Dos playas "secretas" de Chubut para conocer y desconectarse de la rutina
Comienza el verano y en la Patagonia hay una infinidad de playas para disfrutar. Estas dos opciones te ofrecen tranquilidad y la poca cantidad de gente.
Las playas de la Patagonia son ideales para disfrutar de los días cálidos de la temporada de verano, y muchas de ellas tienen impactantes postales de película que invitan a desconectarse de la rutina.
Diferentes playas patagónicas son un espectáculo con aguas azules y kilómetros de tranquilidad, con baja actividad humana y en muchos casos libres de cualquier tipo de contaminación.
Para las personas que buscan un buen lugar para descansar, estas dos opciones en Chubut pueden ser espacios ideales para disfrutar de la naturaleza y un silencio que invita a conectarse con los pequeños detalles de la vida.
PLAYA ELOLA
Ubicada en el centro-este de la provincia de Chubut, más precisamente a 6 kilómetros de la localidad de Camarones y a unas tres horas de la capital regional. Se accede por la Ruta Nacional 3 tras recorrer un largo trecho de ripio.
Es perfecta para aquellos que buscan descanso, dado que los balnearios son muy amplios y la paz es completamente absoluta. Entre escolleras naturales, las rocas marrones se entremezclan con pequeños arbustos y la arena de caracoles para abrir camino a una corriente marina de baja intensidad.
El sitio en sí no posee ningún servicio hotelero o gastronómico, pero se presenta como una opción idónea para la pesca y el pulpeo, caza de calamares. Además, se puede visitar el museo “Casa de Perón” en Camarones, un monumento que recuerda a la época de la colonia española de Nueva León y la reserva provincial Cabo Dos Bahías, donde se encuentra la segunda pingüinera más grande de la Patagonia argentina, luego de Punta Tombo.
PLAYA MAGAGNA
Se sitúa a unos 13 kilómetros al sur de la capital, Rawson. Para llegar se debe atravesar el camino del río Chubut hasta que se encuentra la pequeña villa Magagna, la cual lleva el nombre de un carpintero italiano que se instaló en ese sitio en el siglo pasado.
Si bien no tiene un casco histórico en sí, a lo largo de la costa, se pueden encontrar pintorescas casas que miran la inmensidad del océano, mientras que un alto médano las separa de la zona de playa.
La localidad ofrece como uno de sus principales atractivos los fósiles marinos, la pesca, el treaking en la zona de dunas, las cabalgatas por la pesca, turismo de aventura, y también un espacio propicio para la tranquilidad, la paz y la armonía con la naturaleza, considerada área protegida.