Este miércoles, pasadas las 14 horas, un hecho produjo susto y pánico en un avión que partió desde Río Gallegos, Santa Cruz, con destino a la Ciudad de Buenos Aires. Sin embargo, posterior a los 40 minutos del despegue, una azafata arribó a la fila 16 y encontró a un hombre de 60 años que estaba descompuesto.
De esta manera, se activó el protocolo entre el personal de la aerolínea. Los pasajeros observaron que algo no estaba bien y comprendieron la situación cuando dos personas que acompañaban al hombre del asiento A16, comenzaron a gritar y solicitar asistencia médica, según informó el diario Nuevo Día.
Rápidamente, apareció una reconocida enfermera de la ciudad santacruceña, quien viajaba dos filas más adelante y también se acercaron un médico junto a otros profesionales que se encontraban a bordo del vuelo.
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El pasajero estaba pálido y se estableció en primera instancia, que su presión era muy baja. Sin embargo, el hombre se volvió a descomponer y empeoró su situación, por lo que se solicitó una intervención médica más compleja por parte de los profesionales médicos. Le aplicaron suero y oxigeno, lo recostaron entre los asientos de su fila y no fue suficiente.
Tras varios intentos en vano, siendo las 14.37 aproximadamente, las condiciones del paciente eran delicadas y se decide aterrizar de urgencia en el aeropuerto de Bahía Blanca, decisión que informó el piloto 5 minutos después.
Luego de aterrizar, el pasajero bajó por sus propios medios del avión, mientras una ambulancia lo esperaban en pista. Posteriormente, el vuelo se reanudó y se dirigió hacia la Capital Federal.