Entre DIU, chip y ligadura definitiva: los métodos anticonceptivos que utilizan mujeres y adolescentes de Comodoro
En Comodoro Rivadavia, cada vez más jóvenes, muchas de ellas preadolescentes, llegan al consultorio, acompañadas por sus madres, a sacarse dudas sobre métodos anticonceptivos; algunas para tener una primera aproximación a la salud sexual; y otras, en cambio, buscando disminuir dolores o complicaciones que trae aparejado el ciclo menstrual. Sin embargo, también están aquellas jóvenes, que aún no han sido madres y quieren ligarse para no tener hijos. En este informe, te contamos cómo cambió la anticoncepción en el Siglo XXI, las posibilidades para cuidarse y los métodos más elegidos; una responsabilidad que no solo es de las mujeres.
“El último año han venido pacientes de 13 o 14 años que las traen las mamás, y está bueno porque hacen una consulta y se llevan información”, dice la ginecóloga Tatiana Latof (31), especialista de la Clínica del Valle y el Hospital Regional.
La médica integra el consultorio de Planificación Familiar que tiene el centro asistencial público de la zona sur de Chubut y sabe de lo que habla. Por esa razón, ve con buenos ojos que cada vez más chicas y madres se animen a llegar a la consulta para despejar todas sus dudas. Es que como dice, quizás todavía no empezaron a tener relaciones, “pero saben que están menstruando o tienen novio, y las traen para que evacuen sus dudas”.
Lafot quien es oriunda de San Nicolás, provincia de Buenos Aires, y llegó a la ciudad hace 6 años para hacer la residencia de ginecología, asegura que “de 15 años para adelante ya cambia el motivo de consulta, y muchas chicas empiezan a usar métodos anticonceptivos”.
MÚLTIPLES OPCIONES
En el pasado hablar de anticoncepción significaba hablar principalmente de pastillas y preservativo. Sin embargo, tal como explica Lafot, hoy las mujeres tienen múltiples opciones a la hora de pensar en cuidarse, y en los últimos años dos métodos son de los más pedidos: el DIU (Dispositivo Intrauterino) hormonal y el chip.
Respecto a la primera alternativa, la especialista explica: “El DIU es un dispositivo intrauterino que entra al útero a través del cuello del útero. Hay hormonales y no hormonales, y generalmente los que se colocan son los que son de cobre y no tienen hormonas. El cuello del útero es el que se dilata cuando nacen los bebés por parto normal. Entonces, siempre se dice que en las mujeres que ya tuvieron hijos es más fácil colocarlos porque el cuello del útero ya se dilató una vez; y las mujeres que no fueron mamás lo tienen un poquito más cerrado, pero lo cierto es que se puede poner a todas las mujeres”.
Latof asegura que el procedimiento es sencillo. Se realiza en consultorio, sin anestesia, y en los días en que la mujer está menstruando, ya que es menos doloroso para la paciente.
La otra opción, muy elegida principalmente para las adolescentes, es el chip, un implante subdérmico, que se introduce por debajo de la piel en la parte interna del brazo.
Sobre ese método, la especialista explica. “El chip dura tres años, desde el día que lo colocamos hasta tres años después del mismo día, y lo que hace es ir liberando hormonas. Ese tipo de métodos interfiere con la ovulación de la paciente, entonces no va a haber ningún óvulo para encontrarse con un espermatozoide para que haya embarazo. Lo bueno del implante y lo novedoso es su larga duración, y está muy en auge en las chicas jóvenes que por ahí se olvidan de tomar las pastillas y optan más por este método. Se coloca en consultorio, se pone anestesia local y se coloca en 10 minutos”.
Otro método que ha aumentado su uso en los últimos años, es el parche. Latof asegura que al igual que las pastillas y el chip son hormonales, sin embargo, no obliga a acordarse todos los días, como sucede con la píldora.
“Se coloca un parche por semana durante tres semanas, y la cuarta semana no se coloca nada. Ahí inicia la menstruación. Tiene buena adherencia y se tiene que colocar en una parte del cuerpo que no tenga demasiados pliegues, como la espalda, los muslos, pero es un método que funciona bastante bien. Lo único que tiene la particularidad es que la paciente tiene que estar con el parche colocado toda la semana”.
Los inyectables son otra alternativa de cuidado, y también la tradicional pastilla anticonceptiva. Al respecto, la especialista, explica: “Es la más común y la que más variedad tiene con respecto a medicaciones. Siempre tienen estrógeno, progesterona, algunas tienen distintas concentraciones también y son para pacientes que tienen distintos tipos de patologías. Después tenemos medicación que son para pacientes que tienen algún tipo de patología, como ovario poliquístico, entonces aparte de ser anticonceptivas van destinadas a disminuir algunos síntomas. Así y todo como son de tan bajas dosis, a parte de ser métodos anticonceptivos, ayudan a disminuir un poco la retención de líquidos, el acné y todas esas cosas que por ahí se producen en adolescentes. Sobre todo en periodos menstruales disminuyen mucho el sangrado y el dolor. Entonces algunas pacientes lo toman cuando tienen mucho dolor menstrual o algunos quistecitos en los ovarios como para calmar eso”.
NO OLVIDARSE Y CUIDARSE
Como dijimos anteriormente, a diferencia del pasado, hoy acceder a anticonceptivos es una posibilidad gracias al sistema público de salud. En el Hospital Regional en la actualidad funciona el consultorio Planificación Familiar, donde las jóvenes pueden recibir asesoramiento pero también el método anticonceptivo.
Sobre ese espacio, Latof, indicó que “las pacientes pueden pedir turno todas las semanas, y las chicas que las atienden les dicen cuales son los métodos anticonceptivos y se lo colocan. Hay implantes, DIU, pastillas anticonceptivas... En el Hospital se brindan casi todos los métodos anticonceptivos y se hace el seguimiento de la paciente para que pueda tener acceso y nunca se quede sin anticonceptivo y tenga un embarazo no deseado por no tener anticonceptivo”.
En ese sentido, asegura que en los últimos años “tuvo más auge el DIU hormonal, que aparte de tener el dispositivo intrauterino va liberando hormonas, y hace que la paciente tenga menos cantidad de menstruación”.
Respecto al implante, el dispositivo es prácticamente nuevo, y recién ahora, las primeras pacientes están quitándoselo para cambiarlo por otro. “Aprendimos a colocarlo hace unos cuatro años y tenemos pacientes que ya se están sacando los que le hemos colocado. En el Hospital se entregan los chip, se colocan, y las obras sociales también lo proveen, así que es un método bastante nuevo. La experiencia que tenemos es positiva. En mi caso no tuve ninguna experiencia de embarazo con implante colocado".
"El prospecto dice que son 99,9% efectivos y sabemos que con un método hormonal puede haber una paciente de un montón que se quede embarazada pero hasta ahora no hemos visto ninguna paciente embarazada con implante colocado”.
Pero qué es lo qué hace qué cada vez más chicas usen este tipo de anticonceptivos. La respuesta es contundente. “Cada vez más chicas lo vienen utilizando porque quienes lo utilizan como método anticonceptivo no tienen que acordarse todos los días de tomarse una pastilla. Otras en cambio que lo hacen por los dolores menstruales o un quiste en el ovario, usan las pastillas, porque son las que tienen dosis más bajas y más controlables, en el sentido que van a disminuir estos síntomas. Pero las adolescentes por su ritmo de vida se les hace más difícil tomar la pastilla y están accediendo bastante a los métodos que son de larga duración, como el implante y el DIU sobre todo lo utilizan pacientes que son mamás, aunque muchas que usaban el DIU ahora están usando el chip o los parches”.
Cómo dice Lafot, “el acceso a la información permite que las chicas conozcan otros métodos. Sin embargo, recuerda que hay una única alternativa para evitar las enfermedades de transmisión sexual: el preservativo.
“Ese es el único método que protege de las enfermedades de transmisión sexual. Por más que usemos pastillas o parches, lo único que hacen es prevenir el embarazo. Entonces siempre se recomienda usar además del método, el preservativo para proteger las enfermedades de transmisión sexual”.
Es que como dijimos al principio, cuidarse no solo es una responsabilidad de las mujeres. Aunque en el nuevo siglo ya existe el preservativo femenino, un diagrama que se coloca dentro de la vagina al momento de tener una relación sexual, un método que no es demasiado usado y que “depende mucho de que la paciente se lo sepa colocar bien, y la voluntad de hacerlo antes de la relación sexual”.
¿Pero cuándo una mujer puede hacer la primera consulta con el ginecólogo? Lafot es clara. “A partir de que empiezan a tener su periodo menstrual ya están habilitadas para usar un método anticonceptivo si así lo necesitan. Eso depende de cuándo empieza el ciclo menstrual de la mujer. Siempre es recomendable consultar con un ginecólogo o un médico general para que las oriente, porque todo lo que son métodos hormonales tienen ciertas indicaciones; sobre todo en lo que son enfermedades trombóticas, los pacientes que tengan problema de coagulación o que hayan tenido algún coágulo de alguna manera patológica. Siempre se recomienda que no utilicen métodos hormonales, sobre todo los que tienen estrógeno, porque justamente hacen un poco más coagulable la sangre. Pero es necesario que consulten para que sepan qué método es mejor para ellas”.
Por supuesto, más allá de todas estas opciones, hay mujeres, al igual que hombres, como ya te contamos en está columna, que eligen ligarse y no tener más hijos, o directamente no tener ninguno, una decisión netamente personal, como dice la especialista.
“Es una decisión personal. Las pacientes vienen al consultorio con la petición. Siendo mayores de 16 pueden firmar un consentimiento informado y lo definen. En general son pacientes jóvenes de entre 20 y 30 años. La mayoría dice que no tiene la intención de tener hijos y ya lo tiene decidido. Pero cada vez son más las pacientes que eligen la ligadura tubaria antes de ser madres. He visto bastante y cada vez van aumentando”, sentencia la médica, sobre esta nueva tendencia del siglo XXI.
Es que como dijimos, los tiempos cambian, los métodos se multiplican y las decisiones cada vez apuntan más a la libertad individual; algo impensado en el pasado.