Emotivo: un niño de cuatro años murió y la familia decidió donar sus órganos para "dar vida a otros chicos"
Nicanor falleció sorpresivamente por una enfermedad congénita. Sus papás Danilo y Cinthia eligieron ayudar a otras familias. “En medio de tanto sufrimiento, le ganamos a la muerte cinco a uno”.
CONCEPCIÓN DEL URUGUAY (ADNSUR) - “Queríamos darle la oportunidad a otros padres de poder salvar a sus hijos, una chance que nosotros no tuvimos”, contó Danilo, el papá de Nicanor, en diálogo con TN Noticias. Junto con Cinthia, su mujer, decidieron compartir su historia de dolor y donación para concientizar sobre el valor de dar vida, después de la muerte de un ser querido.
Según relata Danilo desde Concepción del Uruguay, desde que su hijo se durmió en sus brazos hasta que tuvieron que tomar la decisión no pasaron más de 72 horas. “El lunes 24 de agosto fuimos juntos a hacer un mandado a la tarde, me pidió upa y se durmió en mi hombro”.
De un momento a otro, empezó a convulsionar y se desvaneció. La ambulancia llegó después de unos minutos y los trasladaron hasta el hospital Urquiza donde al cabo de media hora, los médicos consiguieron que su corazón volviera a latir tras una sucesión de paros cardíacos.
“Los médicos se sorprendieron y nos dijeron que nos tomáramos un par de horas para confirmar la decisión. Nos hicieron llenar unas planillas, dieron aviso al INCUCAI y le hicieron un test para constatar que fuera COVID negativo, de otra forma no podía efectuarse la donación”.
A las ocho de la noche la pareja confirmó su deseo de transformar tanto sufrimiento en amor. “En medio de tanto dolor, nos dijeron que los análisis habían dado bien y que era compatible con cinco chicos que estaban en lista de espera y que necesitaban con urgencia un trasplante de riñón, hígado y córneas. Pasamos tres días esperando una oportunidad que nunca apareció para Nicanor. Si vos le podés dar esa chance a otra familia, esa que la vida no te dio a vos, sin lugar a dudas este acto te ayuda a sanar”.
“A nosotros nos cuesta mucho contarlo, pero hablarlo sana. Si te cerrás, no salís más. Además, nuestra intención era que, con todo lo que implica la pérdida de un hijo, al donar lo que hace la familia es ganarle a la muerte cinco a uno”.
“Estuvimos los últimos 20 minutos con él antes de que se hiciera la ablación. El hígado y los riñones eran los órganos sobre los que había más urgencia, iban al Garrahan. Las córneas quedaban en la provincia”, indicó.