La nueva variante del Covid, llamada por la Organización Mundial de la Salud, OMS, Omicrón, mantiene en vilo al mundo desde hace dos semanas, cuando se descubrieron los primeros casos en Sudáfrica.
Y es que según los expertos se trata de una cepa mucho más transmisible que las hasta ahora conocidas, y que incluso podría contrarestar el efecto de las distintas vacunas creadas para contener el virus.
Sin embargo, más allá de la reacción mundial ante la situación, el dueño de una clínica rusa que comparte el nombre con la nueva mutación demandará a la OMS por ponerle ese nombre, alegando que "daña nuestra reputación empresarial".
Se trata de Alexandr Padar, quien fundó el centro médico en 2015, mucho tiempo antes de que incluso se escuchara por primera vez la palabra "coronavirus".
Preocupación por un hombre infectado con la variante Omicrón que asistió a una fiesta con 2000 personas en Dinamarca
"Ese nombre es una marca registrada (...), su asociación con la nueva variante de la covid-19 daña nuestra reputación empresarial", dijo en diálogo con el medio local Govorit Moskva.
Y añadió que si alguien muere por esta variante, "a duras penas sus familiares o amigos querrían ir a una clínica con ese nombre".
Cabe destacar que la Clínica Omicrón cuenta con 11 sucursales en la ciudad de Novokuznetsk, en Siberia, donde se instaló inicialmente 6 años atrás.