COMODORO RIVADAVIA (ADNSUR) - Comodoro Rivadavia es sinónimo de viento y petróleo. El 13 de diciembre de 1907, en lo que hoy se conoce como Kilómetro 3, surgió una gota de "kerosene" que terminó de confirmar lo que se sospechaba desde unos días antes: en la naciente Comodoro Rivadavia había petróleo, la historia cambiaba para siempre.

Cuenta la historia que hace tiempo se buscaba agua potable en el pequeño poblado que se había fundado para tener una salida al mar en la zona. En 1903 la Dirección de Minas, Geología e Hidrología del Gobierno Nacional mandó una máquina perforadora pero solo alcanzó los 107 metros de profundidad. 

Comodoro Rivadavia, tres años antes del descubrimiento del petróleo.

En 1906 se reactivaron las gestiones para que llegue otra perforadora y el 14 de diciembre fue descargada la perforadora Wenceslao Escalante, una de las cuatro del sistema Fauck y Cia, adquiridas en Viena.

El 24 de marzo de 1907 la máquina comenzó a buscar agua. José Fuchs, técnico en perforación contratado en Europa para la atención del equipo, estaba a cargo de los trabajos.

A mediados de año las tareas se vieron interrumpidas por problemas con el personal y Julio Krause, jefe de la Sección Hidrología, decidió enviar a Humberto Beghin, un auxiliar mecánico de la División, con el objetivo de ordenar el campamento y finalmente quedó a cargo de los trabajos.

En noviembre el pozo número 2 alcanzó los 500 metros. A través del telégrafo, el ingeniero Krause consultó a Fuchs si era posible continuar con la excavación, y el especialista alemán por suerte dio el ok, lo que permitió continuar con las tareas.

En la mañana del 11 de diciembre Fuchs y Beghin percibieron un fuerte olor a gas de kerosene y otros indicios que no eran agua, y rapidamente lo comunicaron a Buenos Aires.

“Comunícole señor jefe que se cree haber dado con una napa de kerosene. Aumento en la inyección no se nota aún, pero sube toda mezclada con globitos y se siente olor a gas de kerosene. Irá cada dos horas el estado de la perforación. Se esperan instrucciones. Se continúa perforando. Beghin y Fuchs”. 

Un día después llegó la respuesta. Krause indicó a Beghin: “Para comprobar si encontró petróleo, suspenda trabajos de perforación y saque toda el agua del interior”.

Los datos posteriores confirmaron las sospechas del jefe del campamento y de Fuchs, y en la mañana del 13 de diciembre, alrededor de las 8 de la mañana, Beghin se aproximó a la canaleta, hizo una cuchara con las manos y ya no tuvo dudas sobre la existencia del hidrocarburo. Brotó entonces de su pecho la histórica frase: “¡Gran Dios!. ¡Encontramos kerosene!. Es del Estado, vamos a comunicarlo”.

La perforación estaba a 535 metros de profundidad y fue informada al Gobierno. “Garantizamos que es kerosene de la mejor calidad. Todo en buen estado. Beghin y Fuchs”. 

Fotografía de unos días después que se produjo el descubrimiento del petróleo. Fuente: Medio Siglo del Petróleo Argentino.

EL SURGIMIENTO DE YPF

El descubrimiento del petróleo trajo una nueva organización a la industria y para 1910 se creó la Dirección General de Explotación de Petróleo en Comodoro Rivadavia, presidida por el ingeniero Luis Huergo. 

El área dependía de la Dirección de Minas, Geología e Hidrología del Ministerio de Agricultura y realizó las primeras gestiones para tener un puerto, construyó un muelle y adquirió otro en Caleta Córdova. Además, dio los primeros pasos en materia social para beneficios de los empleados con la construcción de casas, una proveeduría y otros servicios que servían para contener al trabajador en un pueblo que recién estaba creciendo.   

Pero fue recién de 1922 cuando la industria tomó otro impulso con la creación de Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF). El general Mosconi fue su primer director. Su gestión se extendió hasta septiembre de 1930 y en ese periodo logró posicionar a la petrolera estatal.

Mosconi inició un proceso de ordenamiento y crecimiento, un plan de trabajo de cuatro años que incluía la puesta en marcha de la destilería de Ensenada para aumentar la demanda de crudo destinada a combustibles. Además ese mismo año, el 22 de febrero, habilitó el primer surtidor kerosene en Buenos Aires y el 20 junio el primero de nafta. Todo esto, en parte, gracias a la cantidad de petróleo que había almacenada en Comodoro: 60 toneladas en 1922, lo que evidenciaba la poca demanda de crudo para nafta, algo que se propuso cambiar.

Es que en ese entonces, Argentina era el mayor consumidor de petróleo de América del Sur, por delante de Chile, Brasil y Venezuela y el segundo productor detrás del país bolivariano. Comodoro tenía 130 pozos de los 137 del país.  

Para 1922 Comodoro tenía 130 pozos de los 137 del país.

En 1923 la producción del yacimiento era de 450.328 metros cúbicos: 343.889 pertenecía a YPF con 89 pozos y el resto a empresas privadas, recuerda el libro del “Cincuentenario de YPF”, que narra su historia desde 1922 a 1972.

Para 1930 la producción había aumentado a 1.170.300 metros cúbicos y 721.592 eran de la compañía estatal.

El crecimiento de YPF trajo a Comodoro prosperidad. Primero se construyó el Hospital Presidente Alvear de Kilómetro 3, una escuela y la capilla Santa Lucía del yacimiento. Luego llegarían las gamelas, una proveeduría – actualmente el CERET – y más escuelas.

Comodoro era sinónimo de YPF y petróleo en todo el país, y el 1 de enero de 1927 se habilitó la usina eléctrica central con una capacidad de 25.000 HP de potencia, otra de las grandes realizaciones de Mosconi.

El viejo cine de Kilómetro 8, construido por la Compañía Ferrocarrilera Patagónica, es uno de los emblemas que dejó el petróleo y su vínculo con la comunidad.

En paralelo fueron llegando otras compañías que dieron vida a campamentos que forjaron parte de la identidad de Comodoro Rivadavia. La holandesa Shell en Diadema, Astra en Kilómetro 20, la Compañía Ferrocarrilera Patagónica, empresas que dejaron su legado con grandes e históricos cines y otros edificios que hoy forman parte del patrimonio histórico de la ciudad, como así el Chalet Huergo; edificio construido en 1919 que fue declarado Monumento Nacional Histórico y albergó presidentes y figuras internacionales.

En pleno Siglo XXI, y a más de 100 años de su descubrimiento, el petróleo sigue siendo la principal fuerza económica de una ciudad para beneficio de una provincia.

Su potencial repercute en la cantidad de frecuencias aéreas, los índices de consumo y la llegada de inmigrantes que buscan un mejor porvenir, en una ciudad que le da oportunidades a todos, siempre gracias al potencial del oro negro, aquel que descubrieron Fuchs y Beghin a principios del siglo XX.

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