El legado artístico de Esteban Ferreyra y los más de 20 murales que cuentan la historia de Rawson
Entre 1985 y 1988, el artista plástico desarrolló una obra en la que combinó técnicas refinadas del arte para honrar la cultura del trabajo, la soberanía, la identidad cultural y la memoria colectiva. El desafío de preservar los murales como patrimonio histórico y la labor que retoman los grupos del "mosaiquismo" son aspectos fundamentales de su legado.
Entre 1985 y 1988, el artista plástico Esteban Ferreyra dejó una huella imborrable en Rawson, Chubut, al crear más de 20 murales que reflejan la identidad y el sentir de la comunidad.
Originario de Buenos Aires, Ferreyra se trasladó al sur argentino, donde, con apenas 21 años, plasmó en las paredes de la ciudad escenas cotidianas, tradiciones y luchas sociales para convertirse en un referente del muralismo local.
Falleció el 12 de abril de 1988 en trágicas circunstancias, pero su obra quedó grabada a fuego en las generaciones locales.
Sus obras, como "La Industria", "La Comparsa" y "La Manifestación", se distribuyen en puntos estratégicos de Rawson para embellecer espacios públicos y narrar historias colectivas con la intensidad que los artistas íntegros pueden transmitir.
A él le corresponde el diseño del puente, el río y los barcos de pescadores que identifican a Rawson y que el municipio, las asociaciones y las publicaciones han incorporado como logo.
En su paso por la ciudad, siempre busco la imagen de la organización de los trabajadores y la defensa de los recursos naturales, la unidad de los hombres y el desarrollo de la identidad artística y cultural.
Estos murales funcionan como un puente entre el pasado y el presente para recordar a las nuevas generaciones las raíces y valores de su comunidad.
A su vez, logró plasmar una imagen que representa las expresiones populares como "murga", "marcha" y "la hinchada".
“Trabajador incansable que en dos años realizó una obra increíble y dejó escuela. Siendo un referente mundial. Gracias, Esteban, demostraste que la edad no hace al arte, sino la voluntad, la militancia y el trabajo para el pueblo. Gracias”, lo recordaron sus compañeros en páginas de las redes sociales que lo mantienen con absoluto respeto.
“Entre maderas, ladrillos y hojas dejaste tu legado para que nos inspire... Desde una silueta de dos bailando un tango, de una mujer mirando al horizonte, las figuras y sus dedos en V, las manos abiertas desafiantes jugando un partido, recordando a tus amores... Ahí estás”, se publicó en el aniversario de su nacimiento cada 8 de mayo.
Con el paso del tiempo, algunos murales han sufrido el desgaste propio de la intemperie. Pero también se viven atropellos debido a la instalación de comercios, las tareas de las distintas gestiones municipales, el vandalismo y la falta de acondicionamiento permanente.
Esta situación requiere una tarea transversal para preservar estas obras de enorme valor artístico, emocional y vivencial, que demanda un resguardo a lo largo del tiempo, con el compromiso de los ‘Amigos de Esteban Ferreyra’, las instituciones locales y la comunidad.
En este sentido, se emprendieron diversas iniciativas para la restauración de los murales.
En 2015, por ejemplo, se reconstruyó el mural "Te recuerdo, Amanda", ubicado en el ingreso a la capital provincial por Avenida Libertad, gracias al trabajo conjunto de la Secretaría de Cultura del Chubut, el Taller Mural y los ‘Amigos de Esteban Ferreyra’.
Además de las restauraciones, se han organizado recorridos guiados para apreciar y difundir la obra de Ferreyra.
En los últimos años, la Municipalidad de Rawson, en colaboración con el Grupo M.A.R Taller Mural, realizó un recorrido por sus murales con la participación de estudiantes y del público a lo largo de los murales que están presentes en distintos lugares de la ciudad.
El legado de Esteban Ferreyra en Rawson trasciende el ámbito artístico para consagrarse como un símbolo de identidad y resistencia cultural.
Sus murales, más allá de su valor estético, son testimonios vivos de la historia y el espíritu de una comunidad que, a través del arte, mantiene viva su memoria colectiva.
LA CONTINUIDAD DE ESTEBAN FERREYRA EN EL SIGLO XXI
En los últimos años, se incrementó el interés de los vecinos por las técnicas del ‘mosaiquismo’, que tiene características particulares que le permiten perdurar ante distintos factores.
Como herederas de una historia milenaria, ancestral y apasionante, un grupo de personas se involucra en las obras en mosaico que engalanan nuestras ciudades con un impacto visual y una belleza cautivantes.
Este tipo de materiales resulta muy noble y soportan las inclemencias de las condiciones meteorológicas en la Patagonia, lo que permite que se puedan colocar en los espacios públicos.
“Las obras tienen mucho color por el impacto en las emociones que generan en las personas. Los materiales tienen mucho color y permiten que uno pueda transmitir lo que lleva adentro”, expresó la mosaiquista Florencia De Benito en diálogo con ADNSUR.
“Cualquier persona con las técnicas específicas y los talleres puede llegar a realizar obras en mosaicos”, aclaró.
Ante el contexto del juicio por ‘La masacre de los pingüinos’ que se realiza en el Superior Tribunal de Justicia de Rawson, el equipo de trabajo del 'mosaiquismo' desarrolló una obra bellísima denominada ‘Pingüinos de Magallanes’ en los muretes de la costanera de Playa Unión.
Pasaron 40 años desde el momento en que Esteban Ferreyra comenzó a desplegar su arte en la capital provincial para dinamizar a una ciudad con imágenes imponentes del trabajo, soberanía, luchas populares, instituciones locales y memoria colectiva.
Esa caudal es inagotable y surgen nuevas generaciones para expresarse, contar las historias que los conmueven y dejar una huella en la comunidad para que perdure a lo largo del tiempo.