Entre la incertidumbre y la frustración: cómo afecta la pandemia a los ingresantes universitarios de Comodoro
Iriel, Mora y Ludmila no pudieron iniciar el Ciclo Básico Común en la UBA y en las últimas semanas comenzaron con clases virtuales. Bianca, en cambio, alcanzó a realizar en forma presencial el curso de ingreso y cursa el ciclo lectivo en forma online. En este informe, cuatro estudiantes de Comodoro, que decidieron estudiar fuera de la ciudad, cuentan cómo viven su primer año en medio de la pandemia. Mientras que Carlos De Marzini, rector de la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco, explica cuáles son las alternativas que se barajan para quienes se quedaron a estudiar en la ciudad.
COMODORO RIVADAVIA (ADNSUR) – Hace dos semanas Iriel pudo volver a Comodoro Rivadavia luego de intentar conseguir pasajes durante varios días. Esta última semana terminó con el aislamiento obligatorio. Mientras tanto, intenta agarrarle la mano a las clases online, modalidad que se impuso durante la cuarentena y que promete quedarse.
Iriel Freile es una de las miles de universitarias ingresantes que tiene Comodoro Rivadavia. El último año egresó del TAE (Escuela Provincial Técnica 770) y decidió ir a estudiar Psicología a la Universidad de Buenos Aires (UBA). Sin embargo, no todo salió como esperaba y por estos días intenta acoplarse a esta nueva modalidad. “En mi caso iba a arrancar a cursar en abril el CBC (Ciclo Básico Común), pero con esto arrancamos hace menos de un mes tipo virtual y con la asignación de materias. Por una página nos van subiendo las distintas bibliografías y temas de las materias. Es un poco complejo y más con todas las expectativas que tenés de ir a la universidad”, admitió en diálogo con ADNSUR.
A la bibliografía que le dan en forma online también se suman videos explicativos. En su caso, a diferencia de lo que sucede en otras universidades, no tiene clases virtuales por Zoom, la plataforma del momento.
Iriel reconoce que es difícil cursar el primer año de universidad de esta forma. “Es difícil, se complica bastante, no tenés al profesor enfrente para decirle ‘no entiendo esto’ y tenés que buscar por otro lado, pero se lleva. No es imposible”, asegura la joven que vive en el barrio Ameghino Viejo de Kilómetro 3.
La joven estudiante admite que la situación frustra un poco en algún sentido. Ella tenía la ilusión de irse a vivir sola en una residencia, estudiar la carrera que eligió y vivir la experiencia universitaria. Sin embargo, en un abrir y cerrar de ojos volvió a Comodoro y por el momento no sabe cuándo se irá, algo que desea hacer, aunque sabe que no será fácil volver a la cotidianidad. Y mientras tanto tiene que seguir pagando por un lugar que no ocupa.
Mora Magnani (17) pasa por una situación similar. Ella también realiza el CBC en la UBA pero en la carrera de Ciencias de la Comunicación, modalidad con la que egresó en el Colegio Universitario Patagónico (CUP). “Íbamos a empezar a cursar en abril pero antes de que empiece la cursada avisaron que no iba a empezar y cuando declararon la cuarentena armaron este esquema para empezar el 1 de junio pero no se va a poder cumplir tampoco. Así que estamos esperando”, dijo a ADNSUR.
En el CBC Mora debe aprobar 6 materias para luego iniciar la carrera. Por el momento la cursada es online, pero no del todo completa. “Estamos cursando más o menos, como es todo tan apresurado, van inventando a medida que va pasando el tiempo, nosotros no empezamos a cursar totalmente virtual. El 4 de mayo nos dieron las asignaciones, porque ni siquiera teníamos que materias íbamos a cursar. No las tenía que dar en abril pero como se suspendió recién nos dijeron en mayo”.
Ante esta situación Mora decidió inscribirse en el programa UBA XXI que permite realizar el Ciclo Básico Común de manera online. Esta modalidad incluso la eligen chicos que quieran avanzar con la cursada en su último año de secundario. El único requisito que tiene es rendir en forma presencial. Sin embargo, en esta etapa eso cambió y Mora ya tuvo su primer examen: un trabajo informativo que reemplaza al parcial.
Mientras tanto espera que suban los contenidos de otra de las materias que debe cursar en la modalidad presencial y recién tuvo su primera clase en la restante, lo que marca el retraso en el calendario académico.
A diferencia de Iriel, Mora no paga alquiler. En su caso, en Buenos Aires está viviendo en la casa de familiares e iba a tener que viajar todos los días desde Ciudadela hasta su facultad. Sin embargo, ese esfuerzo no le importaba; estaba en el lugar que quería.
Ahora, frente a este contexto, no sabe cómo continuar, pero si lo que quiere y lo que siente. “Yo prefiero mil veces lo presencial porque cuesta mucho entender lo virtual sin alguien que te explique. Encima ahora que me vine a Comodoro no anda tan bien internet y en un problema que se me agrega. Me encantaría poder volver a lo presencial cuanto antes porque va a ser difícil virtual, frustra muchísimo y personalmente me gusta ir a cursar, aprender cosas nuevas. Estaba emocionadísima de empezar, desde finales de febrero que estaba allá, esperando con ansias empezar y cuando lanzaron la cuarentena me frustre un poco. Genera mucha angustia”, admite la joven que vive en el Cordón Forestal.
Frustración, desgano, incertidumbre son palabras que se repiten en las chicas. Ludmila Vargas Romero, también estudia en la UBA. En su caso Abogacía. Al igual que Mora e Iriel no alcanzó a arrancar el CBC.
La joven admite que le cuesta mucho poder estudiar con normalidad. “Es bastante dificultoso. Me cuesta mucho concentrarme, estudiar y el wifi no ayuda mucho. Yo vivo en zona norte e internet no acompaña mucho la actividad virtual”, asegura.
Al igual que las otras jóvenes, Ludmila está esperando que la UBA reinicie las actividades presenciales para volver a Buenos Aires. Sin embargo, no son muchas las esperanzas de que esto suceda. “Ya nos avisaron que no vamos a arrancar este año. Si bien anunciaron que se iba a modificar el calendario académico es muy probable que recién las clases presenciales arranquen el otro año”, indicó.
“La bronca es que uno tenía todo planificado y termina siendo completamente diferente. En mi caso hace bastante quería irme, los últimos años de secundaria ya sabía que quería irme para allá, y ahora tengo toda la desilusión a cuestas”, resumió.
CADA UNI UN LUGAR DIFERENTE
En todas las universidades se vive de forma diferente el aislamiento. Bianca Maza (18) estudia en la Universidad de Córdoba y en su caso está cursando de forma online pero de manera más organizada, según contó. “En mi caso estoy cursando en forma virtual, pero esto es un adaptarse a todo de las dos partes, tanto alumnos como profesores, con todo lo que es el uso de las tecnologías, las páginas. Es todo un tema”, admite. “Los profesores tratan de conocer nuevas plataformas, buscar páginas nuevas y nos preguntan si las formas que llevamos están bien. Quizás al ser más jóvenes y al estar más en contacto con las redes sociales le podemos decir que es mejor. Entonces es un intercambio”.
Bianca en su caso pudo realizar en forma presencial un curso de nivelación durante febrero y parte de marzo. En abril iba a iniciar la cursada de Psicología. Sin embargo, por la pandemia no pudo hacerlo.
Ante esta situación decidió volver a Comodoro y rescindir el contrato en la residencia que había elegido.
Por haber tenido las dos experiencias, la joven es palabra autorizada en los ingresantes para poder decir como resulta esta situación. “Está buenísimo que se haya implementado la cursada virtual y que no se pierda un año, pero es distinto. Yo notaba que en el curso de nivelación al estar en contacto con tus compañeros o profesores era mucho más fácil interactuar, pero en lo virtual no, y además uno no se asegura si está aprendiendo o no, no es lo mismo que estar en clases y preguntarle al profesor”, indicó.
Bianca asegura que le llevó mucho tiempo adaptarse a la modalidad, además del sistema universitario, el principal cambio que deben atravesar los chicos al salir de la escuela. “Al principio es difícil adaptarse, pero además vas aprendiendo un montón. Lo más probable es que lo virtual siga por mucho tiempo, así que esta bueno, pero es algo que estamos aprendiendo tanto nosotros como los profesores”.
¿QUÉ PASA EN COMODORO?
A pesar de la distancia, en términos educativos no hay mucha diferencia entre Buenos Aires, Córdoba y Comodoro. Por estos días, la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco está cerrada y sus autoridades esperan definiciones de Nación para saber cómo continuará el ciclo lectivo.
Carlos De Marziani, rector de la casa de altos estudios, es cauto al momento de pensar cuando se normalizará la actividad universitaria, y asegura que llegado el momento habrá que ver de qué forma se llevará a cabo.
En ese sentido, indicó que en el caso de la casa de estudios hay que tener en cuenta “dos cuestiones: “primero, la universidad es una sola; segundo tenemos cinco facultades y cada una tiene ciertas atribulaciones en cuanto a su calendario académico. Entonces hay algunas que no han hecho modificaciones y otras que sí han avanzado en el calendario académico prolongándolo hasta el agosto”, explicó a ADNSUR.
Otro punto a tener en cuenta será el protocolo que ya trabajan los ministros nacionales de Salud, Ginés González García, y de Educación, Nicolás Trotta, quienes el viernes encabezaron una reunión para conformar un comité de trabajo con la participación de miembros del Consejo Federal de Educación (CFE), del Consejo Interuniversitario Nacional (CIN), trabajadores de la educación obligatoria y del sistema universitario, organizaciones sindicales, y representantes del sistema científico.
El comité contemplará la creación de protocolos para la existencia de casos de COVID-19 positivos, pero además evaluará infraestructura, capacidad de las aulas, uso de espacios comunes, ingreso y todos los aspectos vinculados al transporte. La decisión final dependerá de la gobernación de cada provincia y de los rectores de cada universidad.
Por lo pronto, mientras todo esto avanza, en la casa de estudios local se está esperando la autorización de las autoridades para poder tomar examen presencial a los estudiantes que estan próximos a recibirse y se busca que el resto de los estudiantes mantengan la cotidianidad en todos los años de manera online. Mientras que aquellos que no pueden hacerlo tengan la contención adecuada al momento de volver a los contenidos presenciales para no retrasarse.
“Son respuestas que vamos a poder tener a medida que se vaya desarrollando el segundo semestre del año en cuanto a si se recupera alguna prespecialidad y que resultados hubo en este mecanismo que no es el tradicional nuestro y que tampoco es que lo vamos a tener de aquí en más, porque somos carreras netamente presenciales”, explicó De Marziani. “Esto es una excepción que se hizo para que los chicos puedan seguir teniendo un contacto con la universidad, y hay estudiantes que han tenido algún contacto con la universidad y otros que no”.
Para conocer los resultados de esta experiencia, la UNPSJB está realizando una encuesta docente que permitirá saber las mejoras qué hay que hacer y el resultado que han tenido de esta prueba piloto obligatoria.
En este sentido, De Marziani considera que “muchos docentes han hecho un esfuerzo muy grande para adaptar su contenido. Ha sido un trabajo y un esfuerzo de todos. Te sorprende desde muchas aristas, se han buscado estrategias para poder subsanarlo, pero es un día a día”, indicó.
Esa última frase finalmente es la recala en todos: docentes, ingresantes y próximos graduados. Por el momento es un día a día, tal como dice De Marziani. “Yo creo que si esto se sostiene en cuanto a la situación epidemiológica se puede aspirar a recobrar en agosto o septiembre ciertas presenciabilidad, pero va a ser con protocolos y no con clases masivas. Lamentablemente el aislamiento es algo que tuvimos que hacer todos y de manera obligatoria para superar la pandemia, pero esto es algo que nos dirá el día a día”.