Con regalos personalizados y desayunos, las trabajadoras jerárquicas llevaron una sonrisa a los menores de un merendero
Desde la rama femenina del Sindicato de la Patagonia Austral que conduce José Dante Llugdar, sus referentes arribaron a la entidad solidaria ‘Caritas Felices’ (El Faro) en el Kilómetro 15 de Comodoro Rivadavia, Chubut; donde periódicamente concurren niños y niñas en condiciones de vulnerabilidad para ser asistidos tanto alimentariamente como con otros elementos de uso personal, ya sea ropa o artículos de limpieza.
COMODORO RIVADAVIA (ADNSUR) - Una vez más, bajo la coordinación general de la Delegada Gremial Bárbara González, las Afiliadas al Sindicato Petrolero Jerárquico pusieron de manifiesto su voluntad solidaria y, con la ayuda desinteresada de Comisión Directiva, Cuerpo de Delegados y Colaboradores de la Institución, plasmaron un nuevo hecho que las hace sentir plenas de orgullo y satisfacción.
“Veníamos trabajando desde hace más de dos meses y pudimos cumplir con el objetivo de llegar con un desayuno, regalos nuevos para los niños y niñas del Merendero. Al principio teníamos miedo de no poder llegar, pero pusimos dinero entre todas y comenzamos a comprar bandejas para desayuno para las que nos juntamos en tres oportunidades a pintarlas y decorarlas, personalizándolas dependiendo del listado que nos dieron, según sexo y edad”, comentó González.
Las mismas después fueron llenadas con golosinas de primer nivel, jugo, una taza, sandwich de jamón y queso, cup cake, alfajor de maicena, rosquitas, cubanitos, alfajores, huevos Kinder, caramelos, bombones Bon o Bon, Lengüetazo, chocolates, etc.
Asimismo, indicó que “gracias al aporte del Sindicato Petrolero Jerárquico, la compañera Emilia Oviedo confeccionó más de 100 cuellitos polares doble faz con cordón y tanca, cada uno personalizado por edad”, en tanto que merced a la colaboración de Trabajadores de Montajes Industriales, gestionado por Guillermina Suardiaz y el aporte de Afiliados de San Antonio Internacional por gestión de Ignacio Vidal, pudimos comprarle una frazada a cada niño”.
A ellos, se sumaron colaboraciones dese la propia Comisión Directiva del Sindicato, como la del Secretario de Actas, Prensa y Propaganda, David Klappenbach quien donó alcohol en gel para cada niño, y ayuda económica por parte del Secretario General, José Llugdar; el Adjunto, Luis Villegas y el Revisor de Cuentas, José Mesa; a quienes sumaron su ayuda Dra. Pippo, Jorge Cabezas y Sebastián Planas.
Con todo ello se pudieron comprar juguetes nuevos en Buenos Aires tales como bebotes, autitos y juegos didácticos; para las adolescentes se adquirieron mochilas juveniles y para los niños, buzos nuevos. También se compraron libros para pintar, con stickers de colores para que puedan distraerse un poco en sus casas.
Por otro lado, gracias a los aportes de Trabajadores de la empresa PeCom -Lili Pardo junto a su compañero Luis- se compraron insumos como leche y galletitas; se llevaron camperas nuevas, zapatillas y ropa deportiva con la colaboración de Tienda Goy; Noelia Homemade aportó dos piñatas, Susana Meriño donó 120 botellitas de jugo, Juan Álvarez donó jugo y gaseosas, y Paola Rivero 20 bidones de agua mineral. Se llevaron cajas de leche líquida y en polvo, cacao, galletitas, globos, bolsas de papas fritas y chizitos, alimento no perecedero, pañales, leche nutricional y toallitas femeninas.
Tiempo de gratitud
“Son muchas las personas a las que debemos agradecer. A todos los que fueron a ayudar les estamos eternamente agradecidos, gente como Manuel Contreras, Gustavo Subirá, Facundo Ercoreca, Luisa la señora del Protesorero Cristian Nieva, y también a Luis Ureta. Agradezco a las compañeras por todo el amor y dedicación que le ponen a todo lo que hacemos, porque cada vez que nos falta algo siempre aportan de corazón”, enfatizó González poniendo en valor el tiempo dedicado “porque trabajan, tienen a su familia pero siempre se hacen un lugarcito para ayudarnos y poder ver la felicidad de esos niños que, al vernos llegar, nos regalaron un abrazo al alma; y no queremos olvidarnos de todas las mamis del merendero, como Diana, que nos ayudó a poder hacer la entrega en forma ordenada ese 16 de agosto”.
Por su parte Adriana Almirón destacó que en el grupo de Trabajadoras Jerárquicas la distingue su pasión por el arte: “amo mucho compartir lo que sé con las chicas. Pintamos 50 bandejas, todas diferentes. Algunas tenían miedo de pintarlas o hacerlas mal y las alenté para que se animen. Todo se aprende, más si estas en un ambiente cálido y persiguiendo un objetivo en común, y más de una se sorprendió con sus creaciones, como yo con el amor que cada una puso en esas bandejitas para cada niño”, dijo agradeciéndole a González la asignación para esa tarea. “Es un placer siempre compartir con ella, y a las chicas gracias por la paciencia y el aguante. Me enorgullece mucho formar parte de este grupo y compartir este espacio solidario, ya estamos deseando que llegue el próximo objetivo”.
A su turno, Emilia Oviedo indicó que “en estos tiempos que nos toca atravesar a todos, tengo la oportunidad de formar parte de este grupo de mujeres en campañas solidarias donde con nuestro aporte, damos una mano a quienes hoy están necesitando un poquito más que nosotros. En mi caso particular, mi aporte tiene que ver con la confección de cuellitos polares para los niños, pensando en que pueden abrigarlos aunque sea un poquito, y con amor es que realicé más de 80 unidades para los niños de ‘El Faro’ y el resto los donamos a otros niños. Sentir que podés aportar tu granito de arena para ayudar a los demás, te llena el corazón”.
Finalmente Guillermina Suardiaz contó que particularmente ha encontrado en este gran grupo mucha solidaridad y apoyo en muchos aspectos: “me sumé e invite a mis amigos, vecinos y compañeros a ser parte. Me asombró la gran respuesta y participación desinteresada de todos. Hay muchas manos, colaborando mutuamente para conseguir un fin común que es ayudar al otro y no solo desde lo material o lo económico, sino que también el tiempo y trabajo que cada uno aporta significa mucho; el hecho de poder compartir con gente que tiene los mismos valores hace saltar el corazón de orgullo. Poder compartir y transmitirle eso a mi hija y que crezca viendo la importancia de ayudar y apoyar a quien lo necesita, fomentar la integración desde el respeto y la tolerancia, me emociona mucho y me incita a más, siempre”, subrayó.