LAGO PUELO (ADNSUR) - El martes por la tarde, cerca de las 17 horas, Marcelo Cárdenas trabajaba en su taller de chapa y pintura, ubicado en el kilómetro 1895 de la ruta nacional 40, en Lago Puelo. Sin saberlo, minutos después se desataría una tragedia impensada: el fuego arrasaría con todo a su paso. Incluso con su fuente laboral, su taller.
Un vecino se acercó y lo alertó de que un incendio se había iniciado. “En 10 minutos, mi casa estaba prendida fuego. Alcancé a sacar dos autos y tuve que salir corriendo. Fue todo muy rápido”, recordó Marcelo sobre el avance rápido del fuego.
Es que en un momento lo vio en una de las laderas del cerro Piltriquitrón “muy a lo lejos”. Pero de repente, otro incendio apareció de la parte del cerro Radal y de golpe el fuego apareció del otro lado de la ruta. " No nos dio tiempo a nada. Todas las casas estaban prendidas fuego”, relató.
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El fuego arrasó con todo a su paso propiciado por las condiciones de viento. “ Había mucho viento, como remolinos, que no es común en esta zona. No quedó otra que irse. Fue a las 17 y ya para las 18.30, había perdido mi casa y taller”, detalló en diálogo con el Diario de Río Negro.
La casa de Marcelo fue una de las 64 viviendas que fueron consumidas por el fuego en el barrio Pinar.
Horas después, regresó a donde había estado su casa y su taller; en el lugar ya no quedaba nada. Tenía 14 autos de clientes que se consumieron entre las llamas. “Tres tenía que entregar esta semana. Pero bueno, los mismos clientes saben que no fue culpa mía. Esto no se lo esperaba nadie. Fueron minutos”, dice.
Salió “con lo puesto” y ahora, se propone empezar de nuevo. Por eso, le pide a la Justicia que actúe porque "mucha gente resultó afectada y el Estado tiene que hacerse presente en todo esto. Hace años que venimos con promesas de la red de agua. Llega el verano y no tenemos agua. Esto se podría haber evitado”, concluyó.