Entrega de viviendas sociales en Comodoro: la historia y los sueños de dos familias
Las familias beneficiadas viven en el barrio San Martín y Ciudadela. A una de ellas, que no tenía agua caliente ni baño, le construyeron la casa; mientras que la otra recibió su hogar con una importante ampliación.
El Municipio de Comodoro cumplió con el anhelo de dos familias comodorenses que necesitaban acceder al programa de viviendas sociales y, lograr tener una vida más digna para los adultos y el crecimiento de los hijos.
Se trata de un trabajo conjunto entre las distintas dependencias municipales para intervenir y analizar todos los pormenores de cada uno de los casos, lo que permitió entregar dichas viviendas para su ocupación segura.
LA HISTORIA DE LAS FAMILIAS
Una de las beneficiarias fue Rosa Esther Pairo, quien junto a su esposo y sus nietas gemelas de 12 años, reside en la calle Los Perales 877. Los operarios municipales trabajaron en la demolición de la vivienda en forma parcial para iniciar la construcción de la casa nueva que reúna las condiciones de higiene y salubridad que necesitaba el grupo familiar.
Al respecto, la vecina del barrio San Martín afirmó que “el sueño se hizo realidad, vivía en el mismo terreno en una casa de chapa que ya no daba más. Fue la idea de un padre que un día vino, miró la casa y me dijo ‘te voy a pedir ayuda para que te hagan una pieza’, donde entraba el agua en el invierno”.
La mujer describió que “había que hacer todo nuevo, vinieron las autoridades municipales y me dijeron que me iban a hacer una casa. Así empezaron, se tardó, pero nunca tuve un baño y agua caliente; va a ser un cambio de vida”, agradeció Pairo entre lágrimas de emoción.
“Vamos a dormir calentitos”
La segunda beneficiaria, Mariana Triviño, reside en un lote de la calle Domingo Lazarte N° 280 del barrio Ciudadela. La madre de tres niñas de 5, 10 y 13 años solicitó la intervención municipal, debido a la precariedad habitacional. Desde octubre de 2021, la familia ocupaba un colectivo cedido por un familiar sin baño.
La mujer describió que “nosotros vivimos hace cuatro años acá, primero vivimos en un colectivo con mis hijas porque no teníamos donde estar y no contaba con trabajo. Hacía demasiado frío, no teníamos un baño, entraba agua por todos lados y ahí fue donde perdimos muchas cosas”.
Por ello, “traté de buscar algún recurso para que mis hijas tengan donde dormir, me escucharon y me pasaron el tráiler. De a poco, pude hacer una pequeña ampliación para tener una cocina, me facilitaron para tener un baño y después llegó la casa”.
Triviño se mostró muy agradecida con el Municipio y sostuvo que “por fin este año todos vamos a dormir calentitos. Esto es un montón, mis hijas van a tener su habitación, su privacidad y una vida dignamente. Estoy orgullosa porque logramos algo que ellas hoy van a tener su casa, algo que la pelee un montón, porque siempre anduvimos rodando por todos lados; la vida fue siempre bastante difícil”.