. También les dan tarea para que realicen en la casa, como por ejemplo crear un personaje. ¿Cómo viste?, ¿Cómo habla? ¿Qué ropa utiliza?, y así es que durante toda la semana están activos. El grupo de WhatsApp que comparten no deja de sonar con consultas e ideas.

Ana Stingl y Gustavo Simoes son dos directores de la película La guerra de las simias”. Hablan con un tono extranjero que no puede identificarse. Conversan sobre la producción hasta que llegan 3 actrices al casting para “la mona jefa”. En 10 minutos ellas recorren la sala mostrando sus habilidades de liderazgo y fuerza animal. Gruñen y saltan encorvadas, hasta que una se queja: “Decídanse rápido que me duelen las rodillas”, expresa Mary entre la risa de sus compañeros.

“Acá venimos a jugar y hacemos cualquier papel que se nos presente, no somos nosotros. De a poco nos soltamos y perdemos el miedo a la ridiculez. Estoy feliz porque hice muchas amigas y los profes son lo mejor”, relató Mary de 68 años.

Mary se presenta para el casting de la película "El planeta de la simias". En el fondo Oscar Blanco uno de los actores que dicta el taller. Foto Mariela Garolini

Marta y Gustavo se encuentran en una cita, se conocieron por Tinder. Se miran y nada es lo que esperaban del otro. Oscar comienza a darles indicaciones para que aumenten el ritmo de la improvisación. Silvia, la esposa de Gustavo, los mira y se divierte.

“La clase pasada hice de jirafa y hoy fui director de cine. El teatro permite explorar partes que tenemos dormidas y pensar fuera de la rutina diaria. Nos liberamos de los prejuicios. Vengo con mi esposa Silvia y es la mejor decisión que tomamos”, indicó Gustavo que tiene 66 años y está jubilado.

DIVERTIRSE Y RECUPERAR VÍNCULOS

Oscar y Gustavo están más que satisfechos por los objetivos logrados y los principales son los vínculos que se establecieron.

“La fortaleza del grupo es la solidaridad y la amistad es la mejor construcción que realizaron entre todos”, destacó Gustavo Pardini.

Dos mujeres perdidas en el desierto. Los únicos recursos que tienen para salvarse con un control remoto y un mazo de cartas. Foto Mariela Garolini

Dos mujeres están perdidas en el desierto, solo llevan con ellas un control remoto y mazo de cartas. El conflicto gira en torno a las posibilidades de supervivencia que tienen. Oscar comienza a sugerirles niveles de intensidad, desde el 1 hasta el 5.  Y esto se refleja en las acciones y diálogos.  De caminar tranquilas pasan por el desierto pasan a desesperarse entre la arena caliente.

Cuando llegan obras de teatro a la ciudad se organizan para ir a verlas en grupo, luego van a cenar y comparten ideas sobre lo que vieron y sintieron durante el espectáculo. Esto es un ejercicio que se realiza también en torno al taller.

El centro de jubilado Rada Tilly tiene varias actividades y entre ellas cada 6 meses se festeja el cumpleaños de sus socios. Así fue que hace poco los integrantes del grupo Candilejas preparan una obra para sumar a los festejos y agasajar a los cumpleañeros.  Oscar y Gustavo destacan la importancia de que exista espacio.

Liliana Chiariotti y Alicia Faas, dos viudas que se disputan la lápida del marido. Foto Mariela Garolini

Hay dos mujeres en el cementerio que se disputan la lápida del esposo. Una mujer es cura y recibe a otra que viene a confesar sus pecados: le gusta con exceso el juego, el sexo y es adicta al tabaco.

Después de cada improvisación los aplausos explotan en la sala. Al final de la clase las bandejas con cosas dulces y saladas para la merienda copan una mesa.

“Trabajamos para que ellos se sientan visibles y se carguen de adrenalina. Todos regresan a su casa con anécdotas y fotos para compartir y con el entusiasmo de los personajes que van a encontrar el próximo sábado”, indicó Gustavo.

La tarde teatral llegaba a su fin y los ecos de todos los personajes representados aquel día viajan con cada uno de los integrantes de este elenco de “Mayores jóvenes adultos” que descubrieron el amor por el teatro.

Mabel y Oscar se confiesan verdades en una tarde de esquí Foto: Mariela Garolini
¿Querés mantenerte informado?
¡Suscribite a nuestros Newsletters!
¡Sumate acá 👇🔗!
Recibí alertas y la info más importante en tu celular

El boletín diario de noticias y la data urgente que tenés que conocer