Escracharon al fiscal Rivarola en Caleta Olivia
Integrantes de organizaciones sociales y políticas escracharon al fiscal Rivarola, tras el repudio a nivel nacional por su definición de "desahogo sexual" en el marco de la causa conocida como "la manada" y a uno de los imputados que es oriundo de esa ciudad.
CALETA OLIVIA (ADNSUR) - Medio centenar de personas, en su mayoría mujeres, se concentraron con el objetivo de repudiar al fiscal de Rawson, Fernando Rivarola, por la definición de "desahogo sexual" que empleó en la causa que investiga la violación grupal de una adolescente ocurrida en Playa Unión en 2012, a fin de justificar el pedido de prisión en suspenso de los imputados, acordado con los defensores de los acusados para la realización de un juicio abreviado.
Además, durante la manifestación se profirieron fuertes insultos de manera particular contra uno de ellos, Ezequiel Quintana (29) ya que es oriundo de Caleta Olivia. En la actualidad estaría radicado en Buenos Aires, señalo La Vanguardia Noticias.
La convocatoria al "escrache" contó con la presencia de referentes de los grupos de mujeres del Partido Obrero (Plenario de Trabajadoras), del Movimiento Socialista de los Trabajadores (Juntas y a la Izquierda) y de otras agrupaciones sociales incluyendo al colectivo Ni Una Menos.
Al igual que lo ocurrido en numerosas ciudades del país, se alzaron pancartas con leyendas que demandaban la "destitución y juicio político para el fiscal" y condena "para los hijos del poder". Se recordó que al igual que los restantes involucrados, Quintana pertenece a una familia vinculada al empresariado y a la política santacruceña.
En principio se había mocionado marchar hacia la casa de joven, ubicada a pocas cuadras del microcentro, pero luego se desistió de ello, acordándose permanecer en la plazoleta y tomar fotografías y grabaciones para diseñar un video que se "viralizará" por redes sociales.
Existió una discreta vigilancia policial en prevención de algún incidente, pero todo transcurrió con tranquilidad y la manifestación se disolvió pacíficamente.
Antes de ello se fijaron varias pancartas en las rejas ubicadas en el entorno del Gorosito y otra en una columna de alumbrado público donde figuran nombres de una veintena de hombres de esta misma ciudad, acusados de abusos sexuales.
Todos los presentes coincidieron, que hay indignación en el colectivo popular, porque lo que escuchamos últimamente de lo que dijo Rivarola, para todo el mundo y para todas la mujeres especialmente ha sido un golpe muy bajo, porque si el valida una situación de delito hablando de "desahogo sexual".