Santiago Giordana es de Rawson y hace 15 años dirige en Buenos Aires una de las clínicas de fertilidad más importantes de Argentina y de América Latina donde, por año, realizan 2.000 tratamientos.

En contacto con ADNSUR, Giordana aclaró que "detrás de cada pareja hay un sueño" y que "el acompañamiento emocional es fundamental en todo el proceso". El tratamiento que se hace en Trelew es muy similar y con la misma calidad al que se realiza en Buenos Aires y cuenta con la cobertura de SEROS.

El especialista empezó con las extracciones de sangre cuando era pasante de la carrera de bioquímica, atravesó todos los pasos de la carrera, tuvo que perfeccionarse en Europa y se ganó su lugar por la especialización y formación permanente.

Los primeros pasos de la vocación

Giordana recordó que “nací en Córdoba pero a los 5 años- ya me instalé en Rawson con mi familia. Durante mi infancia y la adolescencia, viví en el barrio 2 de abril, fui a la Politécnica y a la escuela n° 729 ‘Dr. Salvador Mazza'.

“Bioquímica surgió porque la Química me resultaba fácil y la Biología me gustaba, En aquel momento, hablé con algunos profesores del Secundario y me orientaron. Todavía en el 5° año del Secundario, hice una ‘mini pasantía’ en un laboratorio de Rawson para observar a los bioquímicos. Ahí arrancó la idea de estudiar Bioquímica”, repasó.

Santiago se crió en el barrio 2 de abril de Rawson donde convivió con el sacrificio de las familias trabajadoras que viven en ese sector de la ciudad. Allí forjó un sentido humanista con el que desarrolla su actual profesión. Su madre fue una figura clave en su vida.

“Llegué a Buenos Aires para estudiar Bioquímica en la U.B.A. En el último año de la carrera, vinieron a darnos una charla de la ‘Fundación Favaloro’ y ofrecieron pasantías para hacer análisis de sangre. Me anoté y fui ahí para hacer una rotación ad honorem. Al poquito tiempo, se generó el puesto de ‘técnico de laboratorio’ para sacar sangre. Ahí me dieron el trabajo y empecé a ganar mi dinero. Todo esto fue en el 2000”, precisó.

En la escuela 729 'Dr. Salvador Mazza', comenzó a definir su vocación con una orientación de los profesores de la institución.

“A mediados del 2007, me surgió la posibilidad de ingresar como ‘Técnico de Laboratorio’ en una Clínica de Fertilidad. Empecé en una clínica europea que era la más grande del mundo que –en ese momento- se expandía por América Latina. Ellos se ofrecieron a formarme por completo en Fertilidad. En ese momento, me dediqué de lleno a estas nuevas tareas y abandoné el trabajo anterior”, destacó.

Seis meses en Sevilla en 2009: un viaje decisivo

“A finales del 2008, mi jefa de entonces me anunció que me enviaban 6 meses a Sevilla para acelerar la formación para dejar de ser técnico y empezar a ejercer como embriólogo. Al regreso, ya empecé a desarrollarme como embriólogo que es la parte más importante en la fertilidad. A finales del 2013, la jefa del laboratorio decidió regresar a España. En ese momento, el dueño de la clínica me ofreció ser el Director del Laboratorio WE FIV (traducido ‘somos fecundación in vitro’) y estoy en ese cargo hasta la actualidad”, subrayó

¿Cómo es el procedimiento de fertilidad? ¿Qué pasos hay que cumplir?

“Ante el caso de una pareja (un hombre y una mujer) que buscan tener hijos, se aconseja que si la mujer tiene menos de 35 años (y está en una búsqueda activa de tener hijos y no lo logra durante 1 año), debería acercarse a una clínica de fertilidad o a un especialista en reproducción pero no a un ginecólogo”.

“Si la mujer tiene más de 35 años, se recomienda que ese período de tiempo de la búsqueda natural sean 6 meses. Cerca de los 35 años, hay una caída marcada del potencial de una mujer de quedar embarazada”, alertó.

“Los problemas de fertilidad tienen que ver un 30% con el hombre, un 30% con la mujer y el otro 40% es un origen desconocido porque la razón no está clara”, señaló.

“Los primeros pasos van a ser los estudios a la mujer y al hombre. Una de las primeras medidas va a ser planificar un ‘coito programado’. El médico va a determinar el momento en el que la mujer está ovulando y les va a sugerir que mantengan relaciones sexuales en ese momento entre 24 a 36 hs. Ahí se optimiza el proceso natural”, indicó.

“Si eso no ocurre, se pasa a la inseminación artificial. Se le va a hacer un seguimiento ecográfico a la mujer, quizás le realicen una estimulación suave para promover la ovulación. El hombre va a dejar una muestra de semen por eyaculado, se van a elegir los espermatozoides óptimos y se va a hacer una inseminación. Es decir, se van a inyectar los espermatozoides del hombre –directamente- en el útero de la mujer para que se encuentre con el óvulo”, explicó.

“El tiempo es un concepto muy importante en la fertilidad”

“Si eso no ocurre y la mujer tiene menos de 35 años, la inseminación se puede hacer 2 veces. Luego, ya no tiene más sentido. El tiempo es un concepto muy importante en la fertilidad. Cuando las parejas tienen problemas de fertilidad, no hay que dejar pasar mucho tiempo”, evaluó.

“Si eso no sucede, se pasa a las técnicas de alta complejidad en el que a la mujer se la va a estimular fuerte para retirar una mayor cantidad de ovocitos.  El hombre va a dejar sus espermatozoides en una muestra por eyaculado. Nosotros vamos a inyectar un espermatozoide dentro de un óvulo para que se realice la fecundación y luego comienza el desarrollo embrionario. Los embriones pueden estar 6 días en las incubadoras. Durante ese lapso, vamos evaluando el crecimiento de los embriones. Luego de los 6 días, vamos a seleccionar los mejores embriones que tienen potencial de generar un embarazo y los vamos a congelar”, agregó.

“El día que el médico disponga,  la mujer  asiste, se descongela un embrión y se realiza la transferencia”, puntualizó.

“También, existen los ‘bancos de semen’ para las mujeres que deseen ser madres por su cuenta. Se elige un donante y se pueden practican las técnicas de baja o de alta complejidad”, expresó.

Posibilidades del embarazo por la edad de las mujeres

“En las mujeres jóvenes (menos de 35 años), las posibilidades del embarazo son superiores al 50%. En mujeres que tienen más de 35 años, las posibilidades empiezan a decaer por la edad de los ‘ovocitos’ que van a sufrir alteraciones genéticas”, alertó.

“Tenemos la obligación de hacer un seguimiento de los bebés que nacen por fertilidad. Desde la clínica se comunican para informar sobre el estado del bebé que nace. Las probabilidades que aparezcan enfermedades en los bebés que nacieron por fertilidad son las mismas que los bebés que nacen de forma natural. Los tratamientos de fertilidad no alteran los nacimientos ni generan ninguna patología”, aseguró.

"Para mí es el mejor trabajo del mundo"

“Otro gran objetivo nuestro como clínica de fertilidad es acompañar a la paciente en todos los procesos. Si hay que repetir el tratamiento, las familias sufren una gran carga emocional. Nuestro trabajo es hacer embriones y acompañar a la pareja para que se sientan contenidos y que encuentren un lugar de apoyo y confianza. Hay que tener un lugar de empatía. Para mí, es el mejor trabajo del mundo”, afirmó.

“Rutinariamente, nosotros tenemos mucho contacto con el paciente. Siempre les doy las instrucciones a los integrantes del equipo que intenten conectar con las emociones. Eso nos pone en perspectiva sobre lo que hacemos. Si no ves que atrás hay un sueño, una esperanza o un deseo, terminás siendo un técnico que sólo hace embriones. Hacemos embriones para personas que están detrás de un sueño. Si no lo ves, no podés trabajar en fertilidad”, reconoció.

“Ha pasado que una pareja que hace el tratamiento y puede tener su primer hijo por este método pero luego la mujer queda embarazada de su segundo hijo de modo natural. Tenemos una psicóloga que acompaña a las parejas en todo el proceso”, destacó.

Hay un equipo especializado en Trelew

“Hoy por hoy, las obras sociales cubren los tratamientos de fertilidad. Hay una ley que obliga a las prepagas y a las obras sociales a cubrir los tratamientos de fertilidad”, reveló.

Laura Ponte es la encargada de la clínica en Trelew. "Es una profesional extraordinaria. Hacer el tratamiento con ella es lo mismo que estar con nosotros en Buenos Aires", afirma Giordana.

“En Puerto Madryn, funciona la clínica ‘VITA Medicina Reproductiva’ para las consultas pero los tratamientos se hacen en Trelew porque el Laboratorio de Embriología lo tiene montado en el ‘Sanatorio Trelew’. Allí está una profesional que es una ‘genia’ de la reproducción que trabajó mucho tiempo en Buenos Aires que es Laura Ponte.  Las tasas de embarazos de Chubut que se logran en la clínica son similares a las que logramos en Buenos Aires. Se trabaja muy bien y viajo –frecuentemente- para realizar auditorías. Conozco muy bien el Laboratorio porque lo armé desde un comienzo. La embrióloga es Marcela Herrera quien también trabajó durante mucho tiempo en EEUU”.

“Tranquilamente, los tratamientos se pueden hacer en Chubut y SEROS los cubre sin problemas. Hace poco tiempo, firmamos un convenio con SEROS y cualquier paciente puede hacer el tratamiento en la clínica ‘VITA’”, subrayó.

“Dentro del laboratorio somos 12 profesionales y somos 80 trabajadores en total. Al año, hacemos 2000 tratamientos”, precisó.  

 “El concepto fundamental es que una pareja que decide buscar un hijo tienen que ser conscientes que –si en un determinado tiempo no logran el embarazo- vayan a una consulta con un reproductólogo. Si tiene menos de 35 años y -al año- la mujer no quedó embarazada, hay que hacer las consultas. Si tiene más de 35 años y no quedó embarazada a los 6 meses de la búsqueda, hay que hacer una consulta para empezar a ocuparse del tema. El tiempo es clave en fertilidad", enfatizó.

“Las mujeres deciden ser madres más grandes y eso va en contra de la genética”

“Hoy se superaron los mitos y los tabúes. Nadie nos dice que no vamos a poder tener hijos de manera natural. Hoy, se habla con más naturalidad del tema. Otro tema que sucede es que las mujeres deciden ser madres más grandes y eso va en contra de la genética. Las mujeres prefieren desarrollarse profesionalmente, viajar o encarar otros proyectos. Cuando buscan a su primer hijo a los 35 años, el organismo está más limitado. Otra opción es que las mujeres pueden preservar su fertilidad a través de congelar sus óvulos cuando son más jóvenes", completó.

La periodista Débora D' Amato fue madre a los 45 años por una fertilización in vitro. Imagen: Infobae.

"Nadie nos dice que no vamos a poder tener hijos de manera natural", nos dice Santiago. Una frase que nos recuerda que hay cuestiones que exceden nuestro sentido de omnipotencia para enfrentar todas las situaciones. La vida no es ayudar, solamente. A veces, necesitamos pedir ayuda.  Afortunadamente, la sociedad evoluciona, cada vez se habla menos en voz baja sobre las dificultades que una pareja pueda concebir hijos de manera natural. Incluso, hay mujeres solas que enfrentaron este proceso y fue una experiencia que resultó -profundamente- satisfactoria.

Cuando hay amor para recibir una vida nueva, no hay límites. La ciencia ayuda a concretar ese milagro. Como sociedad, nos queda el desafío de acompañar y contener a las personas que atraviesan estas situaciones que son -absolutamente- profundas, movilizadoras, inolvidables y marcan un antes y un después. En esos gestos, se descubre el verdadero sentido de la vida. 

ADNSUR está certificado por CMD Certification para la norma CWA 17493 de JTI, octubre 2024-2026. Ver más
¿Querés mantenerte informado?
¡Suscribite a nuestros Newsletters!
¡Sumate acá 👇🔗!
Recibí alertas y la info más importante en tu celular

El boletín diario de noticias y la data urgente que tenés que conocer