El guanaco simpático que se hizo amigo de un fotógrafo santacruceño
El animal, increíblemente, se le acercó tanto que hasta metió la cabeza por la ventanilla de su auto. El guanaco de gran tamaño hasta comió galletitas de su mano y cuando arrancó el auto lo siguió...
Un fotógrafo santacruceño contó por redes sociales el increíble momento que vivió con un guanaco amigable que se le acercó al auto y no se quería ir.
En un relato al que denominó "Un encuentro cercano", en su cuenta de Facebook Edgargo Cárdenas contó:
"Volviendo de Río Grande, Tierra del Fuego, a unos kilómetros de la frontera de San Sebastián veo una cigüeña de extracción de petróleo y me queda gustando la luz del lugar. Pego la vuelta para hacer las fotos (esto lo puedo hacer cuando viajo solo o con otro con mi misma locura). En el lugar hay un grupo de guanacos pero todos salen corriendo asustados, a excepción de uno que se queda y me observa".
Aprovecho la oportunidad y también le hago fotos. Me miraba con mucha atención y comienza a acercarse. Pensé que pasaría cerca para cruzar al otro lado de la ruta pero no, venía hacia donde estaba.
Cambio inmediatamente de cámara, ya que lo tenía muy cerca, tan cerca que mete su cabeza por la ventana. Entre sorprendido, feliz, asustado le hablo. El solo me miraba y movía su boca", relató el fotógrafo.
"Solo se me ocurrió ofrecerle una galleta y se la acerco con la mano. Muy suavemente me la saca con su boca. Pude ver mucha ternura en su mirada. El tema es que no quería irse. Hablamos un buen rato. Cuando doblo el auto para regresar veía cómo me seguía. Paro nuevamente y le explico que debía seguir de viaje. Me estremecía su mirada. Parecía que era una despedida de eternos amigos. Se me estrujó el corazón y me fui.
Su mirada y el momento me acompañó durante gran parte del viaje y mientras escribo lo recuerdo con cariño. Espero les gusten las fotos de mi nuevo amigo", cerró Edgardo en su posteo junto a las hermosas imágenes del animal.