Enterrarán en Santa Cruz los restos de un hijo de un cacique tehuelche
Este sábado se realizará la ceremonia de inhumación de Sam Slick, hijo de un cacique tehuelche, cuyo esqueleto fue restituido por el Museo de La Plata a su comunidad en el 2018.
SANTA CRUZ (ADNSUR) - Los restos de Sam Slick, hijo de un cacique tehuelche, cuyo esqueleto fue restituido por el Museo de La Plata a su comunidad en el 2018, será enterrado este sábado en Santa Cruz según los rituales de su pueblo.
Si bien los restos de Sam Slick descansan ahora en la comunidad Mapuche-Tehuelche "Ceferino Namuncurá-Valentín Saihueque" de Gaiman, Chubut, comunidad que solicitó al Museo de La Plata la restitución, ahora por un acuerdo con Mirta Pocon y Jose Bilbao Copolque, integrantes del consejo de participación indígena del pueblo Tehuelche de Santa Cruz, sus restos serán llevados al Lote 6 cercano al Lago Cardiel, en Santa Cruz, donde también descansa Juana Peso Fuerte, un familiar directo del hijo del cacique.
Este sábado se realizará la ceremonia de inhumación de Sam Slick, quien fuera asesinado entre Trelew y Rawson, en 1875, por hombres del perito Francisco Moreno, fundador del Museo platense y quien conocía a Sam personalmente.
El caso de Sam Slick, quien era hijo de Casimiro Biguá el cacique general de los Tehuelche de Santa Cruz y Chubut, representa un mojón negro en la historia del Perito Moreno, explicó a Télam el antropólogo de Grupo Universitario de Investigación en Antropología Socia (GUIAS), Fernando Pepe, quien consideró que la muerte de Sam Slick "expone la crueldad" de Moreno.
El hijo del cacique tehuelche Casimiro Biguá colaboraba como guía con el "Perito" Moreno pero ante la sospecha de que quería asesinarlo decidió no seguir acompañándolo y el mismo Moreno lo cuenta en sus escritos: "Él (Sam Slick) decía que yo quería su cabeza. Su destino era ese".
"Sam tenía razón", explicó Pepe a esta agencia, y agregó que "entendemos que el Perito Moreno planificó y participó del genocidio de los pueblos originarios y que el Museo cumplió un objetivo geopolítico claro: declarar la Patagonia libre de indígenas argumentando que se extinguían por la evolución natural, ocultando así el genocidio de los pueblos originarios".
Según los relatos del naturalista, Sam Slick fue asesinado por los nuevos guías que él mismo contrato para reemplazarlo, luego el propio Moreno lo desenterró para llevarlo al Museo de La Plata donde fue registrado como "Esqueleto N° 1837" y exhibido en sus vitrina durante casi 100 años.