Comodoro ya tiene un plan para mitigar efectos del Cambio Climático, mientras apunta a las energías limpias
Más de 2 millones de toneladas anuales de dióxido de carbono emitidas a los cielos comodorenses, proliferación de algas y aumento de las temperaturas medias son indicios locales del calentamiento global. ¿Qué se debe hacer y cuánto se hizo hasta ahora? La ciudad también juega, en un desafío mundial, contra el reloj.
Desde el proceso de erosión costera hasta pérdidas de especies en las áreas marinas, pasando por subas y anomalías de temperaturas en los últimos 20 años. Todas son señales atribuibles, en mayor o menor medida, al Cambio Climático, lo que debería ser un disparador para tomar acciones de prevención inmediata, mientras se debe afianzar el camino de la Transición Energética.
Estas fueron algunas de las conclusiones del panel realizado días atrás, en el marco de la Feria del Libro, bajo la propuesta ‘¿Y si hablamos del Cambio Climático?’, organizado por la Subsecretaría de Ambiente del Municipio de Comodoro Rivadavia.
En esa jornada, desde la mencionada cartera oficial se presentó el plan de acción elaborado, con acciones tendientes tanto a la prevención de los efectos más graves, hasta la mitigación de algunas secuelas que ya hoy resultan irreversibles.
Del evento participaron Diego Distel, coordinador del Programa Municipal de Acción Climática; Javier Tolosano, biólogo y director del Instituto de Desarrollo Costero Dr. Héctor Zaixso (UNPSJB); Daniel Campano, máster en Cambio Climático; Ismael Retuerto, director de ENAT SA y presidente de NRG Patagonia; Walter Maza, docente de la cátedra “Meteorología y Climatología” de la UNPSJB (en forma remota). Como moderadora se desempeñó la Dra. Ana María Raimondo y también fue invitado el autor de este informe.
En base al último documento del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), el planeta demanda tomar acciones inmediatas para evitar que la temperatura medida se eleve en 2 grados para el año 2050, limitando ese incremento a 1,5º. Para ello, sería necesario reducir las emisiones de dióxido de carbono en un 45% para el año 2030, llegando a 0 en 2050.
“El problema –advirtió Daniel Campano- es que la atmósfera tarda no menos de 20 años en reflejar los impactos. Por más que tomemos decisiones hoy para reducir las emisiones de dióxido de carbono, el beneficio empezaría a verse recién dentro de 2 décadas”.
PARECE POCO, PERO HAY GRAVES DIFERENCIAS ENTRE 1,5 Y 2 GRADOS DE CALENTAMIENTO
Antes de avanzar en la presentación del Plan de Acción Climática del municipio, el ingeniero Distel expuso algunos datos del contexto global frente al problema. Al enfatizar la importancia que de evitar el calentamiento planetario en 2 grados, para alcanzar la única meta posible hoy de limitarlo a 1,5, describió los posibles efectos entre una medición y otra, aun con la escasa diferencia que pueden representar las cifras:
“Cada décima de grado, cuenta –enfatizó Distel-. A menos que tomemos acciones inmediatas, ni siquiera vamos a poder alcanzar la meta de limitar el calentamiento a 1,5 grado”. Cuando expuso las diferencias entre una y otra medida, ponderó algunos datos: por ejemplo, la pérdida de especies de insectos sería de un 6% con un aumento de un grado y medio de temperatura, pero con dos grados se eleva al 18%, triplicándose el perjuicio.
El nivel del mar se elevaría, hacia el año 2050, en 40 centímetros con un grado y medio de aumento de temperatura, pero subiría a 46 centímetros si el rango se elevara hasta los 2 grados. El perjuicio para especies de plantas se duplicaría, ya que las pérdidas serían del 8 y el 16%, respectivamente, para cada medición.
Además, la superficie del planeta afectada por temperaturas extremas sería del 14% con la suba de un grado y medio, elevándose al 37% con un calentamiento de 2 grados.
QUÉ SE PUEDE HACER DESDE COMODORO Y CUÁNTO DIÓXIDO DE CARBONO EMITE LA CIUDAD A LA ATMÓSFERA
El plan de acción municipal se basa en aspectos globales, que requieren acciones locales. “Se estima que un 70% de las emisiones de Gases de Efecto Invernadero a nivel mundial, relacionadas con la energía, provienen de las ciudades y se espera que dos terceras partes de toda la población viva en zonas urbanas para mediados de siglo”, expuso el coordinador.
El fundamento del programa es que al estar más cerca de sus ciudadanos, los gobiernos locales deben tomar decisiones sobre ordenamiento territorial, transporte público, alumbrado público, códigos de edificación y manejo de residuos.
Las acciones propuestas se dividen entre Mitigación, vinculada a la reducción de los gases de efecto invernadero y Adaptación, para anticiparse a efectos negativos que hoy ya resultan inevitables.
Sobre la primera línea de acción, en el año 2018 se hizo un relevamiento sobre las emisiones de gases de efecto invernadero en Comodoro Rivadavia, lo que fue estimado en 2.275.981 toneladas de dióxido de carbono por año. Dentro de ese total, un 48% es generado por industrias de fabricación y construcción, un 22% por edificios residenciales, un 16 por transporte terrestre, entre los más importantes. La gran mayoría, excepto vehículos, se debe al consumo de gas natural, mientras que para actualizar el inventario se debe aguardar la respuesta de la empresa distribuidora.
Con una serie de medidas de mitigación, el programa municipal prevé disminuir las emisiones en más de 800.000 toneladas, llegando a 1.645.000 toneladas en 2030. Si no se toman medidas concretas, la emisión se elevaría hasta casi 2.500.000 toneladas en el mismo año.
Entre las acciones propuestas, se prevé exigir eficiencia energética en la industria, lo que significaría un 32% de la meta de reducción, con un porcentaje similar en edificios residenciales, además de la incorporación de energía generada por parques eólicos, que sumaría otro 8% en ese objetivo.
Distel fue consultado, para este informe, sobre las acciones concretas realizadas hasta el momento para avanzar en las metas locales, a lo que precisó que el año pasado se brindaron cursos, con especialistas del IRAM, destinados a empresas para capacitarse en el registro de sus propios impactos ambientales.
Además, detalló que el 15 de junio de 2023 se aprobó la Ordenanza 16.643/23, para impulsar el cálculo de la Huella de Carbono en empresas y comercios de la ciudad.
“Esta ordenanza, por iniciativa de la concejala Liliana Carnevale, crea un ‘Registro de Municipal de Iniciativas de Reducción de Huella de Carbono’ e invita al Poder Ejecutivo a generar incentivos para las empresas participantes, invitando a los organismos crediticios públicos y privados a ofrecer programas de apoyo y créditos blandos para la reducción de la Huella de Carbono”, puntualizó.
Recordó asimismo que el tema requiere el involucramiento de todos los sectores, no solamente el público, por lo que es fundamental que las empresas participen de el cumplimiento de estas metas. Hay otras acciones ya planteadas, vinculadas al el remplazo del alumbrado público por luminarias LED, por parte de la Dirección General de Energía del Municipio y la SCPL; la promoción del compostaje domiciliario, desde la Subsecretaría de Ambiente, la Agencia Comodoro Conocimiento y el INTA.
A esto se suma “la promoción del cuidado del agua, la construcción de bici sendas y paseos peatonales, el Plan Integral de Gestión del Arbolado Urbano de la Subsecretaría de Ambiente, la construcción de los Reservorios y la adecuación de la red de desagüe pluvial”, enumeró el funcionario.
INDICADORES DEL CAMBIO CLIMÁTICO EN LA CIUDAD
Una de las preguntas planteadas por la moderadora del conversatorio sobre cambio climático, Ana María Raimondo, apuntó a conocer si la erosión costera que sufre hoy Comodoro Rivadavia puede vincularse a los efectos del cambio climático:
“El proceso de erosión costera se viene dando desde hace tiempo, pero sin dudas se va a incrementar con el aumento de la temperatura global y los efectos que esto provoca”, respondió Javier Tolosano.
“Es obvio que el aumento del nivel de mar es una de las consecuencias del cambio climático –sumó, por su parte, Daniel Campano-, pero hay muchas cosas que no las dice el IPCC porque hay variables que no se pueden controlar cuando se supera el umbral de los 2 grados. Una de ellas es el derretimiento de los hielos en Groenlandia, ya que si esa masa de agua empezara a sumarse, con cambios en las corrientes marinas, subiría el nivel del mar en 7 metros. Esto se proyecta con un aumento de 2 grados y hoy ya estamos en 1,1”.
En igual sentido, el especialista agregó que “independientemente de que a la erosión del mar la provoque el calentamiento, tenemos que pensar que cualquier fenómeno climático que nos afecte es atribuible a esta aceleración del cambio. Tendríamos que empezar a tomar acciones de prevención ya”.
Tolosano fue consultado además por el impacto en los sistemas marinos, a partir del incremento en la temperatura del mar que ya se está produciendo.
“Esto puede afectar los ecosistemas y una de las consecuencias es que aparezcan especies en lugares que no les son propios, por efecto del deshielo y los cambios que esto provoca en las corrientes marinas, provocando un corrimiento”, explicó el investigador local.
Además, agregó, hay modificaciones adicionales por la incorporación de grandes masas de agua dulce y su impacto sobre la salinidad del mar, lo que está provocando muchos cambios en la distribución de organismos y la extinción de algunas especies, que no pueden sobrevivir con la baja concentración de salinidad. “Además, en las zonas costeras hay otro impacto por la incorporación de dióxido de carbono, que provoca un incremento en la diversidad de algas y eso afecta el equilibrio de las zonas costeras como la nuestra –indicó-. También se producen cambios en las estructuras de comunidades a nivel oceánico, afectando la diversidad de organismos”.
AUMENTO DE LAS TEMPERATURAS MEDIAS EN LA ZONA
El profesor Walter Maza, que no pudo participar en la jornada pero aportó una presentación grabada, detalló otros datos ya verificados por distintas fuentes científicas.
Uno de esos indicadores se vincula al aumento del nivel del mar, que subió 20 centímetros en el último siglo, de los cuales entre 8 y 10 se concentraron en el período que va desde 1992 en adelante. Dicho de otro modo, la mitad del incremento del nivel se concentró en los últimos 30 años.
En cuanto a las altas temperaturas y las sequías provocadas, Maza detalló que el lago Colhué Huapi perdió 3 metros desde el año 1990.
“La temperatura de Comodoro tuvo entre los años 1930 y 1990 escasa variabilidad, pero desde el 2000 en adelante se nota un aumento en las anomalías de temperatura, al igual que la temperatura media anual”.
Según uno de los gráficos expuestos, la temperatura medida en Comodoro Rivadavia subió desde un promedio anual de 12,8 grados en 1956 hasta los 14 grados en el año 2020.
LA PROYECCION HACIA LAS ENERGÍAS LIMPIAS
Es claro que el problema no podrá resolverse sólo con acciones locales, ya que para provocar un fuerte impacto en la reducción de emisiones de dióxido de carbono sería necesario dejar de lado totalmente el uso de energías fósiles. Se trata de un paso que, aunque acelerado, debe darse en forma paulatina, ya que según cálculos de economistas, la reducción a cero de ese tipo de fuentes significaría una pérdida del 25% del PBI mundial.
El ingeniero Ismael Retuerto expuso en el panel que uno de los factores que llevaría a una limitación (que necesariamente debe hacerse de forma paulatina) de las fuentes fósiles es el menor financiamiento que tiene hoy la industria hidrocarburífera a nivel mundial, de la mano con las metas de reducción de emisiones.
Paralelamente, sumó el dato puntual de que la cuenca San Jorge está reduciendo su producción de petróleo y de gas (en un 30 y un 28%, respectivamente, en comparación al año 2010) por razones geológicas, vinculadas a la declinación natural de los yacimientos y la mayor actividad concentrada hoy en Vaca Muerta.
Por eso, indicó, se abre la oportunidad para el desarrollo de fuentes de energía limpias, como la ya probada generación eólica en la región, de la mano con la potencial producción de hidrógeno, un tema que demandará modificaciones al proyecto de ley para regular este tipo de actividad, que hoy se discute en el Congreso de la Nación.
“Nuestra región puede tener un rol importante en la transición energética y esto está ligado a lo que pasará en 15 ó 20 años –expresó-, a partir del menor financiamiento internacional que tendrán las energías basadas en fuentes fósiles, que hoy están virando hacia el financiamiento de las renovables”.
En ese marco, detalló que desde el grupo Transición Energética Sostenible se viene trabajando en instalar esa agenda en la discusión pública:
“No hay en el mundo una región con un recurso eólico como el que tenemos en la Patagonia –precisó-. Además de ser un fuerte abastecedor de energía para el resto del país, podríamos ser competitivos a nivel internacioal, ofreciendo energía limpia para descarbonizar la economía mundial. Ahí es donde aparece el hidrógeno, que convertido en amoníaco o metanol, se puede transportar a grandes distancias y ser aprovechado. Nosotros podemos participar en la generación de una nueva industria, ya que países como Japón y muchos otros de origen europeo llamaron a licitación para comprar derivados del hidrógeno entre 2025 y 2035. Tenemos mucho por trabajar”.