Comprobaron que no se aprende más cuando hay menos chicos en el aula
Un nuevo informe con datos tomados de las pruebas Aprender muestra que no hay una relación clara que vincule la cantidad de alumnos de una clase con los resultados educativos.
CAPITAL FEDERAL - Como en tantos órdenes de la vida, aquí la biblioteca también está dividida. Por un lado están quienes sostienen y muestran evidencias de que cuanto menos chicos haya en una aula, mejores serán los resultados educativos. Una investigación que se hizo en Francia en 2006 llegó incluso a la conclusión de que el efecto de reducir la cantidad de alumnos en una clase sube en 0,4 puntos el resultado en las pruebas estandarizadas de ese curso al año siguiente; y en 0,7 puntos si se trata de sectores vulnerables.
Pero por otro lado están los que sostienen diametralmente lo contrario y también muestran investigaciones que los avala. Ninguna de ellas se había hecho en la Argentina.
Hasta ahora. Los especialistas del Observatorio Argentinos por la Educación probaron a ver qué pasa con los datos de las pruebas Aprender de 2016 y 2018 que se tomaron en la escuela primaria. Y obtuvieron que, al menos en nuestro país y con la información que se tienen, no hay una relación clara que vincule la cantidad de alumnos de una clase con los resultados educativos.
El estudio fue realizado por Víctor Volman, director técnico del Observatorio. Lo que hizo, concretamente, fue relacionar la cantidad de alumnos por sección (es decir, por curso) en la primaria con el porcentaje de alumnos que “aprueban” las pruebas Aprender de Matemática (esto es, que alcanzan los niveles satisfactorio y avanzado). No se tomó en cuenta a las escuelas rurales (normalmente con pocos alumnos) porque hubiera sesgado el análisis.
Desde el Observatorio aclaran, de todos modos, que no se trata de “un estudio de causalidad”. Es decir que no se puede concluir que hay una causa-efecto entre las dos variables estudiadas. Los resultados de los alumnos en pruebas estandarizadas como Aprender dependen de múltiples causas y esta podría a ser sólo una.
Las investigaciones en educación vienen mostrando, hace años, que la principal causa que incide en los resultados es el nivel socioeconómica de las familias a las que pertenecen los alumnos: a mayor nivel socioeconómico, mejor rendimiento en las evaluaciones y viceversa.
Yendo a los números, el informe del Observatorio muestra que en la prueba Aprender de 2016 hay provincias con un porcentaje similar de alumnos por curso pero resultados diferentes en Aprender. La Pampa, por ejemplo, tenía en promedio 19,9 estudiantes por curso y 69,8% de estudiantes aprobados en Matemática, mientras que La Rioja contaba con un porcentaje similar de alumnos por sección (20,1) y 50,1% en los dos mejores niveles de desempeño.
A la vez, hay provincias con diferente cantidad de alumnos por sección y resultados académicos similares. En 2018, por ejemplo, esto se ve al comparar la provincia de Buenos Aires (25,5 alumnos por clase y 58,6% de estudiantes aprobados) con Santa Fe (21,2 estudiantes por clase y 56,8% de alumnos en los niveles satisfactorio y avanzado).
“Los datos constatan que no hay una relación de causa-efecto entre el tamaño de los cursos y los resultados de aprendizaje de Matemática. Por lo tanto, los motivos de los resultados probablemente se originen en razones multicausales. Los estilos de enseñanza de los profesores, las formas de evaluación, el clima escolar, los estímulos familiares, entre muchos otros factores, pueden incidir en los resultados obtenidos”, explica Sandra Ziegler, directora de la maestría en Educación de FLACSO.
Otra visión pone el acento en la necesidad de impulsar que haya la menor cantidad de chicos posibles por grado, especialmente en los sectores que más necesidades tienen. “A pesar de que es necesario cruzarla con otras variables, sería peligroso decir que el número de alumnos no es una variable que influya en los aprendizajes. El docente tiene un tiempo limitado para distribuir en la atención de cada alumno y, naturalmente, si hay más niños, tiene menos tiempo para cada uno”, dice Cristina Carriego, del Instituto para el Futuro de la Educación de Pansophia Project.