El Instituto Antártico Argentino cumple 70 años
El organismo, pionero en el desarrollo de la investigación científica, fue creado por el expresidente Juan Domingo Perón el 17 de abril de 1951 y contribuye de forma sustancial a la soberanía en el Sector Antártico Argentino.
CAPITAL FEDERAL (ADNSUR) - El Instituto Antártico Argentino (IAA), creado por el ex presidente Juan Domingo Perón para el desarrollo de la ciencia antártica, cumple este sábado 70 años de trabajo científico ininterrumpido.
“Estamos orgullosos del enorme trabajo científico que en forma ininterrumpida desarrolla el IAA en la Antártida Argentina, institución nacional comprometida con la soberanía, la cooperación internacional, la paz y la protección del medio ambiente”, afirmó el secretario de Malvinas, Antártida y Atlántico Sur de la Cancillería, Daniel Filmus, en un comunicado.
En el mismo sentido, el funcionario felicitó “a todo el personal del IAA por el trabajo y el esfuerzo que realizan, continuando con el legado del coronel Pujato”.
El IAA fue fundado el 17 de abril de 1951 por decreto Nº 7338/51 para "continuar asegurando en forma irrenunciable para la Nación Argentina los derechos históricos, geográficos y territoriales que la asisten sobre el sector de la zona antártica que le pertenece”, bajo la inspiración del General Hernán Pujato, su fundador y primer director.
El IAA, en cooperación con la empresa biotecnológica Biosidus, fue el responsable de la secuenciación del primer genoma completo de un microorganismo realizado en el país, el de la bacteria antártica Bizionia argentinensis, descripta como especie nueva en 2008.
Además, realizó el seguimiento de la actividad sísmica -desde agosto del 2020 hasta la actualidad- en el Mar de la flota, producto principalmente de la actividad del Volcán submarino ORCA. También realiza el seguimiento del evento de ruptura del témpano gigante A68a, que originalmente tenía una superficie aproximada de 5.800 Km 2 (más de 28 veces la superficie de CABA).
Por otra parte avanza la propuesta conjunta con Chile para la creación de un área marina protegida en la región del oeste de la Península Antártica y el sur del Arco de Scotia. El instituto, pionero en el desarrollo de la investigación científica antártica, tiene su sede en el predio Miguelete de la Universidad Nacional de San Martín y depende de la Dirección Nacional del Antártico.
Actualmente el IAA está integrado por aproximadamente 56 investigadores especializados en diferentes disciplinas y ha generado aproximadamente 500 artículos científicos en la última década. A los investigadores se les suma el personal técnico y administrativo que constituye un soporte esencial en las tareas de la institución.
La actividad científica es el eje rector de la actividad de Argentina en la Antártida y todos los medios y recursos se encuentran orientados al apoyo permanente a esta actividad, contribuyendo de forma sustancial a nuestra soberanía en el Sector Antártico Argentino, y bajo un firme compromiso con la cooperación científica internacional en el marco del Tratado Antártico, suscripto por nuestro país en 1959.
En tanto, la producción científica del IAA proviene, en gran medida, de las investigaciones que se desarrollan en la Base Carlini (Isla 25 de Mayo, Islas Shetland del Sur) y en los campamentos que se despliegan cada verano en las áreas cercanas a la base Marambio, al este de la Península Antártica.
A ellos se le suman los que se desarrollan en las otras cuatro bases permanentes (Orcadas, Esperanza, San Martín y Belgrano II) y en las siete bases temporarias, que solo tienen actividad en el verano antártico.
El IAA desarrolla investigaciones científicas, tales como biología, geología, física, química, oceanografía, ciencias atmosféricas, ciencias sociales y muchas otras. Entre ellas, aborda con carácter prioritario aquellos estudios que tienden a analizar las manifestaciones del cambio climático y sus efectos sobre el ambiente antártico, así como los estudios relacionados con la conservación del medio ambiente antártico y las acciones para su remediación.
Son también prioridad los estudios sobre la alta atmósfera, especialmente aquellos vinculados al adelgazamiento de la capa de ozono y sus efectos sobre el ambiente.