En primera persona, la historia de la primera mujer en manejar una ambulancia en Río Negro
Guadalupe se transformó en la primera conductora de un móvil de salud en la provincia. Quiere que su caso pueda ser tomado como ejemplo de superación y contagiar a más personas a desarrollar su vocación
COMALLO (ADNSUR) - Una joven de 26 años se convirtió en la primera mujer que conduce una ambulancia en un hospital público de Río Negro, luego de que se firmara la semana pasada el contrato para que comience a desempeñarse en el centro médico rural de la ciudad de Comallo.
Se trata de Guadalupe García Castañares, técnica Superior en Emergencias Médicas (TEM), que heredó el amor por la salud y ayudar a otros de su padre, Pascual García, quien conduce ambulancias desde hace 30 años.
Su caso, además, sentó un precedente para crear un espacio de igualdad de oportunidades para todas las mujeres en la salud pública rionegrina ya que hasta el momento en la provincia había 245 choferes habilitados: todos hombres.
Canal 10 de Río Negro la acompañó en un día de trabajo:
En declaraciones a Télam, la conductora indicó: "Estoy muy contenta y emocionada".
"Tengo recuerdos de cuando era muy chica. Iba con una amiga a contarles cuentos a las abuelitas del campo que estaban internadas en el hospital. También me acuerdo de acompañar a mi papá arriba de la ambulancia o en alguna fiesta o cumpleaños en el hospital", evocó en diálogo con Télam.
Guadalupe inició su primer su turno como chofer la semana pasada luego de haberse recibido en el Instituto Superior de Ciencias de la Salud y Gestión y obtener su carnet profesional de conductora para Vehículos de Emergencia.
"Soy nacida y criada en Comallo, pero terminé la carrera en Bariloche. En la empresa privada donde trabajaba, éramos la mayoría mujeres en el rol de paramédico - chofer. El hospital de Comallo es chico y deriva. Por eso, creo que hay que ir tranquilos y con la mente fría para que no ocurra un accidente", explicó.
La joven tiene en su padre un referente en su profesión: "Mi papá es mi jefe, me enseñó bastante. De mecánica no sé mucho, pero se va aprendiendo. De momento, tengo conciencia de avisar enseguida de cualquier ruidito raro", comentó con simpatía.
Sobre su trabajo aseguró que no es una pasión nueva: "Es algo que siempre quise, desde muy pequeña, porque siempre me gustó el tema de poder servir al resto", señaló.
La joven comparte su trabajo y amor por la salud con otra profesión de servicio, que es la de bombera voluntaria en Bariloche: "Son profesiones con pro y contras", aseguró sobre esos oficios y remarcó que "el saber que se puede ser útil para alguien en momentos difíciles a mí me reconforta".
"Cuando estaba terminando la carrera, una amiga me contó que abrían las inscripciones en bomberos y no me dejó pensarlo mucho", sostuvo la joven chofer.
"Hoy, después de cuatro años, repartiendo la vida entre la salud y bomberos, si alguien me da a elegir entre una de las dos, es casi imposible poder decir cuál me gusta más", indicó.
Por último, Guadalupe García Castañares alentó a todas las mujeres que se animen a ocupar este tipo de puestos estereotipados o considerados solo para los hombres: "Que no bajen los brazos y que demuestren que la capacidad la tienen. Si lo soñás, todo se puede", aseguró.