Fieles de Comodoro pidieron trabajo y agradecieron a San Cayetano
Este martes 7 de agosto, los comodorenses, como todos los años, salieron a las calles a pedir paz, pan y trabajo a San Cayetano.
COMODORO RIVADAVIA (ADNSUR) - Desde las 8 de la mañana de este martes 7 de Agosto -Día de San Cayetano - un gran número de gente se acercó a la ermita del patrono del trabajo, en Polonia y O`Donnell.
"Hace dos años que no se pide más llevar velas, sino comida para los que más lo necesitan", contó una fiel a ADNSUR. En función a la crítica situación que se vive en muchos barrios de la ciudad, la Parroquia decidió reemplazar las tradicionales velas por alimentos no perecederos.
Este año, la procesión comenzó a las 14, desde el Liceo Militar hasta llegar, pasadas las 16, a la Parroquia de San Cayetano, donde tanto a esa hora como a las 22 se celebrará la Santa Misa.
La vida de San Cayetano se caracterizó por ayudar al prójimo, por su entrega a las personas más necesitadas y, sobre todo, se destacó por su manera austera de vivir, entregando todo lo que tenía.
El origen de esta celebración se remonta al 7 de agosto de 1547, el día de la muerte del Santo. El presbítero italiano nació en el seno de una familia acomodada, pero desde joven supo que su objetivo era ayudar y servir a los demás. En efecto, todo los ajeno a esto, era algo superfluo y no necesario para poder vivir en plenitud.
San Cayetano fue hijo de los condes de Thiene, su padre, el Conde Gaspar de Thiene y su madre María di Porto, y estudió derecho en la Universidad de Padua. Recién terminada la carrera fue nombrado protonotario apostólico en la corte del papa Julio II, en Roma y, a partir de ese momento, comenzó una vida de reflexión y filosofía.
Fue el creador de la asociación "Del amor divino", cuyo objetivo era enseñar a los socios a llevar una vida de ayuda a los demás, sobre todo hacia las personas enfermas y a todas aquellas que no se valían por sí mismas. Luego, en Venecia, creó un hospital para los enfermos terminales que sin tener ningún tipo de esperanza de vida, los cuidaba hasta el final de sus días.
A lo largo del tiempo se desprendió de todos sus bienes entregándoselo a los más pobres y no quiso ningún tipo de reconocimiento ni de honores, cuando miles y miles de personas lo estaban pasaban muy mal. San Cayetano fue un convencido de que la Iglesia debía servir a los más pobres y que el clero debía tenía como objetivo renovar el espíritu y la labor misionera de los sacerdotes.