Cuarentena total hasta febrero en Reino Unido para intentar frenar el rebrote de coronavirus
Se anunciaron medidas extremas y el cierre de escuelas y universidades. Ya se reportaron más de 50 mil casos diarios y colapsó el sistema sanitario. En diciembre se descubrió una nueva cepa que sería un 70% más contagiosa.
REINO UNIDO - El primer ministro británico, Boris Johnson, anunció este lunes 4 de enero una cuarentena total como último recurso para frenar la segunda ola de COVID-19. Los casos aumentaron un 30% en una semana y el sistema sanitario muestra señales de colapso. El confinamiento será "total" e incluirá escuelas y universidades.
Reino Unido empezó a vacunar con AstraZeneca/Oxford y Pfizer, pero no puede, por ahora, frenar el virus. Los casos superan los 50 mil diarios y el país lleva más de 75 mil muertos desde que empezó la pandemia.
El Reino Unido es uno de los países de Europa más castigados por el coronavirus y se enfrenta a otra ola imparable de contagios desde el descubrimiento en diciembre de una nueva cepa que sería un 70% más contagiosa.
"Tenemos que hacer más, juntos, para poner esta nueva variante bajo control mientras distribuimos nuestras vacunas", afirmó Johnson en un breve y solemne mensaje a la nación retransmitido en la hora de mayor audiencia nocturna, consignó la agencia AFP.
"Por lo tanto, debemos entrar en un confinamiento nacional lo suficientemente duro para contener esta cepa", agregó. Los diputados regresarán de sus vacaciones el miércoles para votar la medida, que entrará en vigor "cuanto antes", precisó, aunque pidió a la población empezar a aplicarla ya.
Si las condiciones lo permiten, el gobierno espera poder comenzar a levantar las restricciones a mediados de febrero, afirmó.
La nueva cepa británica afectaría más a los jóvenes
La situación en el país es grave: el lunes había 26.626 pacientes hospitalizados con covid-19 en Inglaterra, un aumento del 30% respecto al pasado lunes. El récord de ingresos durante la primera ola en primavera fue de 18.974. Mientras que el ratio de contagios al 30 de diciembre era de 518 por 100.000 habitantes en Inglaterra y 950 en Londres, según datos oficiales.
En este contexto, los cuatro consejeros médicos de Inglaterra, Escocia, Gales e Irlanda del Norte, más el director del servicio público de salud inglés, habían pedido conjuntamente restricciones totales ante el "riesgo de que los servicios de sanidad se vean superados".
También en Escocia, la primera ministra, Nicola Sturgeon, había anunciado poco antes su decisión de "introducir a partir de medianoche, durante todo el mes de enero, un requisito legal de permanecer en casa, excepto para fines esenciales, similar al confinamiento del pasado marzo".
En ambos casos, los centros educativos de todos los niveles tendrán que pasar a la educación a distancia a partir del martes. Solo las guarderías permanecerán abiertas.
En este contexto, la distribución de la vacuna desarrollada por el equipo británico AstraZeneca/Oxford, más barata y fácil de conservar que la anterior, de la que el país ya encargó 100 millones de dosis, aparecía como el único motivo de esperanza. El Reino Unido, que ya ha inoculado a un millón de personas con la vacuna de Pfizer/BioNTech, se convirtió el lunes en el primer país en administrar la segunda dosis.
Según los científicos británicos la vacuna ofrece protección a partir de 22 días después de la primera inyección y durante al menos tres meses. Por este motivo, y para llegar a una población lo más amplia posible, las autoridades sanitarias inglesas decidieron espaciar hasta 12 semanas la administración de las dos dosis necesarias.
El ministro de Sanidad, Matt Hancock, afirmó "esperar que superemos este difícil momento en las próximas semanas y meses". "Las posibilidades de que podamos hacerlo se han acelerado significativamente hoy porque hemos sido capaces de ser el primer país del mundo en inyectar esta nueva vacuna de AstraZeneca", dijo a la radio BBC.
Fuente: Perfil