Villa La Angostura se consolicomo referente en educación cooperativa, con 1.281 estudiantes involucrados en cooperativas escolares que promueven el desarrollo de valores y participación comunitaria. Instituciones como la Don Jaime De Nevares, el CPEM 17 y la escuela especial Nº 18 han liderado esta práctica, consolidándose como ejemplos a nivel provincial.
Desde 2011, gracias al impulso de Marcelo Sabbioni, docente de Economía Social, la localidad no solo fomentó el cooperativismo dentro del sistema educativo, sino que se ha convertido en una fuente de inspiración para otras escuelas interesadas en replicar este modelo.
“El cooperativismo escolar pone a los estudiantes en contacto directo con la toma de decisiones reales y la resolución de necesidades concretas”, explicó Sabbioni. A través de esta metodología, los alumnos no solo aprenden sobre valores como la igualdad y la solidaridad, sino que los practican en proyectos que benefician tanto a la comunidad escolar como a las familias.
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El docente destacó que el enfoque práctico del cooperativismo lo diferencia de otras metodologías pedagógicas: “Aquí los estudiantes ‘ponen manos en la masa’, lo que hace que su participación sea más visible y significativa”. Cada cooperativa funciona con una estructura similar a las tradicionales, lo que permite a los alumnos experimentar procesos como asambleas, memorias y balances, y elección de autoridades.
En las escuelas secundarias y primarias de Villa La Angostura, las cooperativas han dado origen a una variedad de proyectos concretos. En la Don Jaime De Nevares, con orientación en Gastronomía, se desarrollan actividades vinculadas a la producción de viandas y la gestión de un comedor escolar. Además, la creación de un kiosco escolar se integró a la materia de Contabilidad, convirtiéndose en un recurso pedagógico y práctico para los estudiantes.
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En el CPEM Nº 17, la cooperativa “Cumpliendo metas” impulsó la venta de fotocopias, anillados, un ropero solidario y cine comunitario, mientras que en el CPEM Nº 68 se implementaron proyectos relacionados con el cuidado del medio ambiente y una huerta invernadero. La escuela especial Nº 18, en tanto, se encuentra en una fase organizativa, siendo pionera en educación cooperativa para alumnos con necesidades especiales.
Uno de los aspectos más destacados del cooperativismo escolar es su carácter voluntario, lo que fomenta la autonomía de los estudiantes. Los alumnos deciden participar y se integran como asociados o miembros del Consejo de Administración, con el acompañamiento de docentes guías. “Esto les permite experimentar la toma de decisiones y los prepara para participar activamente en la sociedad”, afirmó Sabbioni.
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Hacia fin de año, las cooperativas realizan sus asambleas ordinarias, donde se presentan los balances y las memorias de las actividades realizadas, y se eligen las nuevas autoridades. En este proceso, los estudiantes asumen la responsabilidad de rendir cuentas ante sus compañeros, un ejercicio que refuerza su compromiso y habilidades de gestión.
Con información de Neuquén Informa, bajo supervisión y edición de un periodista de ADNSUR.