Esteban Bullrich fue operado y "se encuentra bien": ¿Cuál fue la intervención quirúrgica del senador?
El senador nacional fue diagnosticado con Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA) y en el día de ayer jueves tuvieron que operarlo. Los detalles del procedimiento quirúrgico.
El cuadro de salud del senador nacional por la provincia de Buenos Aires Esteban Bullrich comenzó a preocupar nuevamente tras ausentarse de la sesión en la cámara Alta y luego, en la convocatoria en Dolores en apoyo del expresidente Mauricio Macri.
El parlamentario explicó al diario Perfil que no había participado de los eventos que había anunciado porque debió someterse a una intervención conocida como gastrostomía por la que le colocaron un botón gástrico a través del cual comenzará a ser alimentado e hidratado. Esto es producto de la enfermedad neurodegenerativa que padece que se llama Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA).
En diálogo con LA NACION, Federico Yañez, coordinador del servicio de gastroenterología de Clínica de Cuyo y expresidente de la Federación Argentina de Gastroenterología (FAGE), explicó el procedimiento al que fue sometido Bullrich y cómo será su vida a partir de la intervención.
“Lo que le hicieron a Esteban Bullrich es una gastrostomía endoscópica percutánea. En un segundo tiempo se le colocará un botón gástrico una vez que se adhiera bien a la pared abdominal se saca esa sonda y se coloca ese botón. Es mínimamente invasiva y la persona puede volver a su hogar a las 24 horas”, comenzó a explicar Yañez.
Acerca de la técnica, Fabio Nachman, jefe del Servicio de Gastroenterología de la Fundación Favaloro y presidente de la Sociedad Argentina de Gastroenterología, en diálogo con LA NACION agregó: “La gastrostomía es una intervención que puede ser quirúrgica o endoscópica que consiste en la apertura de un orificio en la pared para poder colocar un tubo, manguerita o botón que es más cortito que va al ras de la piel y permite la alimentación a través de fórmulas o de alimentos triturados que se conocen como alimentación enteral”.
Consultado sobre en qué casos se recurre a la técnica, Nachman dijo: “Se realiza en aquellos pacientes que están impedidos del mecanismo deglutorio, es decir, de poder tragar. Se da en trastornos neurológicos como el ELA o también en Parkinson o en los casos de accidente cerebrovascular (ACV). También cuando hay una disminución de la ingesta de comida en otras patologías como puede ser la fibrosis quística. Esto puede ser un suplemento, cuando el paciente aún tiene capacidad de deglución pero disminuida”.
“Una de las complicaciones del ELA es un trastorno en la deglución. Es decir, tiene problemas para tragar. Muchas veces enfermedades como la de Bullrich alteran el mecanismo de tragar y lo ponen en riesgo de que se broncoaspire. Es decir, que la comida o la bebida se vaya a los pulmones y genere una neumonía en el paciente. Al ser una enfermedad progresiva, lo que se indica cuando se define que se necesitará una asistencia más permanente en la alimentación, es una gastrostomía y el dispositivo que se utiliza es el gastrostoma o el botón gástrico. Quien evalúa la deglución es un fonoaudiólogo que es el profesional que lo recomienda”, detalló Yañez.
El extitular de la FAGE luego explicó: “Si una persona se ve la panza. Cuando mire el abdomen, a la altura en la que anatómicamente está el estómago, hacia la izquierda, es donde se verá que se colocó el gastrostoma o el botón gástrico. Por ahí se alimenta, se le da bebidas y medicación al paciente. Incluso lo puede hacer el propio paciente”.
“Este dispositivo se puede colocar en forma permanente o temporaria, esto dependerá de la patología. Ejemplo, una persona que tiene un cáncer de boca y no puede deglutir por un tiempo se utiliza esto hasta que la persona se recupera”, respondió Yañez antes la consulta de si es algo permanente.
El gastroenterólogo además detalló: “El botón es algo que casi no se ve, es algo que se llama de bajo perfil y queda al ras de la piel. En el momento de querer pasar el alimento, líquido o medicamento se lo enchufa y luego se cierra y la persona continúa con su vida normal. No se ve nada. Es algo sumamente habitual en algunas patologías actuales, ya que permite asegurar la correcta nutrición e hidratación de las personas”.
Con información de La Nación