El drama de pagar los créditos UVA: debían $2 millones y ahora enfrentan deudas por $90 millones
El regreso de los créditos hipotecarios ajustados por UVA trajo la promesa de un techo propio, pero la realidad de la descontrolada inflación comenzó a presionar a las personas con serias deudas.
El drama de los clientes que solicitaron créditos UVA es que debían $2 millones y ahora enfrentan deudas de $90 millones. El regreso de los créditos hipotecarios ajustados por UVA trajo la promesa de un techo propio, pero la realidad de la descontrolada inflación comenzó a presionar a las personas con serias deudas. En los últimos ocho años, el valor de la Unidad de Valor Adquisitivo (UVA) aumentó un 8,668%, lo que elevó las cuotas de los préstamos.
El regreso de los créditos hipotecarios ajustados por UVA en 2024, luego de una larga ausencia de cinco años, se trata de una opción atractiva para quienes buscan acceder a la vivienda propia en un mercado inmobiliario cada vez más inaccesible. Sin embargo, detrás de esta aparente oportunidad, existe un grave riesgo: el impacto de la inflación en las cuotas de los préstamos, que pueden transformarse en una carga económica insoportable para los hogares argentinos.
Cabe recordar que desde que el sistema UVA fue reintroducido, la oferta de 22 entidades financieras permitió que miles de argentinos consideraran la posibilidad de financiar la compra de una propiedad. En la Ciudad de Buenos Aires, por ejemplo, un crédito UVA de $100 millones puede financiar la compra de un departamento promedio de dos ambientes en Palermo, cuyo valor ronda los $125 millones. Sin embargo, el costo inicial de este crédito, que exige un desembolso inicial del 25% del valor de la propiedad, es solo el comienzo de un largo y complicado camino de pago.
El gran atractivo de los créditos UVA en sus primeras etapas es que las cuotas comienzan siendo relativamente bajas. En el caso mencionado, el crédito de $100 millones tendría una cuota mensual inicial de $567.789, considerablemente inferior al costo de un alquiler mensual similar, que rondaría los $505.329.
De esta manera, parece una ventaja clara para quienes sueñan con un techo propio. Sin embargo, la clave de este producto financiero está en su ajuste por inflación, lo que implica que las cuotas se incrementarán mes a mes de acuerdo con el índice de precios al consumidor.
En este sentido, la inflación fue el principal enemigo de los deudores UVA desde que el sistema se implementó en 2016. Según datos de la Cámara de Diputados, el índice de precios en Argentina hizo que el valor de la Unidad de Valor Adquisitivo (UVA) aumentara un 8.668% en los últimos ocho años, lo que ha elevado las cuotas de los préstamos a niveles desmesurados, lejos de lo que los tomadores de crédito podían imaginar al momento de firmar sus contratos.
EL ORIGEN DE LOS CRÉDITOS UVA
Se remonta a 2016, cuando fueron lanzados durante la gestión de Mauricio Macri con el objetivo de facilitar el acceso a la vivienda.
El sistema parecía ser una solución para quienes no podían acceder a un crédito tradicional, y sus cuotas iniciales bajas hicieron que muchos decidieran apostar por esta opción. Sin embargo, la inflación galopante de los últimos años y la devaluación del peso han hecho que las cuotas se disparen, poniendo en peligro la estabilidad financiera de miles de deudores.
José Rozados, director de Reporte Inmobiliario, explica que desde su creación, el valor de la UVA creció casi 64 veces, lo que multiplicó las cuotas de los préstamos. En un principio, la cuota representaba solo el 25% de los ingresos de los deudores, pero con el aumento de la inflación, este porcentaje llegó a superar el 40%, lo que ha generado un ahogo económico en muchas familias.
LA DURA SITUACIÓN DE LOS CLIENTES
El peso de las cuotas ajustadas por UVA generó una creciente preocupación entre los deudores. En 2023, la Cámara de Diputados otorgó media sanción a un proyecto de ley que buscaba aliviar la situación de los afectados, pero la propuesta se encuentra estancada en el Senado y no parece tener muchas probabilidades de prosperar. Mientras tanto, miles de familias luchan por cumplir con sus obligaciones, y el riesgo de perder sus viviendas es cada vez más real.
Uno de los casos más resonantes es el de la actriz María Fernanda Callejón, quien enfrenta una deuda millonaria por un crédito UVA, que ha puesto en evidencia la gravedad de la crisis. La deuda que arrastra, sumada a la posibilidad de un remate judicial, ha generado preocupación.
Aunque las tasas de interés oscilan entre el 3% y el 9,5% y los montos a prestar pueden alcanzar hasta los $250 millones, la incertidumbre económica y la falta de una intervención estatal efectiva generan dudas sobre la viabilidad de este modelo a largo plazo.
Con información de Noticias Argentinas, intervenida por IA, bajo supervisión y edición de ADNSUR