Chau a la oscuridad: el día que llegó la luz eléctrica a Neuquén
Ocurrió en 1913. La ciudad estaba totalmente a oscuras y significó un importante paso para la región.
Un hito histórico marcó un antes y un después en la ciudad de Neuquén el 25 de septiembre de 1913, cuando el Concejo Municipal acordó la concesión del alumbrado municipal, poniendo fin a años de penumbras en la capital.
El proceso se inició en 1910 con la decisión de las autoridades municipales de implementar un sistema de iluminación para las calles del pueblo. La empresa José Nogues y Cía de Buenos Aires presentó una propuesta innovadora utilizando lámparas alimentadas con nafta, prometiendo un sistema fácil de manejar y con automatización.
La aceptación de la oferta llevó a la instalación de seis generadoras de luz, con el compromiso de pago en cuotas y la cobertura de los gastos del técnico enviado desde Buenos Aires. Sin embargo, el entusiasmo inicial se desvaneció cuando se descubrió que el técnico carecía de los conocimientos necesarios, y la comunidad tuvo que aportar soluciones caseras.
A pesar de los contratiempos, el 25 de mayo encendieron los "farolitos", pero la mayoría falló antes de las 10 de la noche. La decepción llevó a la ruptura del contrato y la demanda del dinero anticipado.
La solución finalmente llegó tres años después, el 25 de septiembre de 1913, cuando el Concejo Municipal concedió la concesión del alumbrado público eléctrico a la empresa del doctor Manuel Bonet. A partir de ese momento, las calles de Neuquén se iluminaron con luz eléctrica, marcando un hito en su desarrollo y poniendo fin a años de oscuridad.