Controladores aéreos inician medidas de fuerza y habrá demoras de los vuelos en Chubut
Las medidas serán este viernes. La delegada de ATEPSA, Susana Soto, explicó que los trabajadores reclaman mejoras salariales y seguridad aérea ante distintos problemas que se evidencian en materia de infraestructura. Y mencionó que un vuelo no pudo aterrizar en Comodoro por "falta" de comunicación.
La Asociación Técnicos y Empleados de Protección y Seguridad a la Aeronavegación (ATEPSA), que nuclea a los controladores aéreos, servicios de información aeronáutica, de búsqueda y salvamento y técnicos de la aviación comenzará con medidas de fuerza a partir del viernes 18 de febrero.
Las medidas se llevarán a cabo tras la finalización de la conciliación obligatoria en medio de un reclamo de recomposición salarial y la falta de acuerdo.
Susana Soto, delegada de ATEPSA, explicó en diálogo con La Cien Punto Uno que el reclamo no solo plantea la cuestión de recomposición salarial, sino también la infraestructura donde “tenemos grandes problemas a nivel país”.
Sobre la medida de fuerza progresiva que comenzará el viernes 18 de febrero, confirmó que "no se autorizarán los despegues, tienen prioridad los humanitarios. Todos los comerciales no van a despegar en los horarios establecidos", por lo que podría haber demoras de más 2 horas.
Como ejemplo mencionó lo sucedido en Comodoro Rivadavia con un vuelo que no pudo aterrizar “porque quedamos sin comunicación” y donde "con mis compañeros de Comodoro estaban a 4 manos intentando llamar a las torres para informar los problemas"
"Nos faltan equipos, baterías y hay sistemas satelitales que no son compatibles”, dijo sobre algunos de los problemas existentes y a los que sumó la falta de personal. “En enero han renunciado entre 5 y 6 personas y estamos perdiendo profesionales, porque no vemos futuro en este momento”, dijo.
La delegada señaló que un controlador de Ezeiza gana 130 mil pesos con 400 vuelos en una hora en la zona sur anda con 20 mil pesos más. “Ni siquiera se comprometen para una mejora. A veces es muy difícil hablar con los jefes, porque esto todo se habla en Buenos Aires”, reconoció.