El gobierno nacional sigue adelante con su plan de actualización de las tarifas energéticas con la mira puesta a reducir el déficit fiscal y aplicar un fuerte ajuste a los subsidios energéticos. Ya rige la suba en la electricidad y esperan avanzar en los últimos cambios el 29 de febrero en la próxima audiencia para la luz y el gas donde desplegarán el plan para una Canasta Básica Energética.

En el medio está la disputa por la zona fría, un beneficio que reciben todas las provincias de la Patagonia y que les permite pagar el 50% de la factura, teniendo en cuenta que el consumo en estas zonas es de dos a tres veces superior que el se un hogar en Buenos Aires, debido a las bajas temperaturas.

El régimen está  garantizado mediante  Ley N° 25.565 del año 2002 que creó el Fondo Fiduciario para Subsidios de Consumos Residenciales de Gas. En 2021, la cobertura se amplió a otras provincias del Norte, el Litoral y a unas 90 localidades de la provincia de Buenos Aires.

Su eliminación fue uno de los motivos que terminó de socavar el tratamiento de la Ley Ómnibus cuando los diputados del interior decidieron votar en contra del inciso H del artículo 5 de la ley, que le permitía al poder Ejecutivo eliminar o modificar fondos fiduciarios, entre ellos el Régimen de la Zona Fría.

Ante esta derrota, ahora el Gobierno nacional avanza en la implementación de la Canasta Básica Energética, un esquema en el que solo se subsidiará a los hogares de menores ingresos y con menores consumos, con distinciones de acuerdo a 6 zonas biogeográficas y cantidad de miembros de la familia.

Hace unos días, desde la Secretaría de Energía presentaron detalles acerca de la aplicación de esta canasta y en la que se hace una fuerte crítica a la aplicación de las zonas frías. Por un lado, cuestiona que las zonas originales no distingen poder adquisitivo o que en las zonas agregadas hay zonas calificadas como templadas cálidas, como Rosario.

En cuanto al alcance del régimen, beneficia a 1.718.034 de distintas provincias que reducen su factura en un 30%, mientras que para 2.586.742 de hogares el beneficio asciende al 50%. Esto totaliza 4,3 millones de hogares beneficiados sobre un padrón de 9,4 millones.

“Cabe concluir que existen en la actualidad diversos regímenes de subsidios para usuarios residenciales de gas natural, que presentan contradicciones tanto en sus respectivos criterios de inclusión y exclusión como en sus mecanismos y limites de aplicación y actualización. Asimismo, en muchos casos estos regímenes implican una superposición de beneficios que ha derivado -según se demuestra en estudios realizados por personal de este Ente Regulador y de expertos en eficiencia energética de la Universidad Nacional de San Martín- en consumos altamente ineficientes que deben ser corregidos a fin de procurar un uso racional y responsable del recurso”, asegura el documento de la Secretaría de Energía.

Quiénes podrán acceder a la Canasta Básica Energética

Al igual que se intrumentó con el Registro de Acceso a los Subsidios Energéticos (RASE), para esta nueva canasta que se presentará en la próxima audiencia pública del 29 de febrero, se hará un criterio de exclusión:

En primer lugar, no podrán acceder quienes posean una aeronave, una embarcación,  dos propiedades inmuebles o algún automotor con antigüedad menor a 5 años. “En segunda instancia, dentro de este conjunto de hogares que no hayan sido excluidos, el acceso al otorgamiento del subsidio se definirá al comparar los ingresos declarados por los miembros de un mismo hogar, según los registros administrativos integrados en el Sistema de Identificación Nacional Tributario y Social (SINTyS), con el monto total del segundo criterio de selección, que es la Canasta Básica Energética (CBE)”.

En este sentido, el acceso a la CBE se definirá de acuerdo al impacto de las facturas de luz y gas en el ingreso familiar. El objetivo, es que el presupuesto que destina una familia a pagar las tarifas no exceda el 10% de sus ingresos. “Con este enfoque se pueden calcular distintos consumos necesarios para la vida de cada hogar, por zona geográfica, tipo de servicio y cantidad de convivientes”

La canasta contemplará el consumo de gas y de luz con topes de acuerdo a la zona geográfica en la que se ubica. El resto  de los hogares que no cumpla los requisitos pasará a pagar a tarifa plena.

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