Familiares del soldado muerto en la Patagonia grabaron a jefes del ejército y los denunciaron por "amenazas"
Pablo Jesús Córdoba, tenía 20 años y se encontraba de guardia en un regimiento, sin embargo durante la madrugada del 1 de junio recibió dos disparos que terminaron con su vida. Su madre insiste en que fue asesinado. En tanto, se conocieron grabaciones del personal militar y un particular gesto que no pasó inadvertido.
Pablo Jesús Córdoba, tenía 20 años y era un soldado del ejército que se desempeñaba en un regimiento de la localidad de Zapala, Neuquén. Sin embargo, el pasado 1 de junio, durante su turno que había comenzado a las 4:30 horas de la madrugada recibió dos disparos que terminaron con su vida.
Según se supo, el joven recibió dos disparos de un fusil FAL. Uno de ellos entró por su mentón y salió por la frente. Mientras que el otro disparo, ingresó por la zona derecha de la sien, con orificio de salida en su sien izquierda.
Tras esa “muerte dudosa”, su familia pidió esclarecer el hecho. “Estamos convencidos de que Pablo no se quitó la vida como dijeron, pero necesitamos saber la verdad, pasan los días, las semanas y no podemos seguir con esta duda que nos carcome el alma”, había expresado su padre, también militar en el regimiento.
Este martes, 22 de agosto, se conoció que los familiares de Córdoba realizaron una cámara oculta a los jefes del ejército y los denunciaron por “amenazas”. Además, aseguró que intentaron convencerlos de que el soldado se había suicidado.
“La segunda vaina apareció mucho después. Es todo muy sospechoso y muy doloroso. Yo estoy de pie porque tengo mucha bronca con esto que está pasando”, recordó Natalia Uribe sobre el hecho a A24.
“Yo no voy a permitir que esto siga pasando. Si te mandan la ambulancia donde agonizó tu hijo, tengo miedo porque lo tomo como una amenaza”, agregó.
“El día que encontraron a mi hijo el juez (el magistrado federal Hugo Greca) dijo que vallaron el lugar, cosa que es mentira, porque tomaron un pedazo de 2 metros por dos metros. Allí encontraron una munición detonada, dos semanas después encontraron la otra y 37 días más tarde la vaina que no se usó, porque los medios decían lo que faltaba”, recordó.
“Si hubiese acceso al coche fúnebre me lo traían”, añadió.
Por otra parte, se refirió a la muerte de su hijo y la calificó como “un asesinato” y no un “suicidio” como habían intentado señalar. De esta manera, Natalia, aseguró que fue una estrategia para encubrir el crimen.
“En el expediente hay dichos encontrados sobre el fusil, uno que dice que está a un metro y otros que estaba encima del cuerpo. Estas dos versiones diferentes, cuando no pudieron sacar ni una sola huella legible, llama mucho la atención y no sabemos por la autopsia el ángulo de los disparos”, explicó la madre del joven fallecido.
En tanto, Maximiliano Orpianessi, abogado de la familia Córdoba, cuestionó la investigación al “no hacerse la revisión ocular que se hizo 37 días después y la autopsia se hizo por rigor, sin identificar los disparos cómo fueron, eso fue lo que advertimos”.