CAPITAL FEDERAL - Las demoras se originan debido a que cuando hay actividad eléctrica en la zona del aeropuerto, se activa el protocolo de seguridad que funciona desde el año pasado en la mayoría de las estaciones y que obliga a la suspensión de todo tipo de tarea en pista.
Esto implica que no se realiza la carga de combustible en los aviones que deben partir y no se concreta la recepción de los equipajes en los vuelos que aterrizan, ocasionando demoras en ambos sentidos, así como tampoco se realiza ningún otro tipo de atención a las aeronaves en tierra.
En Aeroparque la actividad se paralizó de manera intermitente entre las 9 y las 10, normalizándose a partir de ese momento, pero con la expectativa de que en cualquier momento se volverían a activar las medidas de seguridad ante la permanencia de la actividad eléctrica en la zona.
Mientras que en Ezeiza, la paralización se inició poco después de las 6 y se mantuvo hasta pasadas las 8, lo que provocó sobre todo demoras en el retiro de equipajes de parte de los varios vuelos que arribaron en esa franja horaria.
La detección temprana de actividad eléctrica en aeropuertos puesta en funcionamiento en el 2019, tiene como objetivo preservar el desarrollo seguro de las actividades que se llevan a cabo en la plataforma operativa.
Este Programa, que se apoya en un dispositivo de detección de actividad eléctrica denominado “Outdoor Alerting System”, contiene dos tipos de alerta de seguridad; el “alerta amarilla” se aplica cuando la actividad eléctrica se registra dentro del radio de 15 km de la zona de operación, mientras que en el “alerta roja” se activa cuando hay actividad eléctrica dentro del radio de 5 km.
En ambos casos el alerta se dispara en el centro de operaciones, que inmediatamente determina el cese de todas las operaciones en tierra.