En equipo y con voluntad: cómo un grupo de enfermeros trabajó para armar una camilla burbuja para el Hospital Regional
Una idea, una líder para tirar para adelante y un equipo que se puso la tarea al hombro para protegerse entre todos pero también a los pacientes. En esta crónica te contamos cómo fue el trabajo voluntario y solidario de un grupo de enfermeros para crear una camilla burbuja para el Hospital Regional.
COMODORO RIVADAVIA (ADNSUR) - Silvia Rojas es licenciada en Enfermería y hace 5 años la jefa del servicio de Clínica Quirúrgica del Hospital Regional. En mayo se le ocurrió una ingeniosa y valiosa idea: construir una camilla burbuja que le permita a ella y sus compañeros, y por supuesto a los pacientes, protegerse del coronavirus, pandemia que por entonces aún no llegaba con fuerza a la zona.
Por estos días el panorama es completamente diferente. El miedo se convirtió en realidad y luego de un mes para el olvido recién aparece la ilusión amesetamiento, una palabra difícil de pronunciar pero que todos desean.
En este difícil contexto, Silvia y sus compañeros pudieron comenzar a usar la camilla burbuja, un equipo sencillo que permite cubrir al paciente y evitar el contacto.
La licenciada en Enfermería cuenta que fue un trabajo en equipo y solidario, el mejor ejemplo de la voluntad que tiene el personal de salud.
“La idea era poder mover el servicio completo para que todos como equipo podamos hacer la camilla. Entonces fuimos viendo qué posibilidad teníamos para que nos colaboren con el Ule para hacer la cobertura, el colchón para poder hacer la camilla, para conseguir las tapas de la camilla, y así fuimos averiguando y fuimos consiguiendo las cosas”.
Cuenta Silvia que las patas las consiguieron dentro del servicio, la tabla para hacer la base a través de gente de la guardia; el colchón y las fundas llegó gracias al personal del lavadero; y la Dirección puso los caños de la estructura. Mientras que Alfredo, integrante de un grupo de cicloturismo en el que Silvia participa, fue el encargado de soldar la camilla. Pero eso no fue todo; otras almas solidarias y anónimas donaron el Ule y los abrojos.
Según explicó la jefa del servicio, para llevar adelante el trabajo siguieron “un modelo que tiene el servicio del quirófano”.
“Ellos tienen una camilla que también hicieron ellos y seguimos su modelo. Nosotros necesitábamos algo que sea alto, ancho, por el solo hecho de que a veces transportamos pacientes de gran tamaño o a veces necesitás llevarlos semisentados o con tubos de oxígeno y necesitas que la camilla sea amplia porque en cirugía también manejamos pacientes de sala general. Entonces tenemos salas de internación quirúrgica tanto de cirugía como de traumatología y una sala de cuidados intermedios igual”, indicó.
EN EQUIPO ES MEJOR
Silvia hace 23 años llegó a Comodoro, cuando se vino a estudiar enfermería en la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco, donde también estudió la licenciatura en Enfermería y hace 11 años trabaja en el Regional, pero asegura que estos tiempos de pandemia son de los más difíciles que le tocó vivir.
“Hoy el trabajo es muy difícil, muy complicado, estamos pasando por mucha demanda de trabajo con los pacientes sospechosos o positivos de Covid. Después tenemos el estrés propio porque ya llevamos muchos meses y muchos de nosotros aún no nos vamos de licencia o hemos tenido compañeros en aislamiento. Cambió bastante la forma de trabajo”, admite, sabiendo que al menos esta camilla es un aliciente en medio de un complejo panorama, es que no solo demuestra que la voluntad puede más, sino también lo grato que es el trabajo en equipo.
“Eso es lo mejor de todo, porque si bien esto salió de un proyecto de mi parte, trabajamos todos. Desde el enfermero que nunca puso un tornillo y hasta aprendió a usar el taladro con nosotros, hasta el personal de limpieza, los maridos de mis compañeras, supervisores y gente de mantenimiento, porque era quien se podía llevar la estructura, aportar ideas y conseguir las cosas; un trabajo que se hizo en conjunto y como equipo de trabajo”, sentenció.