CAPITAL FEDERAL (ADNSUR) - Un estudio del CONICET reveló que durante la cuarentena por el coronavirus se triplicó la cantidad de gente que toma alcohol todos los días. Esto se registra con mayor énfasis en el grupo de 35 a 44 años, entre quienes se cuadruplica (de 4.6% a 18.1%).

El grupo de investigadores del CONICET en el Instituto Gino Germani (IIGG) hizo un relevamiento online con 5 mil vecinos de Provincia y la Ciudad de Buenos Aires para conocer cuánto alcohol se tomaba antes y cuánto durante el aislamiento.

Según la encuesta, que se realizó entre el 4 y el 8 de mayo a mayores 18 años que cumplían entre 45 y 50 días, durante la cuarentena se incorporó el consumo de alcohol a nuevas situaciones de la vida cotidiana: casi un 20% comenzó a tomar durante la cena y cerca de un 15% mientras lee o escucha música o mira televisión. Por otro lado, se vio especialmente el consumo de vino, el 40% de estas personas aumentó la cantidad de copas, y la cerveza se tomó más en el 25% de los casos.

En el grupo que va de los 35 a 44 años, casi se cuadruplicó el consumo de alcohol. Paso de 4.6% a 18.1% durante el aislamiento. Entre quienes tienen de 18 a 24 años, este porcentaje también se cuadruplicó (de 5.2% a 20.7%). En tanto, se redujo a la mitad el porcentaje de quienes tomaban únicamente los fines de semana (sin distinción entre si algunos al mes o todos).

“Cuando había transcurrido un mes de la cuarentena, empezamos a percibir en las redes sociales y en charlas con nuestras amistades cómo se bromeaba sobre el mayor consumo de alcohol. La circulación muy extendida de memes en los grupos de Whatsapp nos llamó la atención. Así nos propusimos indagar si tras esas alusiones a través del humor algo estaba cambiando. Como vemos, la repetición de un día tras otro en aislamiento se traduce en una indiferenciación entre días de trabajo o de descanso y, así, también en lo que refiere a tomar alcohol”, explica Daniel Jones. Es el investigador del CONICET que junto a Ana Clara Camarotti, que encabezó el estudio, integra el equipo del Área de Salud y Población del IIGG.

Entre las razones para tomar más alcohol, prevalecen las que suponen una desorganización del tiempo. El 42.2% dijo que toma porque tiene más tiempo libre y 29.4%, por la falta de una rutina estable. Pero también está la "afectación emocional" provocada por la cuarentena, motivo que señaló el 33.6%.

"El alcohol siempre fue un método de evasión del dolor, de las penas que no se soportan. Es una manera de quedarse afuera de lo que se está viviendo. Depende de la situación psíquica que la persona esté atravesando en cuarentena. Puede ser que se toma por dolor, depresión, fobias. Pero entre tanto aislamiento psíquico y social, el resultado de este estudio me parece lógico", suma Alberto Álvarez, psicólogo y psiquiatra de la Asociación de Psiquiatras Argentinos (APA) y presidente del Capitulo Psicoanálisis, Subjetividad y Comunidad.

Como causa "generalizada" o "disparadora" del beber más, Alvarez señala la incertidumbre, dice, "tanto en lo económico como el no saber cuándo termina esta situación".

En este cambio de los patrones de consumo de alcohol, a Jones le llama la atención que "el consumo de alcohol sea percibido como no problemático por 9 de cada 10", en el sentido de que declararon que haber tomado más en cuarentena no implica que les haya afectado a la salud, a sus vínculos o en el trabajo. Esto, para los investigadores, sí es una cuestión de clase. Y de género.

“Cuando se estudia consumo de drogas, legales e ilegales, casi siempre se trabaja sobre sectores populares. Una originalidad de este estudio es trabajar sobre sectores medios con alto nivel educativo. La clase media, en general, si no es alcoholismo, no ve tomar así como algo problemático. Un varón puede jactarse de su 'cultura alcohólica' por tomar mucho y no emborracharse. Mujeres jóvenes o de mediana edad pueden salir a un bar y mostrarlo en su Instagram. Vivimos en una cultura donde el consumo de alcohol, a diferencia de las drogas ilegalizadas, tiene alta legitimidad”, subraya Jones.

En la encuesta también creció el otro extremo: se duplicó el número de los que no toman alcohol (eran 8.5% antes de la cuarentena, y 15.95% durante).Y quienes afirmaron estar consumiendo menos alcohol durante la cuarentena, señalaron mayoritariamente la falta de salidas o eventos sociales (70%) como motivo. Ahí está la relación entre salir y tomar, para los jóvenes. Los varones fueron mayoría entre los que a partir del aislamiento tomaron menos "por salud". Eso llamó la atención del equipo porque, en general, "por la construcción social del rol de cuidado para ellas", son las mujeres quienes muestran una mayor preocupación por la salud propia y de sus familiares.

Pero, claro está, la multiplicación de la frecuencia de consumo se dio con mayor énfasis entre quienes sí lo hacen a diario y en mayor medida. Si la cuarentena se prolonga hasta el 21 de junio, como trascendió hasta este martes, ¿aumentará aún más el consumo de alcohol? Por el momento, los investigadores del CONICET no tienen pensado repetir la encuesta. Pero tienen proyecciones.

"Si la crisis económica producto de la pandemia se sostiene o agrava, no resulta claro qué formas puede adquirir el consumo de alcohol. Hay que considerar que un tercio de quienes aumentaron el consumo habla de la angustia como motivo, y la mayoría no percibe tomar como algo problemático. Habría que relevar y analizar qué sucede de sostenerse la situación sanitaria", cierra Jones. 

Fuente: Clarín

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