Crece la tensión en la negociación petrolera de la cuenca Nequina
También está en agenda la jornada de 8 horas.
COMODORO RIVADAVIA (ADNSUR) - La discusión paritaria de los trabajadores petroleros de la Cuenca Neuquina se dilata y el camino comienza a afinarse cada vez más. La agenda de los regionales quedó en segundo plano ante la situación de los yacimientos del sur del país y las reuniones del gobierno Nacional con los gobernadores patagónicos, por los topes a los aumento del gas. Sin embargo la tensión sigue en aumento.
Los petroleros reclaman una suba del 40% para sus haberes. Pero el pedido está atravesado por una declarada situación de crisis por parte de las operadoras, en la que aseguran que necesitan bajar sus costos operativos para poder reactivar los trabajos en los campos.
En ese marco los sindicatos rechazan que vuelva a instalarse un preventivo de crisis y el régimen de suspensiones rotativas, algo que no descartan quienes siguen las negociaciones. Todo parece estar sobre la mesa en una negociación que ya está atrasada y que podría terminar con premio y castigo.
El titular del sindicato de Petroleros Privados, Guillermo Pereyra, es quien encabeza las reuniones en las que se discuten los posibles acuerdos al pedido de los operarios. En diálogo con “Río Negro” se mostró optimista, pese a reconocer que las conversaciones no se mueven como esperaban.
Si bien aseguró que “estamos lejos del acuerdo final”, aseguró que están trabajando y “se avanza en buen sentido”. Las reuniones oficiales con las operadoras se realizan en el ministerio de Trabajo, pero también se llevan a cabo encuentros paralelos en los que las partes buscan acelerar las posiciones que los diferencian.
Lo que también trascendió es que las operadoras buscan obtener otra tajada en la negociación. Se instaló la posibilidad de revisar la jornada laboral y reducirla a 8 horas. Los sindicatos acuerdan con el planteo pero advierten que enfrentarán cualquier intento por recortar los salarios. Entienden que forma parte de los derechos adquiridos.
Pese a que el diálogo no se cortó y las consideraciones generales sobre las charlas son positivas, la tensión no cede. Hay sectores del orgánico sindicato de Petroleros que ya expresaron su incomodidad y alentaron empujar un ultimátum a las empresas.
Tanto el gremio que conduce Pereyra como Jerárquicos, de Manuel Arévalo, se encuentra en medio de una conciliación obligatoria que vence la semana próxima, pero que podría ser prorrogada y sumar tensión al caso. Fuente: Diario Rio Negro