este 2018
e presentaba como un año de grandes expectativas despierta incertidumbre en sus últimos dos meses.

Es que la venta de vehículos 0 km está prácticamente paralizada, al igual que la comercialización de planes de ahorro, confirmaron fuentes del sector a ADNSUR.

Para poder comprenderlo se debe recordar que a principio de año la industria automotriz esperaba vender más de 980 mil unidades. Todo marchaba bien en el primer semestre, con números adecuados a lo esperado. Sin embargo, la fuerte suba del dólar a fines de agosto planchó el mercado y a los últimos días de septiembre solo se habían vendido 688.182 unidades en todo el país.

El mayor impacto se dio en el segmento sedan de alta gama, que incluye al Vento de Chevrolet, el Corolla de Toyota y otros competidores. Pero también se vio gravemente afectado el segmento de las pick ups. La caída fue de 12.624 y 5.017 unidades, respectivamente.

La explicación en los concesionarios es que los usuarios estarían optando por vehículos de menor valor ante el incremento de precios que tuvieron esos segmentos en los últimos meses, que los ubica en valores próximos al 1 millón de pesos por unidad.

UNA ISLA EN EL MEDIO DEL DESIERTO

En este contexto, la zona sur de Chubut parece estar en una isla económica, donde el impacto de la suba del dólar, la crisis y la recesión no se hizo sentir con tanta fuerza en el mercado automotriz. Así lo confirmaron fuentes consultadas por ADNSUR y lo ratifican las estadísticas de ACARA (Asociación de Concesionarios de Automotores de la República Argentina).

Marcelo Di Marco, gerente general de Tsuyoi, concesionario oficial Toyota, explicó lo que sucede en la provincia: “no cayó tanto en Comodoro como cayó en el resto de Chubut. En el resto de la provincia fue acompañando la caída de patentamiento a nivel nacional de agosto a esta parte, donde hubo un quiebre fuerte del dólar y demás. Pero en Comodoro se fue sustentando hasta el mes pasado y este mes se sintió un poco más: estuvo más dura la venta y un poco más la caída, pero en niveles generales todavía mantenemos una caída menos pronunciada que el resto del país”.

Los números de ACARA, ratifican lo dicho por Di Marco. Hasta el primer día de octubre en la zona que comprende a Comodoro Rivadavia, Rada Tilly, Sarmiento, Río Mayo y el norte de Santa Cruz, con Caleta Olivia, se vendieron un total de 6.570 vehículos, es decir 252 unidades más que el año pasado.

A diferencia del mercado nacional, la venta de pick ups aumentó, pero sí cayó el segmento sedan de alta gama, y se mantuvieron los números del segmento más chico del mercado, que contabilizó 2.518 unidades vendidas.

EL IMPACTO

Lo cierto es que el panorama a nivel nacional empeoró principalmente a partir de agosto cuando el dólar se incrementó abruptamente. Solo en septiembre la caída del mercado fue del 30%. Es que mientras crecía la incertidumbre en la gente aumentaba el valor de los vehículos hasta un 27%.

En los concesionarios locales admiten que por ahora el acumulado anual viene salvando el año. Sin embargo, no ocultan su preocupación por tres aspectos negativos que alertan al mercado: la caída de planes de ahorro vendidos, el aumento de la morosidad que en algunos casos supera el 24% y la caída de hasta un 50% en la venta de nuevos planes de ahorro.

Para los especialistas, estos factores se dan por el cambio de prioridades de la gente, el recorte de ítems extras, la pérdida del empleo, tasas de interés poco atractivas para sumergirse en una deuda a largo plazo y el aumento del valor de las unidades que hace que hoy sea más difícil llegar al 0 kilómetro.

Las preguntas que surgen son ¿cuánto tiempo tardará el mercado en recuperarse? y ¿qué respuestas dará la industria?, teniendo en cuenta que el valor de los vehículos está atrasado respecto al tipo de cambio.

Lo único certero es que la zona perderá el valor de su parque automotor, debido a que la imposibilidad de cambiar el vehículo por un 0 kilómetro hará que la unidad permanezca más años con su propietario e incluso se incremente la venta de vehículos usados como opción de recambio. Mientras tanto, las concesionarias deberán apelar a diferentes estrategias, desde bonificaciones a una baja rentabilidad, como ya sucede, para cerrar un año que rápidamente deberá quedar en el olvido.

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