CAPITAL FEDERAL - En poco más de 30 días se completa la cuenta regresiva para el Mundial de Rusia 2018 y todavía son muchos los indecisos que vienen postergando la elección de una súper pantalla. La constante incorporación de tecnología y la variación en los precios, son dos factores que terminan por desorientar al interesado. Pero para no vacilar en el último tramo, conviene tener en cuenta al menos cinco aspectos fundamentales que deben influir en la compra de un televisor.

El estándar actual del mercado es el 4K y todo indica que la curva seguirá en ascenso. Esta resolución multiplica por cuatro la calidad de imagen del Full HD, que alcanza 2 millones de pixeles contra 8 millones del 4K o Ultra HD (UHD). Y si bien en un principio eran mucho más caros y la escasez de contenido no justificaba el gasto, todo eso cambió.

La diferencia en el precio se redujo significativamente -en igualdad de tamaño está entre un 10% y un 20% más caro que un Full HD- y tanto Netflix como YouTube comenzaron a sumar a su grilla títulos en 4K. En cuanto a las dimensiones, si la tele es para el dormitorio, lo ideal es que no supere las 43 pulgadas, y si es para colgar en el living, la idea es apuntar a uno de 50 en adelante.

Pero ojo, en la espaciada franja que baña el 4K se filtran algunas aproximaciones engañosas. “Hay ciertas condiciones que debe cumplir un televisor para ser un 4K de verdad. La primera es que al contar la cantidad de píxeles, totalicen 8,3 millones en toda la pantalla. El segundo punto es que estos 8,3 millones deben contar a su vez con 3 sub pixeles cada uno, los cuales debe expresar los colores verde, rojo y azul, los que al mezclase, logran un inmenso espectro de colores. Pero algunas TV en lugar de los 3 subpíxeles tienen uno de color blanco que significa ‘la ausencia del color’. Esta diferencia repercute sustancialmente en la calidad de imagen ya que presentan una resolución mucho menor, colores más lavados y fallan cuando se les exige brillo”, indica Juan Caride, director de audio y video de Samsung Argentina.

Con el sistema operativo Android TV el televisor se convierte en una tableta gigante. A esto hay que agregarle que tiene muchas de las apps de Google Play disponibles. Es simple para vincular con cualquier teléfono inteligente. Lo utilizan televisores Philips y Sony, entre otros.

La resolución 4K tiene asociada unos estándares adicionales que sirven para mejorar el color en las imágenes, se trata del Alto Rango Dinámico (HDR). A su vez, hay dos normas que luchan por la supremacía HDR: HDR10 que es abierto y gratuito y Dolby Vision, que técnicamente es superior pero al estar asociada a los Laboratorios Dolby, tiene costo extra.

A esto se le suma que los televisores 4K HDR tienen paneles con un rango de colores de 8-bit, 10-bit o 12-bit. A medida que suben los bits aumenta la cantidad y la variación de los colores que se muestran.

“El HDR10 por ejemplo, tiene una profundidad de colores de 10 bits y el HDR Dolby Vision es de 12 bits. Este último ofrece destacadas mejoras como una gama más amplia de luminancia y profundidad de color. Además incluye precisas instrucciones (metadatos) en cada fotograma para comunicar al televisor cómo representar el mismo, obteniendo una fidelidad absoluta”, destaca Juan Manuel Cosentino, TV manager de LG Electronics Argentina.

El WebOS fue desarrollado originalmente por Palm, Inc. como un sistema operativo para móviles y tabletas, pasó a HP y terminó en las pantallas y relojes de LG, quien lo convirtió en un sistema operativo de código abierto. Es estable, simple y responde sin retrasos.

El otro aspecto donde poner el ojo es el sistema operativo que viene asociado a la pantalla. Su función es gestionar las aplicaciones, navegar entre las diferentes opciones del menú y conseguir una experiencia más fluida. Tanto Sony como Philips se manejan con Android TV, Samsung utiliza Tizen OS y LG está con WebOS y Panasonic con Firefox OS.

El WebOS está basado en el sistema Palm OS. A las aplicaciones se accede mediante iconos dinámicos ubicados en una franja horizontal en la parte inferior de la pantalla. Tizen dispone un menú de acceso denominada Smart Hub que pasa desapercibido con los contenidos que se ven en pantalla. Android ofrece acceso a un amplio catálogo de aplicaciones de Google Pla. Firefox OS está basado en HTML5 y viene con un navegador potente.

Otro valor a considerar es la tasa de refresco que indica las veces que cambia la imagen por segundo. Por ejemplo una tasa de 60 Hertz (Hz) genera 60 imágenes por segundo. Es importante para no cansar la vista y evitar el temido efecto fantasma. Las películas se suelen codificar a 24 cuadros por segundo (fps), los canales de TV a 50 fps y los videojuegos entre 30 y 60 fps. Si la tasa de refresco de la tele es 120 Hz el procesador interno de la TV debe interpolar imágenes vacías para completar esos 120 fps.

El sistema operativo Tizen, la apuesta de Samsung, no se restringue a los televisores, sino que también se extiende a su línea de smartwach Gear y algunos teléfonos móviles. La idea es que se puedan vincular entre sí, para mejorar el nivel de interacción. Es simple, rápido, muy fluido y se actualiza en segundo plano.

“Entre los requisitos fundamentales que tiene un 4K está el procesador. Se trata de un elemento técnico muy importante que mejora nuestra experiencia de usuario frente al televisor. Contar con un Quad Core es fundamental para mirar contenido en 4K o navegar en una Smart TV”, indica Bárbara Berman, jefe de producto de Philips.

Otro punto clave está emparentado con la conectividad cableada e inalámbrica, puntos alojados en la espalda de la TV. La demanda de una calidad constante de imagen trae aparejado un mayor flujo de datos. En caso de una floja respuesta del Wi-Fi, es primordial que haya una entrada Ethernet para tirar un cable desde el router al televisor.

Y cuantos más puertos HDMI entregue mejor, sobre todo si son compatibles con el HDMI 2.0b, lo que asegura el soporte para las nuevas tecnologías HDR, contenido 4K a 60fps y la posibilidad de manejar hasta 32 canales de audio.

El otro detalle imprescindible es que tenga una antena Bluetooth para vincularle a la pantalla desde unos auriculares hasta una barra de sonido. “En el caso de la barra de sonido inalámbrica, brinda una experiencia completa para recrear la ambientación de una sala de cine. Además, el poder conectar auriculares inalámbricos , permite disfrutar de la experiencia de manera personal, sin generar ruido en el ambiente”, describe Christian Hernán Stuhldreher, jefe de producto en Noblex.

No menos influyente es la elección del control remoto, ya que el nivel de interactividad de estas pantallas requiere un dinamismo especial. Por ejemplo, el Magic Remote de LG viene con una rueda similar a la de un mouse, que permite desplazarse por los menús, bajar el volumen o cambiar de canal. La apuesta de Samsung es One Remote, un control minimalista que permite manejar todos los dispositivos conectados al televisor. En lugar del típico panel numérico, viene con una superficie circular que es táctil. Mientras que los Philips vienen con un teclado Qwerty que se abre al medio Las previsiones indican que, a nivel local, el mercado de TV alcanzará las 3,4 millones de unidades este año, con una proyección de 2,6 millones en el primer semestre, previo al inicio del Mundial, según estimaciones de fábricas y cadenas de comercialización, lo que representa un aumento del 10% interanual en las ventas.

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