El Volcán Villarrica volvió a explotar cerca de la Patagonia: crece la preocupación
Un nuevo e impresionante pulso eruptivo sacudió el volcán chileno, elevando la preocupación en algunas provincias de la Patagonia.
El volcán Villarrica, ubicado en Chile y cercano a la frontera con Neuquén, volvió a mostrar actividad eruptiva con una impresionante explosión registrada este miércoles. Este evento se suma a otros dos pulsos eruptivos ocurridos en el mes de julio, intensificando la alerta en la región.
Según el Servicio Nacional de Geología y Minería de Chile (Sernageomin), la explosión del miércoles arrojó partículas incandescentes que alcanzaron una altura de 190 metros sobre el cráter. Las imágenes capturadas muestran cómo la erupción se produjo en cuestión de segundos, dispersándose rápidamente por una de las laderas del volcán.
Las autoridades chilenas mantuvieron la alerta técnica amarilla y redujeron el perímetro de seguridad a 1,5 kilómetros desde el centro del cráter, en lugar de los 2 kilómetros anteriores, debido al incremento de la actividad volcánica.
El Sernageomin realiza evaluaciones y controles cada 15 días a través de un comité de expertos que analiza todos los indicadores sobre la actividad del volcán. Durante esta quincena, se ha detectado desgasificación, emisión de material piroclástico y fenómenos incandescentes, lo que sugiere la presencia de un lago de lava cercano a la superficie que está generando actividad explosiva.
El volcán Villarrica despertó preocupación tanto entre los habitantes de las áreas cercanas en Chile como en la provincia de Neuquén, Argentina, donde las localidades de Junín de los Andes y Aluminé son las más cercanas al macizo. La actividad del volcán y la emisión de material sólido fueron monitoreadas de cerca, aunque hasta ahora no se han reportado cambios en el nivel de alerta para las áreas afectadas.
Las autoridades continúan instando a la población a mantenerse informada y seguir las recomendaciones oficiales. La reducción del perímetro de seguridad a 1,5 kilómetros indica que, aunque la actividad continúa, se contuvo dentro de un área más acotada.
El monitoreo constante y la colaboración entre las autoridades chilenas y argentinas son cruciales para garantizar la seguridad de las comunidades cercanas y mitigar los posibles impactos de futuras erupciones.