La casa se prende fuego. Nacho Castañares decidió ir por más, y le dejó una marca en el cuello a Lucila Villar mientras estaba acostada en su cama, motivo por el que ella salió a correrlo por todos lados.
Nacho y la Tora dejaron los jueguitos de lado y se besaron apasionadamente frente a las cámaras.
En una semana difícil para La Tora, ya que quedó nominada, se apoyó aún más en Nacho, con quien pegó onda tras la salida de Martina y aún más cuando Mora y Juan fueron eliminados.
Los dos se unieron en los últimos días, compartieron charlas profundas, juegos y durmieron varias noches juntos.
Pero en una de esas noches, una cosa llevó a la otra y finalmente se dieron su primer beso, súper apasionado en la cama, por lo que Gran Hermano les pidió que den el consentimiento ya que vio que la pasión iba en ascenso.
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La reacción de Nacho y la Tora fue simular que no había pasado nada y que solo estaban durmiendo.