PUERTO MADRYN - Con una mezcla de sentimientos y mucha emoción, estos hombres que se hicieron amigos durante el conflicto bélico hablaron mucho de este viaje y sin planearlo se les concedió el sueño; el mismo vino de la mano de Julieta, la hija de Julio, que lo sorprendió con semejante regalo.

Julio relató que “el 2 de abril recibo el regalo de mi hija; la verdad que presentar el pasaporte, entrar como extranjero; era como que en esa época no estábamos de acuerdo y no fuimos; y este 2 de abril me regala el pasaje, se lo saca a ella y al marido y lo primero que me dijo cuando me lo dio fue ‘vos tenerlo que llevarlo a El Chino’; hablé con él; mi hija había averiguado que quedada un solo pasaje; y le digo a él; será que llegó el momento; no lo teníamos pensado, yo me entero en el acto; fue una sorpresa” relatando que con El Chino hemos estado horas hablando de la guerra, y creo que nos debíamos esto; cerrar la historia.

Es muy difícil comunicarse con la Isla, es caro, el idioma; así que lo organizamos y ahora ya tenemos contactos; quizás este viaje sirva para que muchos más se animen porque en la provincia del Chubut son muy pocos los que han ido”.

“VAMOS A BUSCAR EL POZO DONDE CHARLABAMOS NOCHES ENTERAS”

“Yo ando sin dormir, muy nervioso, muy mal; con los sentimientos medios raros porque es raro y fuerte lo que estoy viviendo”, manifestó el Ex Combatiente remarcando “llegar a una tierra donde pasaron tantas cosas, y siendo pibes nos marcó a fuego; ojalá nos sirva para un montón de cuestiones que tienen que ver con nuestras personas. Lo primero que dijimos con El Chino fue caminar desde el lugar que hicimos 8 kilómetros hasta tomar posición de una entrada a una bahía, después cuando fuimos al frente también; las excursiones a Monte London, a San Carlos, al Cementerio”.

“Las charlas que teníamos con El Chino para no dormirnos; 20 grados bajo 0; mucho frío, hambre, miedo; no dormirnos en el puesto de guardia por temor, hablar de Madryn, noches enteras; cuidarnos para no dormirnos, no congelarnos, que no te sorprenda un desembarco; pasamos muchas noches de zozobra; donde estuvimos nosotros temblaba la Isla de la cantidad de bombas; éramos pibes, le dábamos mucho valor al Rosario, a la familia, el olor a tuco de la casa, al perro; ahora ir en paz y tomar mate en el pozo donde estábamos, charlar, cerrar la historia; ver si encontramos lo que habíamos enterrado cuando fuimos al frente por si no volvíamos; hasta una ametralladora MAG, la radio, zapatillas, elementos personales; si está el pozo”.

“A LLORAR JUNTOS SEGURAMENTE”

“El Chino” relató “que nosotros venimos hablando hace tiempo de esto; fue una charla, una idea, unas ganas pero de ahí al hecho había mucho trecho; surgió por un regalo que recibió Julio el día 2 de abril; le preguntó si le gustaría que fuera yo con él porque sabe bien cómo es nuestra historia”, agradeciendo “a aquellos que aportaron por voluntad propia unos pesitos porque a mí me agarró de improviso; es un costo que no tenía pensado”.

“Esto era algo que teníamos que cumplir en algún momento, y cuando lleguemos veremos cómo nos plantamos ahí porque yo creo que va a hacer una emoción extraña; yo creo que va a ser similar a cuando yo llegué de la guerra, que vine de madrugada y entré a mi casa que era una casita humilde, en un baldío, vi la luz a la una de la mañana y era una cosa muy emocionante, algo muy fuerte, y yo creo que me va a pasar algo parecido; yo creo que vamos a volver a ese lugar donde nos cobijamos y va a ser muy fuerte. Nos vamos a plantar delante de esa tumbas y nos vamos a saber que explicar, qué hacer, nunca sabremos se hubiéramos podido darle una mano a esos chicos, a algunos, en ese combate; pedirles perdón; no me queda otra palabra para decirles”.

El Ex Combatiente señaló que “creo que los demás Veteranos están especulando con ver que nos pasa a nosotros con este viaje; yo no sé si podremos desahogarnos de esa cosas; yo no puedo venir ni a los actos; me hace mal, sinceramente; ellos me entienden, no me gusta mostrar mis sentimientos” manifestando que “allá vamos a salir solos, y vamos a llorar juntos seguramente; vamos a tener que agarrar coraje como hicimos allá”.

Fuente: El Chubut

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